sábado, noviembre 05, 2005
POR UNA RENTA BASICA EUROPEA
Este blog pretende ser un foro de debate sobre la renta basica, quien desee publicar alguna propuesta de financiación o trabajo, para su debate y conocimiento publico nos lo puede enviar al siguiente correo electronico RENTABASICA@terra.es
A continuación un articulo enviado por Horacio García Pacios.
Por una renta básica europea
Abogar “por una Europa liberal” está de moda (eso hace HÉCTOR ÁLVAREZ en Diario de León, tribuna 17-10-2005). No faltan quienes, en esta línea, califican de “feroz” la intervención que caracteriza al modelo económico y social de los estados de la Unión. Y tienen buena parte de razón: La “dependencia de los ciudadanos”, que crea el modelo, es cierta. Yo la veo grande si miro a empresarios y sindicatos; sobre todo en lo relativo a subvenciones para “crear empleo” o “enseñar a buscarlo”. También pasa con los agricultores aferrados a la PAC que excluyen cualquier otra posibilidad. ¿Qué haremos sin subvenciones?
Sin embargo, la confianza que ponen en el sistema neoliberal, de cuya ferocidad no cabe duda, me parece idealizada , pues las medidas propuestas desde esta óptica se han probado insuficientes una y otra vez: ¿Qué pasó con los ferrocarriles ingleses privatizados? ¿Será verdad que las entidades privadas” poseen unas “características propias que llevan a unos mejores resultados”? Parece ser que esto último sí, ¿pero para quién? Es notorio el chantaje permanente a que están sometidos los gobiernos por parte de empresas que amenazan con “deslocalizarse” si no les atienden sus demandas. ¿Y la extorsión contra el trabajador precarizado? Sobre esta forma de intervención empresarial, no voy a enjuiciar. Pero recuerdo que existen “necesidades sociales”: aquellas que transcienden las posibilidades de satisfacción por parte de la propia persona necesitada, requiriendo la intervención pública e institucional para su cobertura. Así ocurre con las necesidades básicas (alimento, refugio, vestido, calzado, higiene…) de un número creciente de personas. Los efectos del neocapitalismo, el “fin de la civilización del trabajo” (fijo y de por vida) y la imposibilidad de alcanzar el pleno empleo estable y con derechos, hacen que el trabajo asalariado no sea ya habitualmente, para muchos, el vehículo proporcionador de los medios económicos para la subsistencia. La respuesta a esas necesidades y carencias se entiende cada vez más como responsabilidad de los poderes públicos, atendiendo al art. 9.2 de la CE: “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”.
La sobrevaloración anterior se enfrenta a su rival: la de quienes abogan por una constante intervención de los estados en la vida económica. Por último, se busca una “tercera vía”, a medio camino entre el “falso socialismo” soviético y el modelo neoliberal; pero sin la suficiente concreción. En la práctica siguen en pugna dos modelos: el Keynesiano y el Neoliberal; a mi entender insuficientes, porque sólo tienen parte de razón y ya no se ajustan bien a la realidad actual. No falta buena voluntad en ambos bandos, pero ninguno encuentra remedio eficaz que se ajuste a su modelo y cuesta cambiar de mentalidad. Recordemos cómo el liberal F. Hayek planteó la Renta básica, aunque la rechazó por motivos ya superados; Friedman propuso el “impuesto negativo”… Así, aplicando una u otra lógica hasta las últimas consecuencias, llegamos al modelo Renta Básica como necesidad. Dicha renta (=RB), con carácter universal, individual e incondicional, tiene por fin garantizar unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos de pleno derecho residentes en una determinada zona económica, y se constituye como el mínimo vital de subsistencia que toda persona necesita. Deberá correr a cargo del Estado y ser técnicamente gestionada por la autoridad económica que corresponda a la zona de aplicación (el Banco Central). Puede ser ahorrada, pero no servir de aval para un crédito. Tampoco debe ser embargable, ni contar como fondo de ninguna garantía de prestaciones. La cantidad a percibir, individual y mensualmente devengada, será una constante al compás del PIB, y se establece en el umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia). La financiación, que ahora se debate, pienso que debería correr a cargo de una Tasa específica (en torno al 5%) sobre la revalorización económica generada sin que medie el trabajo productivo. Se aplicaría tanto sobre las transacciones financieras (ahí se queda la tasa Tobin) como sobre la que sucede de manera general en la estructura económica al aplicar un sistema de revalorización; ya sea a un terreno, a un piso, a la imagen publicitaria, o al caché de los artistas o deportistas, al margen de su producción específica. La propuesta de esta RB para Europa escapa a las contradicciones entre medidas neoliberales y Keynesianas, siendo la síntesis de ambas políticas económicas, a las que supera e integra simultáneamente, como fundamento teórico. Se basa en la Teoría alternativa (que lo es respecto de la Teoría Clásica y de la Teoría General). El capitalismo surge para resolver las necesidades de Europa en el s. XV; tiene éxito, pero está agotado. Para que funcione habrá que introducir nuevos elementos que permitan su adaptación a la nueva realidad: desarrollo tecnológico y globalización. La Teoría Alternativa prescinde del pleno empleo, tanto a priori como a posteriori, para encajar en el mercado laboral el trabajo necesario y el valorado en sus términos correspondientes, decididos por la oferta y la demanda. Para lograr tales objetivos socializa una parte de los beneficios por medio de la Tasa Renta Básica. Deja al mercado el resto para que se reparta como beneficio privado. La RB resulta del crecimiento económico y será el límite que permita hacer sostenible el desarrollo europeo; pues la racionalidad del mercado exige una base financiera repartida de manera general, una especie de plataforma económica en donde se instale y cimiente el mercado para que luego se desarrolle por sus propios medios. Ésta hará también más aceptables las medidas ecológicas contra el cambio climático, cuando limiten el empleo o nos lleven al paro. La RB da contenido real al concepto europeo de economía social de mercado que consagra la propuesta constitucional para la UE (art I-3.3); se presenta como una opción práctica cuya deseabilidad y viabilidad deberíamos de empezar a analizar.
A continuación un articulo enviado por Horacio García Pacios.
Por una renta básica europea
Abogar “por una Europa liberal” está de moda (eso hace HÉCTOR ÁLVAREZ en Diario de León, tribuna 17-10-2005). No faltan quienes, en esta línea, califican de “feroz” la intervención que caracteriza al modelo económico y social de los estados de la Unión. Y tienen buena parte de razón: La “dependencia de los ciudadanos”, que crea el modelo, es cierta. Yo la veo grande si miro a empresarios y sindicatos; sobre todo en lo relativo a subvenciones para “crear empleo” o “enseñar a buscarlo”. También pasa con los agricultores aferrados a la PAC que excluyen cualquier otra posibilidad. ¿Qué haremos sin subvenciones?
Sin embargo, la confianza que ponen en el sistema neoliberal, de cuya ferocidad no cabe duda, me parece idealizada , pues las medidas propuestas desde esta óptica se han probado insuficientes una y otra vez: ¿Qué pasó con los ferrocarriles ingleses privatizados? ¿Será verdad que las entidades privadas” poseen unas “características propias que llevan a unos mejores resultados”? Parece ser que esto último sí, ¿pero para quién? Es notorio el chantaje permanente a que están sometidos los gobiernos por parte de empresas que amenazan con “deslocalizarse” si no les atienden sus demandas. ¿Y la extorsión contra el trabajador precarizado? Sobre esta forma de intervención empresarial, no voy a enjuiciar. Pero recuerdo que existen “necesidades sociales”: aquellas que transcienden las posibilidades de satisfacción por parte de la propia persona necesitada, requiriendo la intervención pública e institucional para su cobertura. Así ocurre con las necesidades básicas (alimento, refugio, vestido, calzado, higiene…) de un número creciente de personas. Los efectos del neocapitalismo, el “fin de la civilización del trabajo” (fijo y de por vida) y la imposibilidad de alcanzar el pleno empleo estable y con derechos, hacen que el trabajo asalariado no sea ya habitualmente, para muchos, el vehículo proporcionador de los medios económicos para la subsistencia. La respuesta a esas necesidades y carencias se entiende cada vez más como responsabilidad de los poderes públicos, atendiendo al art. 9.2 de la CE: “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”.
La sobrevaloración anterior se enfrenta a su rival: la de quienes abogan por una constante intervención de los estados en la vida económica. Por último, se busca una “tercera vía”, a medio camino entre el “falso socialismo” soviético y el modelo neoliberal; pero sin la suficiente concreción. En la práctica siguen en pugna dos modelos: el Keynesiano y el Neoliberal; a mi entender insuficientes, porque sólo tienen parte de razón y ya no se ajustan bien a la realidad actual. No falta buena voluntad en ambos bandos, pero ninguno encuentra remedio eficaz que se ajuste a su modelo y cuesta cambiar de mentalidad. Recordemos cómo el liberal F. Hayek planteó la Renta básica, aunque la rechazó por motivos ya superados; Friedman propuso el “impuesto negativo”… Así, aplicando una u otra lógica hasta las últimas consecuencias, llegamos al modelo Renta Básica como necesidad. Dicha renta (=RB), con carácter universal, individual e incondicional, tiene por fin garantizar unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos de pleno derecho residentes en una determinada zona económica, y se constituye como el mínimo vital de subsistencia que toda persona necesita. Deberá correr a cargo del Estado y ser técnicamente gestionada por la autoridad económica que corresponda a la zona de aplicación (el Banco Central). Puede ser ahorrada, pero no servir de aval para un crédito. Tampoco debe ser embargable, ni contar como fondo de ninguna garantía de prestaciones. La cantidad a percibir, individual y mensualmente devengada, será una constante al compás del PIB, y se establece en el umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia). La financiación, que ahora se debate, pienso que debería correr a cargo de una Tasa específica (en torno al 5%) sobre la revalorización económica generada sin que medie el trabajo productivo. Se aplicaría tanto sobre las transacciones financieras (ahí se queda la tasa Tobin) como sobre la que sucede de manera general en la estructura económica al aplicar un sistema de revalorización; ya sea a un terreno, a un piso, a la imagen publicitaria, o al caché de los artistas o deportistas, al margen de su producción específica. La propuesta de esta RB para Europa escapa a las contradicciones entre medidas neoliberales y Keynesianas, siendo la síntesis de ambas políticas económicas, a las que supera e integra simultáneamente, como fundamento teórico. Se basa en la Teoría alternativa (que lo es respecto de la Teoría Clásica y de la Teoría General). El capitalismo surge para resolver las necesidades de Europa en el s. XV; tiene éxito, pero está agotado. Para que funcione habrá que introducir nuevos elementos que permitan su adaptación a la nueva realidad: desarrollo tecnológico y globalización. La Teoría Alternativa prescinde del pleno empleo, tanto a priori como a posteriori, para encajar en el mercado laboral el trabajo necesario y el valorado en sus términos correspondientes, decididos por la oferta y la demanda. Para lograr tales objetivos socializa una parte de los beneficios por medio de la Tasa Renta Básica. Deja al mercado el resto para que se reparta como beneficio privado. La RB resulta del crecimiento económico y será el límite que permita hacer sostenible el desarrollo europeo; pues la racionalidad del mercado exige una base financiera repartida de manera general, una especie de plataforma económica en donde se instale y cimiente el mercado para que luego se desarrolle por sus propios medios. Ésta hará también más aceptables las medidas ecológicas contra el cambio climático, cuando limiten el empleo o nos lleven al paro. La RB da contenido real al concepto europeo de economía social de mercado que consagra la propuesta constitucional para la UE (art I-3.3); se presenta como una opción práctica cuya deseabilidad y viabilidad deberíamos de empezar a analizar.
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9 comentarios:
La renta básica me parece una utopía. Parece convincente, por lo que leo. Pero ¿es ética? A mi me parece un absurdo moral. Cobrar son trabajar y si trabajas y tienes un salario también cobras. Si Europa anda como anda, con esa renta básica se acaba de hundir. No hay solución.
Confundís economía con filosofía. La economía es la relación del trabajo con la riqueza, lo demás son inventos. ¿Se puede escribir sin palabras? Leed a Marx, y yo no soy marxista.
Santy, de Madrid: Con todo lo que está cayendo y lo que viene, o se plantean la renta básica, o algo muy parecido, o lo llevan claro. No hace falta leer a Marx, sino la realidad. Hoy todo se fundamenta en el empleo, cuando no lo hay, pero sí dinero a mogollón. Con vuestro permiso voy a escribir al presidente del gobierno, con retazos de lo q
Santy, de Madrid: Con todo lo que está cayendo y lo que viene, o se plantean la renta básica, o algo muy parecido, o lo llevan claro. No hace falta leer a Marx, sino la realidad. Hoy todo se fundamenta en el empleo, cuando no lo hay, pero sí dinero a mogollón. Con vuestro permiso voy a escribir al presidente del gobierno, con retazos de lo q
Santy, de Madrid: Con todo lo que está cayendo y lo que viene, o se plantean la renta básica, o algo muy parecido, o lo llevan claro. No hace falta leer a Marx, sino la realidad. Hoy todo se fundamenta en el empleo, cuando no lo hay, pero sí dinero a mogollón. Con vuestro permiso voy a escribir al presidente del gobierno, con retazos de lo q
que este blog dice. (No sé que ha pasado)
Veo lo que pasa en Francia. El gran problema es la exclusión social. No hay solución desde el empleo. He ido con reservas en este tema de la Renta Básica, pero cada vez lo veo más claro. Por cierto el profesor Werner tiene razón, todos queremos consumir, pero todos, al menos lo mínimo.
¿En Europa? Que empiecen por zonas deprimidas. Y con un trabajo. Si la gente no tiene nada que hacer se dicarán a quemar coches y destruir escaparates. Me cuesta mucho pagar mis bienes, para encima dar dinero a otros a que me lo rompan. Renta básica y pico y pala. No sólo pico. Richard.
¿Renta Básica? ¡Azúcar!
Tiene razón Richard: sobra pico. sobre todo ocurre con los políticos engañabobos y otros vendedores de humo. Al resto, que no dominamos ningún resorte del poder,no nos queda más que la palabra. Y, predicamos, con frecuencia en el desierto. y las más de las veces somos relegados al desierto por quienes deciden qué saldrá o no en la selva mediática. Sin ir más lejos, el Diario de León dedicaba su sección “A fondo” al tema de la reforma de la OCM del azúcar(21-11-2005) . Hoy(25-11-2005) informa sobre lo mismo, como viene haciéndolo puntualmente desde hace meses. Destaca la necesidad de mantener en nuestra provincia un cultivo de rentabilidad cada vez más dudosa según la ley de la oferta y la demanda. Los agricultores se aferran a su modo de vida. No quieren cambios. Y el gobierno les da finalmente la razón aunque sólo sea por inteligencia electoral, como en el caso de los mineros, de los pescadores o de los transportistas. El bando neoliberal es consciente de la necesidad de reformas y de la conveniencia de respetar las leyes del mercado, también en agricultura, pero carece de la suficiente sensibilidad social ante el drama humano que supone la necesaria reforma de la PAC, con la paulatina reducción de subvenciones y cultivos, o la reorientación productiva de los mismos. Parece que, cuando surge un problema, basta con ofrecer dinero para acallar las críticas y salvar la cara con promesas de futuro engañosas. Pero el problema es más bien de mentalidad. ¿Quiénes proponen medidas estructurales o verdaderamente innovadoras que den opciones atractivas para mantener población en el medio rural? ¿o para que a ciertos jóvenes en paro no les dé por quemar media Francia? Yo no las he escuchado de nuestros políticos.
En ARENCI (Asociación Renta ciudadana, la cual presido desde la pasada primavera) hemos estudiado el tema con detenimiento y proponemos una medida estructural capaz de crear una base sólida sobre la que apoyar medidas ulteriores: La Renta Básica de Ciudadanía. Esta medida permite respetar los principios del mercado y, al mismo tiempo, que se hagan efectivos la rentabilidad social, la innovación económica, y el principio elemental de solidaridad. Ramiro Pinto dedica un epígrafe a “La cuestión agraria” en su libro Los fundamentos de la Renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo. Teoría alternativa sobre economía política en la sociedad tecnológica y del bienestar (Entimema, Madrid 2003), págs 291-321. ARENCI ha renovado estos planteamientos y propone, desde hace meses, la implantación de una Renta Básica Europea. En otros ámbitos no se llega a tanto, pero ya se apuntan medidas que, a mi parecer, suponen un paso más hacia la renta Básica. Entiendo así la propuesta de Mariann Fischer consistente en dar una renta garantizada a todos los agricultores afectados por la reforma de la PAC. La idea de fondo queda expresada en el artículo titulado “Por una renta básica europea”. Hace tiempo que lo envié al Diario de León para Tribuna, sin que se haya ofrecido a la opinión pública. Pienso que ahora, con el debate candente sobre la OCM del azúcar, sería buen momento para dar a conocer estas ideas. A tal efecto, la envié nuevamente hace días, pero sin resultado positivo. Quizás porque toca hablar de las clases de religión y del dichoso estatuto de Cataluña. Aprovecho para comunicaros que el próximo sábado, día 26, ARENCI participará en el Congreso Regional de Servicios Sociales con una comunicación que presentaré a las 18:30h. , con el título de RENTA BÁSICA, NUEVO PARADIGMA DE POLÍTICA SOCIAL
Atentamente.
Horacio García Pacios
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