martes, noviembre 08, 2005
¿Quien paga realmente los impuestos?
EL siguiente articulo de Wilfried Herz, ha sido publicado en "Die Zeit" (alemania), pretende ser una reflexión sobre la fiscalidad, con el objeto de determinar el cambio de modelo económico necesario para una nueva fiscalidad según la teoría del Prof. Werner, léanse los artículos de Octubre, sobre la propuesta de financiación de la renta Básica.
Como podemos observar el artículo en cuestión es de una vigencia actual extrema.
Podemos ver como hoy SEAT ha anunciado el despido de 1300 trabajadores con el fin de ahorrarse 50 millones de euros.
Esto nos demuestra la necesidad de cambiar de modelo económico, con el fin de salvaguardar nuestro estado de bienestar.
DIE ZEIT
18/2005
¿Quien paga realmente los impuestos?
¿Quien paga impuestos?, ¿Quién soporta la carga fiscal?
Por Wilfried Herz
El Ministro presidente Peer Steinbrück, de Nordrhein-Westfalia (Alemania), se enfadaba con los lobys económicos.
<<¿No tienen nada mejor que hacer? >> Después de la disminución de los impuestos de sociedades, >>Ya nos vienen con más exigencias.>> Criticaba el Socialdemócrata.. Después de reducir el impuesto del 25 al 19 porciento, era para el definitivo. Es el fin y la definitiva reducción de impuestos.
Detrás de las manifestaciones de Steinbrücks, se encuentra la pregunta de una correcta repartición de la carga fiscal entre ciudadanos y empresas.
¿Pero Quien soporta de verdad la carga fiscal?
Los científicos distinguen entre, los que pagan los impuestos y los que económicamente soportan la carga fiscal.
En el caso de los impuestos al consumo esta claro. En el caso del Impuesto de Valor añadido, es retraído por el productor y el comercio para hacienda, y queda la carga por norma general para el comprador y consumidor final. No es diferente con los impuestos especiales como los de la gasolina y el tabaco. Aquí también pagan los impuestos los productores, que se les grava a los conductores y fumadores.
En el caso del Impuesto de Sociedades, y todos los demás impuestos que se realizan a las empresas y autónomos. No es diferente >> En la mente social se concibe como >> Las empresas cargan con la presión fiscal>> En un análisis describen economistas del Deutschen Bank: Es un error, cuando no el popular dicho “También las empresas repercuten los impuestos”.
Al final se grava a las personas no a las empresas.
En el caso de sociedades anónimas, el impuesto de sociedades disminuye en primer lugar el beneficio de sus accionistas.
En el caso de que las ganancias se remuevan, tiene como consecuencia un dividendo menor, en el caso de que las ganancias se queden en la empresa, empuja el peso fiscal la acción.
Es casi comprensible que, la dirección de la compañía, no la pague con los accionistas. Es por ello que si el mercado lo permite, la dirección intentará esforzarse en repercutir la presión fiscal (así como otros costes), a los clientes, mediante un aumento de los precios.
En este caso son los consumidores los que soportan la presión fiscal.
Otra opción es negociar con los proveedores unos mejores precios.
A parte de esto puede la empresa, intentar en la próxima comisión negociadora o repercutir sobre los sueldos, los impuestos pagados. En este caso serian los trabajadores las victimas.
En el caso de las empresas unipersonales, la situación, a pesar de tener una carga fiscal diferente, es igual que en las sociedades anónimas.
En un futuro, no importará que forma jurídica tenga la empresa.
Políticos del SPD y Unión piensan en ello, y posibilitan a las empresas unipersonales regirse por las normas tributarias de las corporaciones.
A pesar del cambio el porcentaje del impuesto es importante. Este influye sobre donde y cuanto va a invertir una empresa. En la competencia internacional es una cuestión esencial donde tributa una empresa y donde comunica sus perdidas.
Contra menores sean los porcentajes alemanes, más atractivo es, pagar los impuestos en el país.
El juicio rápido de que unos menores impuestos sobre las empresas son injustos con respecto a los trabajadores, nos conduce a un error.
En teoría sería posible un sistema fiscal con un porcentaje de 0 sobre las empresas sin que se modifiquen las cargas fiscales que soporta la sociedad.
Como podemos observar el artículo en cuestión es de una vigencia actual extrema.
Podemos ver como hoy SEAT ha anunciado el despido de 1300 trabajadores con el fin de ahorrarse 50 millones de euros.
Esto nos demuestra la necesidad de cambiar de modelo económico, con el fin de salvaguardar nuestro estado de bienestar.
DIE ZEIT
18/2005
¿Quien paga realmente los impuestos?
¿Quien paga impuestos?, ¿Quién soporta la carga fiscal?
Por Wilfried Herz
El Ministro presidente Peer Steinbrück, de Nordrhein-Westfalia (Alemania), se enfadaba con los lobys económicos.
<<¿No tienen nada mejor que hacer? >> Después de la disminución de los impuestos de sociedades, >>Ya nos vienen con más exigencias.>> Criticaba el Socialdemócrata.. Después de reducir el impuesto del 25 al 19 porciento, era para el definitivo. Es el fin y la definitiva reducción de impuestos.
Detrás de las manifestaciones de Steinbrücks, se encuentra la pregunta de una correcta repartición de la carga fiscal entre ciudadanos y empresas.
¿Pero Quien soporta de verdad la carga fiscal?
Los científicos distinguen entre, los que pagan los impuestos y los que económicamente soportan la carga fiscal.
En el caso de los impuestos al consumo esta claro. En el caso del Impuesto de Valor añadido, es retraído por el productor y el comercio para hacienda, y queda la carga por norma general para el comprador y consumidor final. No es diferente con los impuestos especiales como los de la gasolina y el tabaco. Aquí también pagan los impuestos los productores, que se les grava a los conductores y fumadores.
En el caso del Impuesto de Sociedades, y todos los demás impuestos que se realizan a las empresas y autónomos. No es diferente >> En la mente social se concibe como >> Las empresas cargan con la presión fiscal>> En un análisis describen economistas del Deutschen Bank: Es un error, cuando no el popular dicho “También las empresas repercuten los impuestos”.
Al final se grava a las personas no a las empresas.
En el caso de sociedades anónimas, el impuesto de sociedades disminuye en primer lugar el beneficio de sus accionistas.
En el caso de que las ganancias se remuevan, tiene como consecuencia un dividendo menor, en el caso de que las ganancias se queden en la empresa, empuja el peso fiscal la acción.
Es casi comprensible que, la dirección de la compañía, no la pague con los accionistas. Es por ello que si el mercado lo permite, la dirección intentará esforzarse en repercutir la presión fiscal (así como otros costes), a los clientes, mediante un aumento de los precios.
En este caso son los consumidores los que soportan la presión fiscal.
Otra opción es negociar con los proveedores unos mejores precios.
A parte de esto puede la empresa, intentar en la próxima comisión negociadora o repercutir sobre los sueldos, los impuestos pagados. En este caso serian los trabajadores las victimas.
En el caso de las empresas unipersonales, la situación, a pesar de tener una carga fiscal diferente, es igual que en las sociedades anónimas.
En un futuro, no importará que forma jurídica tenga la empresa.
Políticos del SPD y Unión piensan en ello, y posibilitan a las empresas unipersonales regirse por las normas tributarias de las corporaciones.
A pesar del cambio el porcentaje del impuesto es importante. Este influye sobre donde y cuanto va a invertir una empresa. En la competencia internacional es una cuestión esencial donde tributa una empresa y donde comunica sus perdidas.
Contra menores sean los porcentajes alemanes, más atractivo es, pagar los impuestos en el país.
El juicio rápido de que unos menores impuestos sobre las empresas son injustos con respecto a los trabajadores, nos conduce a un error.
En teoría sería posible un sistema fiscal con un porcentaje de 0 sobre las empresas sin que se modifiquen las cargas fiscales que soporta la sociedad.
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