miércoles, noviembre 29, 2006

Miltón Friedman 1912-2006: Una Breve evaluación

Estimados lectores, ante la controversia y los abundantes comentarios del anterior articulo, quisiera, seguir con otro articulo sobre el mismo tema.

Quisiera llamar la atención sobre el problema monetario que plantea este articulo, enlazandolo con el articulo anterior sobre el legado de Friedmann, y que hace mencion a la teoria de Ford.

Para mi opinión es más importante la distribución de la renta, que el control de la inflacción mediante tecnicas monetaristas. Si miramos a los paises más avanzados, estos siempre soportan una mayor carga fiscal, que por ende proporcionan una mayor distibución de la riqueza.

Por eso yo confio más en la fiscalización que en el monetarismo.

Una mayor distribucion de la riqueza no implica adoptar medidas keynesianas. La distribución de la riqueza enlaza con una mayor calidad de vida social y un mayor bienestar general. De ahi que la Renta Básica sea una medida, que proporcione una estabilidad al sistema economico, al ser una costante de distribución.

Con una constante de Ingresos la inflación sera provocada por la oferta y la demanda, del mercado, por lo que deberia resolverse por el propio mercado, no mediante el encarecimiento del dinero. Como bien se argumenta en el articulo siguiente el dinero es neutral.



Milton Friedman 1912-2006: Una breve evaluación
Richard Du Boff
Zmag
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El núcleo de la filosofía económica de Milton Friedman, de la que provino todo lo demás, fue la proposición de que “la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario. “Díganme con qué rapidez se permite al gobierno que aumente el suministro de dinero, y les diré cuánta inflación infligirá a la economía de libre empresa – la que, a propósito ha existido siempre en USA.” “El hecho más importante sobe el monopolio empresarial es su relativa falta de importancia desde el punto de vista de la economía en su conjunto,” escribió Friedman en 1962. “Hay unos cuatro millones de empresas que operan separadamente en USA; unas cuatrocientas mil nuevas nacen cada año; una cantidad más pequeña muere cada año... En casi toda industria que uno pueda mencionar, existen gigantes y pigmeos lado a lado.” Mantengan de todas maneras al gobierno fuera de la economía y de las finanzas, comenzando por su monopolio del dinero de la nación, y nuestro sistema competitivo de libre empresa florecerá.
El triunfo definitivo de Friedman, dice la mayor parte de los artículos sobre su vida, tuvo lugar en los años setenta, cuando supuestamente refutó las políticas económicas de John Maynard Keynes. “Incluso cuando lo proscribían como alguien que se negaba a ver la realidad en asuntos económicos,” escribe Holcomb Noble en The New York Times (17 de noviembre), “predijo en los años sesenta que se acercaba el fin del auge económico. Cuenten con que aumentará el desempleo, dijo, y que la inflación aumentará, al mismo tiempo. La predicción se cumplió en los años setenta. Fue Paul Samuelson el que llamó al fenómeno stagflación. El análisis y la predicción del señor Friedman fueron considerados como un logro intelectual sorprendente y contribuyeron a que obtuviera el Premio Nobel por sus teorías monetarias.” Greg Ip y Mark Whitehouse (Wall Street Journal, 17 de noviembre) agregan que “Junto con el economista Edmund Phelps, el ganador del Premio Nobel de este año, el señor Friedman desarrolló también en los años sesenta la teoría de que los que deciden la política no podrían mantener un bajo desempleo permitiendo una inflación mayor. Este punto de vista influye en los principales bancos centrales en la actualidad, incluyendo a la Reserva Federal, ayudó a derrotar la inflación en los años setenta y preparó el ambiente para la baja inflación y el bajo desempleo en los años noventa y en la actualidad. Paul Volcker, que llegó a ser presidente de la Reserva Federal en 1970, fue el que puso en práctica la teoría monetarista, adoptando objetivos de suministro de dinero que elevaron las tasas de interés a niveles de dos cifras, sumió a la economía en una profunda recesión, y terminó por reducir drásticamente la inflación.”
Hablando del rápido aumento de los precios del petróleo como resultado de los recortes en la producción de la OPEC que comenzaron en octubre de 1973, Friedman dijo en 1974: “La crisis mundial ha pasado ahora su clímax. La cuadruplicación inicial del precio del petróleo crudo después de que los árabes redujeron la producción fue una reacción temporal que ha estado generando su propia cura. Los precios más elevados indujeron a los consumidores a economizar y a otros productores a aumentar la producción... A fin de mantener altos los precios, los árabes habrían tenido que restringir a cero su producción; no podrían mantener por mucho tiempo el precio mundial del crudo a 10 dólares por barril. Mucho antes de llegar a ese punto el cartel se derrumbaría.” (Newsweek, 4 de marzo de 1974).
En otras palabras, el dinero es “neutral”: ya que los aumentos en el precio del petróleo, o de cualquier otro precio, no producen un aumento en el acopio de dinero, no producirán inflación. Por lo tanto, aunque el cartel OPEC estaba aumentando sus precios, el mundo no sufriría, porque todos los demás bienes seguirían siendo producidos – y vendidos a precios más bajos. El precio promedio de los bienes en general cambiaría muy poco; la inflación sería insignificante; y no ocurrirían pérdidas reales de producción o de empleos.
Los precios del petróleo se situaban entre 3 y 4 dólares por barril antes del otoño de 1973; subieron a 14 dólares por barril en 1978 y a 35 dólares en 1981 – una “crisis” de ocho años según todas las pautas. Desde 1979, la Reserva Federal de USA, bajo Volcker, trató de hacer retroceder la inflación, no mediante el establecimiento de modelos de suministro de dinero (que en todo caso son difíciles de lograr) sino aumentando las tasas de interés a niveles récord. El resultado fue una severa recesión, que duró desde mediados de 1980 hasta 1982 – la depresión más prolongada desde los años treinta. Mientras la economía se contraía, el desempleo aumentaba, sólo porque la Reserva Federal aplicó un torniquete a la economía – no, como predijo Friedman en los años sesenta y setenta, porque el gobierno estaba creando y gastando demasiado dinero en la errónea creencia keynesiana de que podría estimular la economía y reducir la tasa de desempleo. “Cuenten con que el desempleo crecerá, dijo [Friedman], y la inflación aumentará, al mismo tiempo” (señala Noble del Times).
En realidad, mientras la tasa oficial de desempleo aumentó de un 5,8% en 1979 a un nivel récord en la posguerra de un 10,8% a fines de 1982, el suministro de dinero disminuía dramáticamente, creciendo un 13,3% en 1979 y sólo un 3,8% en 1982. También podría preguntarse por qué una Reserva Federal friedmanita habría permitido algún crecimiento en absoluto del dinero mientras los niveles de precio aumentaban.

Lo que sigue es el cuadro de cómo se veía la relación entre el suministro de dinero y la inflación que supuestamente se siguen de cerca, durante el tiempo del triunfo de Friedman:

En 1977 hasta 1981: El suministro del dinero aumentó en un 32%, los precios en un 50%.
En 1982 hasta 1986: El suministro del dinero aumentó en un 53%, los precios en un 14%.
Y después:
En 1983 hasta 1992: El suministro de dinero aumentó en un 97%, los precios en un 41%.
En 1993 hasta 2004: El suministro de dinero aumentó en un 21%, los precios en un 31%.

A partir 1990, la mayoría de los economistas y de las autoridades financieras creyeron que el suministro de dinero debería ser medido como “M2,” lo que incluye no sólo a la moneda (efectivo) en manos del público y de las cuentas bancarias de cheques (“M1”, como mostrado arriba), sino también cuentas de dinero del mercado y depósitos de ahorro. Según esa medición los valores desde 1993 hasta 1994 se verían sustancialmente diferentes (los otros tres períodos no): El suministro de dinero M2 aumentó un 84%, los precios un 31%.
En cuanto al legado de Milton Friedman, pocas veces en la historia se ha acumulado tanto encomio en tan poco. No precisa para juzgar el resto del edificio totalmente antiestatal de Friedman (no tengo el estómago) – su oposición a toda forma de regulación y de gastos gubernamentales (excepto los militares), su oposición a la educación pública y a la Seguridad Social... y su papel como asesor económico del régimen de Pinochet en Chile que realizó un golpe en 1973 contra el presidente democráticamente elegido, Salvador Allende. Pero el golpe, para Mr. Friedman “no fue más que un bache en la ruta,” nos asegura Noble del Times, aunque uno se pregunta de qué ruta se habrá tratado.
http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=10&ItemID=11445

viernes, noviembre 24, 2006

El Legado de Milton Friedman

Este articulo ha sido publicado en la Tribuna del Diario de León(23.11.2006). Considermos que es un articulo muy interesante, de ahi que lo traslademos a este Blog.


El legado de Friedman

LA VELETA

ANXO GUERREIRO

LA PASADA semana falleció Milton Friedman, uno de los más influyentes economistas del pasado siglo. Su figura y su pensamiento, objeto de las más duras controversias, son inseparables de la deriva neoliberal del capitalismo moderno y de sus devastadoras consecuencias económicas y sociales. Después de la segunda guerra mundial, el capitalismo vivió treinta años de crecimiento regular en un clima de estabilidad sorprendente y de progreso social constante. Ello se debió a que fueron respetadas las tres grandes regulaciones que existían en todos los países desarrollados.
La de Kaynes (utilización de las finanzas públicas para amortigüar las oscilaciones del sistema). La de Beveridge (asegurar la protección social).
Y la de Henry Ford (salarios elevados para garantizar el consumo).

El resultado fue un cuarto de siglo de crecimiento más o menos lineal. Entonces se produjo un acontecimiento intelectual inaudito. Un grupo de profesores de Chicago, encabezados por Friedman, elaboró una nueva doctrina según la cual el mundo, tras milenios de pobreza, era por fin rico. Según Friedman, ello se debía a que se había inventado un motor eficaz, el capitalismo y la libre empresa, y un potente carburante, el beneficio. Y cuanto más beneficio se consiguiese, mayores serían los logros del sistema. Librémonos entonces de los impuestos, de los obstáculos que para el mercado representan los servicios públicos y la Seguridad Social, y de las múltiples reglas que limitan el beneficio acumulable de las empresas. Sea cual sea la actividad en cuestión, el equilibrio alcanzado por el mercado es el mejor posible y cualquier intervención pública sólo puede deteriorarlo. Ese era el núcleo duro del discurso de Friedman.

Esta filosofía simplista, que aboga por el afán de ganancias, la reducción de impuestos y la disminución de la influencia del Estado, logró la adhesión de los patronos de la economía y las finanzas en un tiempo récord. Posteriormente las fuerzas políticas, los Gobiernos y las más diversas instituciones se sumaron masivamente a esta doctrina en Norteamérica, Europa, Japón y los dragones asiáticos.
Treinta años después, las tres grandes regulaciones han desaparecido, los ricos se han enriquecido todavía más, las desigualdades se han ahondado profundamente tanto entre el Norte y el Sur como en el interior de todos nuestros países, la pobreza masiva ha reaparecido en los países desarrollados, la protección social se erosiona en todas partes, los servicios públicos están amenazados, el sistema se ha vuelto inestable y ha registrado seis grandes crisis financieras en quince años, todas ellas, hasta el momento, contenidas en el marco regional, y elagotamiento de los recursos y la contaminaciónprogresan inexorablemente.

Tal es el terrible legado de Milton Friedman.

viernes, noviembre 17, 2006

Ricos, grandes empresas y multinacionales ganan

Nuestros compañeros de ATTAC, han hecho público, un comunicado referente a la nueva reforma fiscal, recientemente aprobada por el Gobierno de Zapatero.

Nos hacemos eco, de parte de sus demandas, sobre todo, en referencia a ese 23% del PIB, que se escapa al fisco y que supone mucho más de la pequeña rebaja que se hace a los ciudadanos en el IRPF. Esto nos daría margen para la creación de la Renta básica y el desarrollo de el estado de bienestar.

Poco hacen todos los gobiernos por que aflore toda la economía sumergida de nuestro país, que se encuentra en la bolsa y en la vivienda, dos de los tres motores de la economía en plena burbuja. El tercer motor es el consumo, que con el aumento de las hipotecas y el IPC, pronto no carburara adecuadamente y que es necesario gravar para crear un sistema económico sostenible.





La reforma fiscal de Zapatero
Ricos, grandes empresas y multinacionales ganan, la ciudadanía pierde

ATTAC-España

El Congreso aprueba la “Ley del impuesto de la renta sobre las personas físicas y de modificación parcial de las leyes sobre los impuestos de sociedades, sobre la renta de no residentes y sobre el patrimonio” y la “Ley de medidas para la prevención del fraude fiscal”
El Congreso de los Diputados aprobó el 2 de Noviembre de 2006 dos leyes de suma importancia para la ciudadanía española, dos leyes que son claves en la presente legislatura y que regulan, una el régimen fiscal y la otra los mecanismos de prevención del fraude fiscal.
La ley que orienta la reforma fiscal pretende incentivar el crecimiento reduciendo la presión fiscal muy especialmente sobre las capas altas, esto supone reducir los impuestos a las rentas del capital en detrimento de las del trabajo.
a) Consolida la aplicación de un tipo único de un 18% para las rentas del capital, que en general es significativamente inferior a la media de las rentas del trabajo. A las rentas del trabajo se les seguirá aplicando una escala progresiva, lo que no se hará con las del capital.
b) Reduce el impuesto de sociedades del 35% al 30% para las grandes empresas y a un 25 para las medianas y pequeñas.
c) Reduce el tipo máximo del IRPF del 45% al 43% y de 5 a 4 los tramos impositivos.
Esta ley disminuye la equidad y la progresividad del sistema fiscal (que pague más quien más tenga) y refuerza las reformas de gobiernos anteriores, cargando más la presión fiscal sobre los trabajadores asalariados y autónomos y los pequeños empresarios. Reducirá en 6000 millones de euros anuales la capacidad recaudatoria del Estado, significará necesariamente un aumento de los impuestos al consumo y mermará los recursos necesarios para financiar los servicios sociales en España y en general las políticas públicas de bienestar.
Hay que decir que la presión fiscal en España está 5 puntos por debajo de la media europea y que también el presupuesto de servicios sociales en España está 6 puntos porcentuales por debajo de la media europea, en relación al PIB (producto interior bruto). Aun así todo augura que los efectos de la ley obligarán a corto plazo a reducir el gasto público del que se benefician una mayoría de ciudadanos.
En lo referente a la Ley de Prevención del Fraude Fiscal hemos de decir que Attac la valora positivamente como un intento de perseguirlo en España, que según estimaciones solventes, supone alrededor del 23% del PIB de nuestro país. Pero quiere señalar, con toda firmeza, que de la actitud de la Agencia Tributaria y del propio Ministerio de Economía y Hacienda, no se desprende una voluntad clara de acabar con él, con la evasión de capitales y con la economía sumergida. La insuficiente dotación de medios técnicos – humanos y materiales- de que los servicios de Inspección adolecen, tanto hoy como previsiblemente en el futuro próximo - a juzgar por lo que al respecto reflejan losPresupuestos Generales para 2007- nos hace albergar escasas esperanzas respecto a la erradicación progresiva de tan elevado volumen de fraude sea una realidad”.
Así que no es de extrañar que la mitad aproximadamente de los billetes de 500 € circulen en España, o que la economía sumergida en España signifique más del 23% del PIB, o que prácticamente todas las inmobiliarias acepten sin problemas el dinero negro, o que las grandes empresas no puedan ser investigadas por falta de medios humanos de inspección, o bien que, a estas horas, todavía el Ministerio de Economía y Hacienda no haya hecho una apreciación del monto del fraude fiscal en nuestro país.

Pero no solo investigar el fraude en estas condiciones es imposible, también resulta un “brindis al sol” la normativa que trata de regular las medidas de prevención del blanqueo de capitales (Ley del 2003 y Reglamento de 2005) En ese sentido el Servicio para la Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac), órgano ejecutivo de la Comisión de Blanqueo, compuesta por representantes de varios ministerios y que depende presupuestariamente del Banco de España, sólo investigó a 14 entidades financieras de las 6.500 censadas en España (según valoración del GAFI, Grupo de Acción Financiera Internacional). O bien, también valora el GAFI que no hay una mínima supervisión de las actividades que desarrollan los despachos de abogados, notarías, inmobiliarias, registradores, asesores, joyeros y casinos, hasta hace poco se dedicaban para todos ellos sólo dos inspectores para toda España, ahora ha aumentado a cuatro. El número de comunicaciones sobre operaciones sospechosas entre los años 2001 y 2004 se redujo a la ridícula cifra de 18.
Y son estas profesiones de mucho riesgo y de obligada inspección, ya que sobretodo en el caso de notarías e inmobiliarias son sectores sensibles a operaciones relacionadas con clientes residentes en Paraísos Fiscales. Y es en este sentido que ATTAC pidió al Gobierno Español en 2005 y como medida necesaria para combatir la evasión, el blanqueo de dinero y el fraude fiscal, que formule leyes que impidan que sean reconocidas por el ordenamiento jurídico español las sociedades mercantiles y entidades financieras registradas en estos Paraísos Fiscales, eso sí sin respuesta alguna del Ejecutivo.
EN CONCLUSIÓN:
Attac quiere informar a la ciudadanía que:La ley que despliega la reforma fiscal es una ley regresiva que significará una sociedad más desigual, con menos servicios públicos y menos cohesionada. Que la apuesta normativa del Gobierno para prevenir el Fraude Fiscal no será efectiva si no existe una mayor voluntad política que se traduzca en promover medios humanos para la supervisión fiscal de las grandes empresas, que son las que menos se inspeccionan, así como de despachos de abogados, notarías, registradores de la propiedad, etc… Tampoco será efectivo mientras el Gobierno no ponga medios para controlar la evasión y el fraude fiscal vía Paraísos Fiscales identificados en la OCDE.En general se confirma que son los ciudadanos de a pie los que pagan el grueso de los impuestos.
ATTAC-España - 8 de noviembre de 2006

martes, noviembre 14, 2006

CURSO DE DERECHOS HUMANOS Y RENTA BASICA

Desde ARENCI, nos comunican los siguientes eventos, organizados por la Red Renta Básica, por si algun lector esta interesado.


Del 20 al 24 de noviembre se realizará el curso organizado por la Red Renta Básica y el Institut de Drets Humans de Catalunya cuyo detalle se puede obtener en http://www.nodo50.org/redrentabasica/index.php.

Del 20 al 24 de novembre es realitzarà el curs organitzat per la Xarxa Renda Bàsica i el Institut de Drets Humans de Catalunya el detall del qual es pot obtenir a http://www.nodo50.org/redrentabasica/index.php.

Red Renta Básica
Xarxa Renda Bàsica
http://www.redrentabasica.org/



Programa del VI Simposio de la Renta Básica

Universidad de Santiago de Compostela y Red Renta Básica

Día 30 de noviembre, de 16:30 a 17:30 horas:
Presentación(Ramón Máiz y Daniel Raventós)

Mesa día 30, de 18 a 20:30 horas:
“20 años de debates sobre la Renta Básica: balance filosófico y perspectivas”

Moderador: Luis SanzoAntoni Domènech (Universitat de Barcelona)
Ramón Máiz (Universidad de Santiago)
David Casassas (Universidad de Louvain)
María José Añón (Universitat de València)
José Antonio Noguera (Universitat Autònoma de Barcelona)
José Luis Rey (Carlos III de Madrid)
Luis Moreno (CSIC)

Día 1 de diciembre, Mesa de la mañana (10 a 12:30h):
“20 años de debates sobre la Renta Básica: balance político y perspectivas”
Moderador: Francisco RamosRubén Lo Vuolo (Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas, CIEPP, de Buenos Aires, Argentina)
Daniel Raventós (Universitat de Barcelona)
Imanol Zubero (Diversidad del País Vasco)
Ricard Gomà (Universitat Autònoma de Barcelona)
Sara Berbel (Institut Català de la Dona)
Santiago Lago (Universidad de Vigo)

Día 1 de diciembre, Mesa de la tarde (16:30 a 18:30)
“¿Cómo ven la Renta Básica algunos agentes sociales de Galicia?”

Esta mesa estará formada por algunos representantes de partidos, sindicatos y movimientos sociales gallegos.

Habrá también una pequeña presentación de la revista Basic Income Studies

jueves, noviembre 09, 2006

Mensaje al XI Congreso Internacional de la Red Mundial de la Renta Básica

Adjuntamos un interesante mensaje del Presidente de Brasil en el XI Congreso Internacional de la Red Mundial de la Renta Básica. Extraido de la Pagina Web: www.sinpermiso.info.



Mensaje al XI Congreso Internacional de la Red Mundial de la Renta Básica
Luiz Inácio Lula da Silva · · · ·
·

05/11/06


Mensaje del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva al XI Congreso Internacional de la Red Mundial de la Renta Básica, que se realiza estos días en Sudáfrica.
Brasilia, Octubre de 2006.

- Señoras y señores:

Me dirijo a los participantes del XI Congreso de la Red Mundial de la Renta Básica para saludarlos en mi nombre, en el del Gobierno y en del pueblo brasileño.
Considero de la mayor relevancia la realización de encuentros como éste, porque en ellos se discute una de las cuestiones que deben ser prioritarias en la agenda de los gobernantes de todos los países: la eliminación total del hambre y la miseria en el planeta. Es inadmisible que todavía subsista el flagelo del hambre, considerando todos los recursos naturales de que disponemos y la producción alimenticia industrial en el mundo. Por eso, son muy loables las discusiones como las que tendrán lugar en este encuentro, que ciertamente inspirarán a los dirigentes políticos a adoptar medidas que acuerden con las resoluciones que saldrán del mismo.

En toda mi trayectoria política, me acompañó la idea fija del derecho de todos los ciudadanos a tener, por lo menos, tres comidas diarias. Tomaba como base mi propio país, el Brasil, donde una gran parte de sus habitantes están desnutridos por no poder alimentarse adecuadamente, siquiera una vez al día con regularidad. Eso no podía continuar y alcanzar aquella meta fue uno de los motores que impulsaron mi obstinada lucha por llegar a la presidencia de la República Federal del Brasil.

Llevado al poder por la voluntad de la amplia mayoría de nuestro pueblo, me lancé directamente a la tarea de institucionalizar la garantía de una renta mínima que posibilitara a las familias poder alimentarse adecuadamente. Así, finalmente en enero de 2004, después de su aprobación por el Parlamento brasileño, aquella garantía pasó a tener estatus legal con vigor a partir de 2005. Entretanto, no esperé la oficialización de la renta mínima: ya al iniciar nuestra administración, en 2003, creamos el programa “Hambre Cero”; realmente, un conjunto de programas que tendían a mejorar la condición de vida de la gente, particularmente a dos millones de necesitados. Uno de esos programas fue denominado “Bolsa-Familia”, que pretendía proporcionar auxilio mensual en dinero para las familias pobres con el propósito de complementarles la renta y de ese modo garantizar a sus miembros alimentación apropiada y cubriendo las necesidades básicas. Ese beneficio exige algunas contrapartidas, como la presencia de los niños y niñas en la escuela.

Luego de casi cuatro años de funcionamiento de la “Bolsa-Familia”, lo que vemos con mucha alegría, es la reducción de los niveles de miseria y una mejora en la condición de vida de las familias al punto que miles de ellas ascendieron a la clase media. La renta mensual de los beneficiarios del programa aumentó en 21 por ciento, de acuerdo a la encuesta realizada al final de 2005. El relevamiento muestra que 61,7 por cieno de los adultos y 66 por ciento de los niños y niñas que participan del programa acceden a tres o más comidas todos los días. Finalmente, como no podía ser de otra manera, las familias apoyaron positivamente el programa.
Estudios anteriores revelaron que la “Bolsa-Familia” tiene impacto positivo también en la renta de los municipios brasileños. Según la encuesta, en algunas localidades, el programa llega a representar más del 40 por ciento del total la renta municipal. Se dinamizaron las economías de las pequeñas ciudades, porque los productos consumidos por las familias son adquiridos predominantemente en el comercio local.

No me considero totalmente satisfecho, todavía. Aún falta mucho por hacer para lograr la meta ambiciosa – que continuando persiguiendo – de erradicar el hambre en Brasil.
Entre tanto, entiendo que estamos en el camino correcto. Juntamente con otras acciones gubernamentales y de organizaciones privadas que han implementado proyectos generadores de renta, creemos poder avanzar todavía más en la dirección de nuestro objetivo final.
Deseo a los participantes de este encuentro trabajos muy productivos, al final de los cuales ciertamente surgirán propuestas que contribuirán efectivamente para la disminución, la mayor posible, de la pobreza en la Tierra.

Reciban todos mi fraternal abrazo: Luiz Inácio Lula da Silva

Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez

domingo, noviembre 05, 2006

Rentas de indigencia en los estatutos autonómicos

Adjunto una tribuna de José Antonio Pérez, publicada en el Diario de León el(21.10.2006), y que nos describe muy bien, las últimas inclusiones en los estatutos de la Renta Básica, y la problematica existente con su denominación.

Tribuna

UNA moda causa furor entre los redactores de los estatutos autonómicos. Consiste en incluir en el articulado una mención al derecho de los pobres del respectivo ámbito territorial a percibir una renta básica. Este aspecto, en el que algunas lecturas apresuradas han querido ver un signo de gran progreso social, no constituye otra novedad que la puramente semántica. Pues, de hecho, se trata de una cláusula que, haciendo un uso nominalmente oportunista de una idea mucho más liberadora de la que más adelante se hablará, no aporta nada nuevo al campo de los derechos ciudadanos, limitándose a dejar las cosas tal como estaban antes.

El Estatuto de Cataluña, en su Art. 24.3, dispone que: «Las personas o las familias que se encuentran en situación de pobreza tienen derecho a acceder a una renta garantizada de ciudadanía que les asegure los mínimos de una vida digna, de acuerdo con las condiciones que legalmente se establecen.» Por su parte, el proyecto de Estatuto de Andalucía, en su Art. 23.2, afirma que «Todos tienen derecho a una renta básica que garantice unas condiciones de vida digna y a recibirla, en caso de necesidad, de los poderes públicos con arreglo a lo dispuesto en la ley».

Al aludir a una renta garantizada de ciudadanía restringida sólo a los pobres, el texto catalán es manifiestamente equívoco. Para que la renta básica merezca el apellido ciudadano una elemental lógica exige que sea un derecho garantizado a toda la ciudadanía, y no sólo a los que están en situación de pobreza. Pues, apurando el hilo dialéctico, la vinculación entre ciudadanía y pobreza conduciría al absurdo de que sólo los pobres tuvieran consideración de ciudadanos. La introducción de cláusulas similares en los estatutos andaluz, valenciano y otros supone que los políticos de cada «realidad nacional» concreta han tomado el rábano por las hojas, y en vez de ir a la raíz de las cosas se limitan a cambiarle la etiqueta a algo que ya existe. Aprovechando la vasta amplitud semántica que ofrece una expresión como «renta básica», la celebrada novedad estatutaria no es más que una pirueta lingüística que consolida esas rentas de indigencia que concede el auxilio social heredero de las Poor Laws, las Leyes de Pobres Isabelinas promulgadas en la Inglaterra de 1597.

Con mayor o menor cicatería, los servicios sociales de las distintas administraciones autonómicas ya conceden prestaciones dinerarias a las personas que acreditan hallarse en situación de acusada pobreza. Circunstancia que los interesados deben demostrar sometiéndose a las severas y a menudo humillantes inspecciones de dichos servicios. Es lo que en el argot asistencial se conoce como prueba de recursos (means test). Son prestaciones inspiradas por ese principio de la hipocresía política que persigue la «inserción social» de los afectados.

Parece haberse olvidado que un genuino ciudadano no necesita ser «insertado» en ningún lugar, pues forma parte por propio derecho del cuerpo social en el que reside la soberanía. Por ello, frente a ese tipo de renta de indigencia que los estatutos autonómicos se empeñan en mantener, en el debate social cobra cada vez mayor fuerza la propuesta de un ingreso incondicional. Ello se traduce en una auténtica renta de ciudadanía pagada con carácter universal, que ofrezca a toda persona la garantía de que no le ha de faltar un suelo material mínimo sobre el que construir una vida en libertad. Y no estará de más recordar que, más allá de la libertad formal invocada por los nominalistas, la libertad real de una persona sólo es posible cuando puede vivir sin permiso de otros. Las ayudas de beneficiencia no dejan de ser un permiso de circulación condicional.

Una renta que no tenga la contrapartida del trabajo suscita abundantes críticas, que invocan el tópico fácil de la holgazanería. Sin embargo, en un artículo publicado en la revista Boston Review, el nobel de Economía Herbert A. Simon sostiene que, probablemente, no menos de un 90% de los ingresos generados en las sociedades ricas depende no de la productividad individual, sino del capital social. De manera que no carecería de fundamento moral abogar por un impuesto sobre la renta con tipos elevados, que devolviera la riqueza a sus auténticos propietarios: el cuerpo social en su conjunto. Es un argumento de peso para una renta de ciudadanía cuya función esencial sea la de distribuir entre todos los miembros de la sociedad una riqueza que es el resultado de las fuerzas productivas de la sociedad en su conjunto y no de una simple suma de trabajos individuales.

En definitiva, el concepto de la renta básica adopta la forma de una renta garantizada de forma incondicional a todos los individuos, sin necesidad de someterse a una prueba de recursos o de estar realizando algún tipo de trabajo. Se trataría de un ingreso pagado por el Estado a cada miembro pleno de la sociedad de forma absolutamente incondicional. Lo que implica que lo recibirá cada persona:
a) incluso si no quiere trabajar;
b) sin tener en cuenta si es rico o pobre;
c) sin importar con quien vive;
d) con independencia de la parte del país en la que viva.

Exactamente igual que el derecho al voto. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 19,9% de la población española vive en situación d e pobreza relativa. El umbral de pobreza se sitúa en 5.177 euros anuales o 431 euros mensuales. Pues bien, uno de cada cinco españoles malvive con menos de esa cantidad. Y no estamos hablando de mendigos, sino de desempleados de larga duración y pensionistas, es decir, ciudadanos perfectamente integrados en una sociedad a la que han aportado lo mejor de sus esfuerzos vitales.

Y lo más sangrante de todo es que estamos hablando de 8,5 millones de ciudadanos pobres por decreto, puesto que, tanto los subsidios de desempleo como las pensiones mínimas, se fijan por el Gobierno a través de Decretos Leyes sancionados por el Rey.
Promete el proyecto andaluz que su renta básica se otorgará con arreglo a lo dispuesto a la ley. Lo cual hace temer lo peor, a la vista de un precedente como el de la Ley 4/2005, de 28 de octubre, del Salario Social Básico, vigente en el Principado de Asturias: «Se entiende por salario social básico la prestación económica periódica dirigida a las personas que carezcan de recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, sobre la base de la unidad económica de convivencia independiente» (art: 3.1).
No cabe la menor duda de que se trata claramente de una ley de pobres, no de ciudadanos, puesto que el primer requisito exigido es el de carecer de recursos económicos. Con el agravante de que, hablando coloquialmente, esta ley no saca de pobre al recepto de la ayuda: «El importe de la prestación del salario social básico cubrirá la cantidad necesaria para completar los recursos de la unidad de convivencia hasta alcanzar las siguientes cuantías mensuales [¿] a) para una sola persona perceptora se establece un módulo básico de 365 euros mensuales» (art: 4.1).

Dicho de otro modo, si el interesado no tiene ningún ingreso percibirá 365 euros mensuales. Y en caso de que tenerlo, la diferencia hasta dicha cantidad. Está claro que se le condena por ley a malvivir por debajo de los 431 euros del umbral de pobreza.Más generosa es la «renta básica condicional» que paga el Gobierno vasco a los pobres de su territorio. Garantizando el 87% del Salario