domingo, septiembre 23, 2012

Uniendo Puentes

Estimado Lectores:

Desde estas paginas os animamos a participar el día 25 de Septiembre, en la manifestacion pacifica de ocupación del Congreso.

Los políticos aunque no se den por aludidos cada vez se tienen que enfrentar a los ciudadanos en todos los actos oficiales.  Basta ya de tantas prevendas y que se apliquen las leyes que hacen para los demás.

Os proponemos un articulo que ha llegado hasta nuestro correo, al parecer publicado el día 6 de Septiembre en un Diario Alemán, con el fin de ir tendiendo puentes entre las naciones.

Hay que evitar a toda costa que como en Cataluña los que gobiernan ante las medidas que toman y su incapacidad demostrada, busquen el enfrentamiento a través de un falso nacionalismo, cuyo único objetivo es mantenerse en el Poder, a la vez que se provoca otro nacionalismo español que distrae a los ciudadanos de las necesidades reales y las alternativas.

Cada día hay más ciudadanos conscientes de que no se están tomando las medidas adecuadas.

Os dejamos con el articulo firmado por Stefanie Claudia Müller.


  Traducción de un artículo publicado el jueves en varios periódicos económicos alemanes, por su corresponsal en España



Hoy, 6 de septiembre, se encuentran en Madrid los gobiernos de Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de empresarios, y donde seguro hablarán sobre las condiciones para poder otorgar más ayudas financieras a España o a su sistema bancario. En los dos lados se ha elevado el tono en los últimos meses y es con gran expectación que España espera ahora la decisión que va a tomar el Tribunal Constitucional alemán, que esa sí es crucial, el día 12, sobre la conformidad o no del rescate europeo y las obligaciones derivadas para los alemanes.
 
En Alemania crece la critica contra la supuesta "mentalidad de fiesta" de los españoles; en España los medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la canciller Merkel. Pensamos que la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.
 
España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas. Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado.
 
Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público -234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables. Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15- o pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de primer nivel.
La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio. En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.
 
Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos de rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000, y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas.
 
Control estricto y duras condiciones. Ya el caso de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control estricto y condiciones duras. Esas condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa . Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar. Además, los casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por  personas tan increíblemente venales.
 
La pasada semana el ministro de Industria Soria -imputado también por corrupción urbanística en Canarias- acusó al ministro de Hacienda en el Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías, que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente. Y Rajoy, al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada.
 
No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.
 
Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la pasada semana son escalofriantes. El déficit del Estado a julio ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de gasto a julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.
 
El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción, y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España. En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB; a finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda precisión. A finales de marzo, se dijo que definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento de la capital igual… el déficit era ya del 8,7%.
 
Sin embargo, la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único que sabemos es que están todas infravaloradas. El déficit real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando el doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy, “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de convergencia hacia Grecia.
 
Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel y también a Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro. Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda Europa.
 
Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la OECD. La antaño fuerte clase media española está siendo literalmente aniquilada.
 
Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis económica de su Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación para varias generaciones.
 
*Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista;

domingo, septiembre 16, 2012

España, cuesta abajo y sin frenos, el mayor logro de Rajoy.

Queridos lectores:


Llevamos cierto tiempo sin publicar comentarios económicos, esta crisis hace cada día más patente la necesidad de una renta básica de ciudadanía universal.



La realidad nos empuja cada vez más al agujero del desastre promovido por el actual gobierno, que se parapeta en reformas absurdas, interesadas e inconstitucionales cercenando derechos y voluntades del pueblo.

Todas las medidas económicas tomada nos conducen más hacia el agujero al no realizar las reformas necesarias, sino que se están realizando reformas muy interesadas por unos pocos.

Son necesarios los recortes, por supuesto, pero no en Sanidad y Educación ahí quizás fuese necesaria cierta racionalización que no son recortes. Pero si son necesarios los recortes en los sueldos de los políticos, los cargos de asesores, las empresas semipúblicas coladeros de enchufados, coches oficiales y gastos varios. Se puede recortar en defensa, reorganizar el sector eléctrico en lugar de ponerles un impuesto que lo trasladaran al recibo y no solo perjudicara a nuestras empresas sino que lo acabaremos pagando todos.

Al margen de reducir el gasto es necesario controlar los ingresos, en lugar de apartar a los técnicos de hacienda del caso Urdangaring, es necesario todo lo contrario.

El aumento del déficit viene provocado por un estancamiento de la recaudación. La nefasta reforma laboral y la reducción de sueldos a los funcionarios es uno de los factores principales de la caída del consumo y por ende del declive de las cuentas publicas.

Como bien argumenta el premio nobel Stigliz, la austeridad nos esta conduciendo a un pozo sin fondo que se retroalimenta. Menores sueldos, y más impuestos reducen la capacidad de consumo.

Todas las reformas que está tomando el gobierno tiene unos interese claros, como fue toda la oposición contra peor mejor.

Si la sanidad funciona mal, a las empresas privadas del ramo les ira mejor. Si la educación va mal, a la educación privada y concertada les ira mejor.

Este gobierno esta actuando con alevosía y nocturnidad, incumpliendo sistemáticamente todas sus promesas electorales puesto que si las cumpliera mal que bien, estaríamos la economía estaría mucho mejor.

Os proponemos un articulo de Stigliz publicado en

http://economia.elpais.com/economia/2012/09/15/agencias/1347698484_169769.html



Stiglitz advierte de que pedir el rescate podría ser un suicidio para España


En una entrevista con EFE Stiglitz ha dejado claro que la oferta del Banco Central Europeo de una compra ilimitada de bonos a cambio de satisfacer condiciones aún no especificadas "suena claramente a rescate" y a una oferta de ayuda "a cambio del suicidio".

A juicio del estadounidense, que ha promocionado en Madrid el libro "El precio de la desigualdad" (Taurus), la cuestión es saber si lo que las autoridades monetarias pretenden es ayudar a los ciudadanos o a los bancos que incurrirían en pérdidas en caso de que España no pudiese refinanciar su deuda.

Muy crítico con las políticas de austeridad a ultranza, el Nobel de Economía de 2001 tiene claro que Europa debería poner el foco en el crecimiento y la inversión si quiere reestructurar su economía, y cree que "el diagnóstico alemán está absolutamente equivocado" cuando acusa a países como España de gastar demasiado.

De hecho, si España no sólo no ha conseguido salir de la depresión, sino que cada vez profundiza más en ella, es porque los funcionarios internacionales han "subestimado" la magnitud de la crisis que provocarían con sus recetas de austeridad, según Stiglitz.

Aunque intenten achacar la responsabilidad a España por incumplir sus objetivos fiscales, la culpa es de un error de diagnóstico del problema y unas recetas equivocadas, añade.

Por este motivo aconseja al país que trate de buscar una fuerte alianza con Francia, Italia o Portugal frente a Alemania con el objetivo de cambiar el marco europeo. Y si esto no funciona, apunta hacia una fractura del euro como mal menor frente a una depresión de la que no se ve la salida.

"Se puede ser miembro de la UE sin compartir una misma moneda. Los arreglos de divisas a menudo han sido relativamente a corto plazo", remacha Stiglitz con el ejemplo de los treinta años que duró el patrón oro establecido en Bretton Woods (1944-1971).

A pesar de que reconoce que la ruptura fue "dramática" hasta que el mundo se acostumbró a otro sistema.

En todo caso, el mejor escenario para Stiglitz, que ha ingresado en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras española en acto celebrado en CaixaForum Madrid, sería que Alemania diese su brazo a torcer y aceptase mutualizar la deuda europea, ordenar un marco bancario común "rápidamente" y promover una armonización fiscal.

La cuestión es superar ideas "falaces" -según su definición- como que la economía de un país es como la de una familia.

"Si una familia recorta en su gasto no tiene ningún efecto en la sociedad. Si un gobierno recorta, la demanda total caerá y el paro subirá. Y la capacidad de devolver lo que debe baja, sus ingresos impositivos caen y su gasto en desempleo y programas sociales sube", enumera Stiglitz.

Para el norteamericano -defensor de movimientos como el 15-M y Occupy Wall Street- este es "exactamente el razonamiento por el que Europa está fallando", y los déficit en los presupuestos no han mejorado como la gente esperaba.

"Las consecuencias han sido distintas de lo que esperaba la gente que dice que un país debe gobernarse como una economía doméstica", afirma el catedrático de Economía en la Universidad de Columbia, para quien la recesión no es el momento adecuado para recortar el gasto.

Por esto también se muestra convencido de que una eventual victoria del republicano Mitt Romney en las elecciones de noviembre en EEUU debilitaría la economía de aquel país.

"Si hace lo que está prometiendo la economía se debilitará. EEUU ya ha tenido un proceso de austeridad, hay un millón de puestos de trabajo público menos que antes de la crisis. Y lo que es peor: está dispuesto a incrementar la desigualdad. Si ves su programa, lo único que quiere aumentar es el gasto militar, así que seríamos una economía incluso más distorsionada e injusta, menos eficiente, y con más desempleo".