martes, agosto 03, 2010

Capital socialista y pobreza capitalista

Nos encontramos en una crisis y en época de cambios, cada vez más los medios nos intentan convencer de lo contrario de la realidad y resulta frustrante ver con impotencia, la perversión del actual sistema económico.

Contemplamos impasibles, como los gobiernos se han endeudado para salvar al sistema financiero y ahora los grandes economistas avisan de los problemas de la deuda de los estados y del déficit. Mientras grandes directores que han conducido a sus entidades a la quiebra, se van con suculentas pensiones, y grandes emolumentos por el pésimo trabajo realizado, a los trabajadores se les recortaran las pensiones y todos los derechos laborales.

Los famosos cien economistas han realizado un estupendo trabajo para denunciar la dualidad del mercado de trabajo proponiendo abaratar el despido mediante un contrato único evitando esa dualidad.

Es triste que esos mismos economistas no denuncien la dualidad que se está produciendo por quien les paga. Mientras se socializan los recursos públicos en las empresas, no se otorga una renta básica a los pobres que permanecen a merced del capitalismo más atroz.

Mientras se apoya la socialización del capital que sufre este país con los lobys que se reparten el pastel que otorga la política. No existe un libre mercado sino un oligopolio, de bancos, constructoras, empresas de distribución y amigos. Cada día vemos como se socializa el capital, los contratos se van repartiendo entre los amigos de turno. Mientras se capitaliza la pobreza es la única que esta sujeta a las leyes del capitalismo atroz, la necesidad y la precariedad.

Un millón trescientos mil hogares, que pagan impuestos cada vez que compran algo, no dispone de ingresos para la subsistencia y por lo tanto no puede contribuir a paliar la crisis con su consumo. Mientras tanto aquellos que quieren comprar un coche el estado les da dos mil euros y lloran cuando se acaban las ayudas. A los parados apenas les dan 2400, ni tienen quien les defienda de tamaña injusticia, ya que no disponen de medios monetarios para defender sus intereses como lo hacen las empresas, y la masa es manipulada por los medios.

Mientras la política no se percate, que no se puede crecer indefinidamente, ni fabricar indefinidamente ni vender coches indefinidamente, y que es necesario articular un nuevo sistema a través de una renta básica que permita descargar la productividad y la falta de empleo. No avanzaremos.

Cuando existe un socialismo en el capital es inexplicable que se defienda el capitalismo de la pobreza.

Jose Miguel