miércoles, octubre 22, 2014

HAMBRE y RENTA BÁSICA


El «Movimiento Contra el Paro y la Precariedad, ¡por una Renta Básica Ya!» asume como objetivo prioritario ACABAR POR EL HAMBRE.
 
ACABAR CON EL HAMBRE es más importante y más urgente que "fomentar el crecimiento y el empleo" con la vana esperanza de que nos llegue a todos, sin más, por esa vía, lo que necesitamos para satisfacer cabalmente las necesidades de existencia, de relación y crecimiento que nos afectan como seres humanos.
 
Se trata de acabar con el hambre concreta y personalizada que sufren cada vez más conciudadanos empobrecidos, en medio del estado de emergencia social que padecemos. Buscar fórmulas "para crear empleo", "para acabar con el paro", "para aprovechar la mano de obra parada" y similares es, por consiguiente, algo instrumental y secundario, nunca un fin en sí mismo, por más que reclamemos el reparto del trabajo y la riqueza o la reindustrialización de España, aplicando políticas de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), en la senda de la "sociedad del conocimiento".
 
Hace tiempo que dejó de ser una prioridad buscar fórmulas para "aprovechar esa mano de obra parada". en las condiciones de abundancia objetiva como la que se da en las sociedades capitalistas avanzadas la prioridad, desde hace más de veinte años, es encontrar FÓRMULAS PARA ACABAR CON EL HAMBRE utilizando la abundancia los recursos disponibles para crear, repartir y consumir riqueza, con independencia del empleo parasitario, al tiempo que nos atenemos a las normas que rigen la dinámica económica en tales circunstancias, empezando por la ley de la oferta y la demanda. Por supuesto, sin dejar por ello de recordar, como exigencia ética y de manera diferenciada de las exigencias técnicas, que la ciencia económica está obligada al servicio de los seres humanos y a la utilidad social. La fórmula que algunos encontramos se denomina vulgarmente RENTA BÁSICA.
 
No hay nada que objetar a lo de "aprovechar esa mano de obra parada, en mejorar y mantener nuestro entorno y calidad de vida". La propuesta de la Renta Básica, en principio, no tiene por qué oponerse a tal aprovechamiento, en modo alguno. Puede integrar perfectamente dicho aprovechamiento, a condición de que los empleos sean necesarios desde un punto de vista económico, ateniéndonos a la ley de la oferta y la demanda. Pero pagar por el mero hecho de mantener un empleo o de que haya más gente que tenga empleo, como un producto más de consumo (frecuentemente con la intención de ganar votos) es una forma más de despilfarrar recursos.
 
Cuando el empleo no es capaz de generar, como mínimo, las ganancias que cubran su inversión, estamos ante un caso de empleo parasitario de la economía. Y el despilfarro que ocasiona este tipo de empleo, además de dejar gente en la cuneta, suele redundar en un incremento de la "huella ecológica", con el consiguiente deterioro medioambiental. Desde un punto de vista estrictamente económico, no parece razonable que se admitan empleos parasitarios, orientados meramente a mantener la costumbre de que los ingresos que la población activa necesita para vivir se obtengan por la vía del empleo, prácticamente en exclusiva.
 
Compartimos el objetivo no solo de "mantener nuestro entorno y calidad de vida", sino también el de mejorar en la calidad de ambos, entorno y vida. Pero con tristeza constatamos como, en los últimos años, LA OBSESIÓN POR CREAR EMPLEO, dizque para acabar con la pobreza, no sólo ha fracasado sino que ha ocasionado y está ocasionando graves daños medioambientales: deforestación, contaminación de los mares, ríos, lagos y arroyos, amén de las aguas subterráneas contaminación del aire, agujero de la capa de ozono, cambio climático...
 
Últimamente se quiere incluso justificar el fracking con la excusa de crear empleo y aumentar los salarios... Los efectos del fracking: pleno empleo y el doble de salario ). Frente a este tipo de manipulaciones que tienen de fondo el miedo al hambre y a la exclusión social derivadas del paro, la Renta Básica se ofrece como una vía alternativa al "solo empleo", no sólo para acabar con el Hambre y la exclusión social, sino también para prevenirlas. Pero, hemos de insistir una vez más en que la Renta Básica, lejos de ser una medida aislada, ha de aplicarse juntamente con el empleo económicamente necesario, con una reindustrialización respetuosa del medioambiente y la necesaria inversión en políticas públicas de I+D+i., en Educación, Salud y Servicios Sociales.
 

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