lunes, octubre 24, 2005

ECONOMIA FINANCIERA CAPITULOS 3 Y 4

Tasa RB propuesta de D. Ramiro Pinto

Dentro del estudio de la financiación de la renta básica vamos a proponer un trabajo realizado por D. Ramiro Pinto. Su idea reside en una financiación especifica para la Renta Básica, ante la extensión del trabajo lo publicaremos por capitulos.

FINANCIACIÓN DE LA RENTA BÁSICA MEDIANTE UNA TASA ESPECÍFICA: Tasa RB


CAPITULO 3


- ECONOMÍA FINANCIERA

Vemos que la fiscalidad acaba llegando adonde llega la riqueza finalmente, que es al sector económico dominante que impulsa y determina a todos los demás. Lo que hemos denominado la base de la pirámide georgiana.

A partir de la década de los noventa la economía ha entrado en una nueva etapa, de manera que la base de esa pirámide de la que hablamos varía y es allá adonde debe llegar una nueva fiscalidad, para que la redistribución de la riqueza haga que funcione mejor la economía. Aunque suponga algo absolutamente nuevo es una necesidad de adaptación, de lo contrario surgen paradojas irresolubles y que no encuentran solución alguna, como pasa con las diversas actuaciones desde las políticas económicas de los diversos gobiernos europeos, sean de la línea política que sean. Actúan a la defensiva buscando culpables o circunstancias que justifiquen su fracaso: subida del precio del petróleo, crisis energética, la devaluación del dólar, la guerra de Irak, cuando en realidad todas estas circunstancias pueden afectar pero no determinar el desarrollo económico. Es el modelo económico en sí que se encuentra en una situación límite, con su etapa de funcionamiento saturada. Esta crisis estructural es la causa de esos otros problemas, que son efecto y no la causa, como se nos quiere hacer creer.

En Enero del año 2004 la empresa Kodak anunció el despido de un 20% de su plantilla a nivel mundial, lo que afecta entre 12.000 y 15.000 trabajadores. Los cuales son de la parte de producción y administrativa. Sus beneficios de producción cayeron respecto al año anterior debido a cargos laborales que no necesitan debido a la nueva tecnología digital. Los inversores reaccionaron a este anuncio con un alza del 9% de los títulos de Kodak en la Bolsa de Wall Street. A finales del mismo año, ante el desmantelamiento de la empresa Philips y LG en Catalunya, Juan Montero, portavoz sindical de los trabajadores declara, ante un despido progresivo que afectó a 12.000 puestos de trabajo desde 1990: "es inadmisible que cada vez que se obtiene más beneficio por ventas se destruya tejido industrial".

En el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se advierte que pese a la reactivación económica y el incremento de beneficios en general el desempleo mundial se incrementó en un 6´2%, llegándose al registro de desempleo mundial más alto desde el año en que se comenzó a evaluar, 1990. Es un dato que desconcierta porque es un fenómeno económico absolutamente nuevo debido a que sucede en un periodo de crecimiento económico progresivo y estable. En el mismo sentido el Secretario General de empleo de España, Valerio Gómez, explica en Noviembre de 2004 que la deslocalización de las empresas produjo en España durante el lustro 1999-2004 la pérdida de 10.000 empleos directos y entre 30 y 50 mil indirectos. Algo pasa y las políticas económicas al uso no sirven. Basten unas pinceladas, pues esto se trata ampliamente en mi obra anterior. Trato de actualizar aún más los datos que van en el mismo sentido, para enfocar lo que nos concierne en este estudio.

La Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita (Apema) de León, anuncia la pérdida inmediata de más de mil puestos de trabajo debido al cumplimiento del compromiso de Kyoto, que exige disminuir las emisiones de CO2. Ante una situación límite para la salud general de la especie humana, en una sociedad rica y con diversificación energética ¿se puede hacer depender una medida necesaria por los puestos de trabajo en el sector minero? Los sindicatos de trabajadores han quedado anclados en la sociedad industrial.

La aplicación de dicho compromiso de Kyoto afectó negativamente, a finales de Noviembre del 2004, a Endesa y a Unión Fenosa, que mueven su capital en cuatro operadoras bursátiles. Pero se ampliaron por contra los beneficios de Iberdrola. Las dos primeras bajaron 0´4 puntos el precio de sus títulos, y el banco Urquijo aconsejó acumular acciones en Iberdrola. Poco después Endesa y Unión Fenosa ganaron por su estrategia en el mercado financiero, sin que cambiasen las condiciones que afectaron a su inversión productiva. Comprobamos que un factor medioambiental afecta a la industria en dos sentidos, bajan los beneficios de producción y los salarios en forma de desempleo, pero el negocio financiero gana.

Junto a los datos anteriores añádase que el Banco Central de España informa al Senado (25- XI- 04) que han descendido las ventas al exterior en un periodo en el que ha crecido a nivel de todo el mundo el comercio internacional. Informa también sobre que la demanda interna es el principal soporte de la expansión económica, lo cual aporta 4´6 puntos al crecimiento gracias al empuje sostenido del consumo de los hogares. Dato muy a tener en cuenta en relación a la propuesta que hacemos.

La reacción prevista por el gobierno es revisar la política fiscal, entre otros aspectos en relación a Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) de manera que se aumente la inversión tecnológica como elemento de competitividad frente al coste y salarios de producción. Lo cual va en detrimento del empleo. Ante esta evidencia los expertos de la política económica gubernamental proponen ayudar a crear empleo alternativo, lo cual es reiterar un fracaso tras otro, pues el empleo lo crea el mercado por sí mismo dentro del funcionamiento de la economía, por lo tanto hay que hacer que ésta funcione. Lo que ocurre es que el crecimiento económico ya no crea empleo, pero sí puede llevarse a cabo esa misma función con la Renta Básica, de la manera que veremos más adelante.

La política de subvenciones ha fracasado, pues desemboca en abrir industrias temporalmente para recibir las subvenciones. Esto ya sucede de manera generalizada en el sector agrario, lo que hace depender al sector de las ayudas europeas, la PAC. En Diciembre de 2004, la Asociación regional de Municipios Mineros (ARMI) se vio obligada a devolver 328.000 euros por la gestión irregular de las ayudas recibidas. Lo que en realidad fue un apoyo para modernizar al sector, se ha convertido en un fin del que dependen la mayor parte de explotaciones agrarias de tipo familiar. La nueva propuesta del gobierno en el sector industrial es que se devuelvan las subvenciones si quienes las que las reciben se van. Lo cual va a paralizar la creación de empleo todavía más.

Un ejemplo es lo que sucede con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que ha gastado en el grupo Izar 13´6 millones de euros para mantener a empleados que no tienen nada que hacer. Se calcula el coste de subactitividad en esta empresa pública sobre 163 millones de euros en el año 2004, tres veces más del coste que en el año 2003. Un tercio de la plantilla no tiene tarea alguna que realizar, por lo que el proyecto es inviable, desde el punto de vista del empleo. El quererlo mantener a toda costa no tiene sentido. Las subvenciones que dio el gobierno, la Unión Europea las ha declarado ilegales y se tienen que devolver. La crisis política y social es tremenda y lo será más cuando se ha situado en un callejón sin salida. Con todo esto el gobierno socialista se ha comprometido a invertir 600 millones de euros para flotar esta empresa dentro de un plan de privatización. No voy a entrar en analizar lo que supone la dependencia de la industria militar que sería otra cuestión. Tan sólo aportar el dato de que según la unidad distributiva rb tal ayuda equivaldría a 118.765 personas que recibirían una renta básica durante el año para el que se ofrece tal inversión. Una pareja recibiría unos ingresos de 10.104 euros/año

El desarrollo no sólo depende de la riqueza, sino de la organización económica de la que se dota una sociedad. De esta manera si las ayudas al desarrollo para los países pobres no cuentan con una estructura económica y dinámica se convierten en un pozo sin fondo.

Tampoco es posible un desarrollo sostenible para las sociedades ricas si no se organiza la economía de manera que sea posible. No basta con tomar medidas sueltas o establecer un marco de buenas intenciones, con leyes y tratados que luego no se cumplen. La organización social de la economía implica a todos los ciudadanos, por lo que una parte de la riqueza que genera la economía ha de repercutir en el bien general, simplemente para que la economía funcione mejor, lo cual ya no es posible mediante la creación de empleo.

En este sentido la idea de Henry Ford en cuanto a mejorar las condiciones de los trabajadores para convertirles en consumidores, de manera que dinamizaran la industria, puede hoy trasladarse al ciudadano, cuando el empleo no es para todos porque no llega con el crecimiento económico.

La desvinculación del empleo como elemento central de la creación de riqueza es una característica de la economía actual. El crecimiento económico sucede por primera vez en la historia de la Humanidad al margen del trabajo. El impulso del desarrollo se debe a los mecanismos financieros, como la especulación, fenómeno tan antiguo como el comercio, es decir de toda la vida. Lo que ocurre es que en el mundo de hoy este proceso financiero se ha convertido en el eje sobre el que gira la economía y los otros sectores dependen de él. Es la base de la pirámide georgiana, y receptora final de la riqueza que se crea en la sociedad. Forma parte de la evolución económica en sí. Abordaremos este aspecto seguidamente.

Conozcamos cómo funciona la economía actualmente y sepamos resolver los problemas desde este conocimiento, no improvisando medidas ni inventando teorías ideológicas que niegan la realidad o con cuentas ajenas al funcionamiento de la nueva economía, por querer ajustar medidas del pasado a la dinámica financiera del futuro, pues tales ajustes son engañosos y de aplicarse harán fracasar las medidas que son necesarias, pero lo son de la manera apropiada. Una mala aplicación de la RB podría ser nefasto y hay una tendencia en este sentido.

Quiero hacer un paréntesis para tratar sobre la idea del trabajo, que es la mayor pega que han puesto los críticos al trabajo anterior, sobre los fundamentos de la RB y la perestroika del capitalismo. Aparte de lo expuesto en el mismo ampliar la reflexión tras la lectura de la obra "Crítica de una época", de Walther Rathenau, economista alemán, que fue Ministro de la Reconstrucción y asesinado un año después, 1922. Este autor trata sobre los efectos de la incipiente mecanización del sistema productivo, en Europa y particularmente en Alemania, lo que implicó un cambio de hábitos y de vida en el conjunto de la sociedad. Advirtió sobre cómo el hábito de un trabajo incesante y que era forzado de mantener con el fin de que funcionase la industria creó la necesidad del trabajo y para justificarlo se inventaron fines. Ya a comienzos del s. XX observó que la mecanización aumentaba la producción, pero disminuye el empleo. Lo analiza en los albores de esa nueva etapa económica cuyo resultado fue el crecimiento económico, pero al suceder también en otros países de la misma manera y aplicarse en la industria militar, lo que luego fue a más, para mantener una tasa de empleo alta, hizo que años más tarde a sus análisis se produjera un choque de trágicas consecuencias entre naciones, que se habían convertido en lo que él llamó "Estados industriales". Observó este autor que casi la mitad del trabajo era, ya entonces perjudicial, pero lo hizo, simplemente como reflexión filosófica, sin que se le hiciera demasiado caso, lo mismo que sobre su defensa al pueblo judío en Alemania. Destacó el conflicto que supuso en su época la pérdida de valor y significación de la agricultura respecto a la industria, lo que se convirtió en la causa apenas visibles de otros problemas que crecían sin ser comprendidos en profundidad: nacionalismo germánico, antisemitismo, etc. En la actualidad vivimos otra etapa de transformación que no sabemos digerir ni seguir sus pasos por culpa de mantener esquemas de pensamiento económico y político del pasado y no nos atrevemos a adaptar una nueva mentalidad y aplicar una nueva política económica.

Este pensador alemán comenta que uno de los factores que hizo que la mecanización surgiera en Inglaterra y no en Alemania fue que en el primer país los sindicatos tuvieron como ideal trabajar menos. En Alemania fue al revés, lo que hizo que el primero les tomara la delantera.

Cuando participé en un debate sobre la Ley de Calidad en la enseñanza hice ver que no se puede convertir la escuela en un modelo disciplinario. Dicha ley aludió al esfuerzo de manera permanente y obsesiva. Cierto que hace falta esfuerzo, pero hasta cierto punto. No por hacer más esfuerzo se aprende más. De ser así se estudiaría de pie, o a la pata coja, pues exige mayor esfuerzo. Hace falta el necesario, ni más ni menos. Y es este punto de equilibro el que hace falta para el estudio y para la economía.

Durante la época de los faraones los egipcios conocieron la técnica de la máquina de vapor, pero no la usaron más que como juguetes para los hijos de los faraones, pues tenían mano de obra esclava. En su lógica pensaron que si usaban tales máquinas para el trabajo los esclavos no tendrían que trabajar. Lo mismo con los sudista de Norteamérica, mantuvieron una economía basada en el trabajo pues contaron con los negros esclavizados como mano de obra. O como me comenta Santiago Rodríguez, la civilización Inca no evolucionó porque no usaron la rueda excepto para las ceremonias religiosas, lo que implica que la conocieron, pero no la usaron para dar trabajo a sus esclavos que se dedicaban a portar piedras y demás objetos. En el mismo sentido Rosa Pérez de Asís me aportó el dato sobre el retraso del uso del arado en las sociedades agrarias, pues se usó inicialmente en rituales de fertilidad de la tierra, pero no se empleó hasta muchísimo tiempo después debido a que se consideró que de usarlo los habitantes dejarían de esforzarse y de trabajar. Es decir el trabajo fuera de lo que es necesario puede ser contraproducente. Al contrario de lo que se cree, el hundimiento de la economía puede suceder por culpa de la obsesión de los gobiernos y de los partidos, sindicatos y economistas en general, con el pleno empleo. Se insiste una y otra vez en hacer políticas fiscales que apoyen la creación de empleo y fracasan una vez y otra ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que alguna vez el desencanto y la frustración social desencadene una ola de violencia con la excusa que sea?

¿Cómo funciona el mercado financiera dentro del cambio que ha sufrido la economía en general, tanto por el desarrollo de la tecnología, como por la dimensión del dinero que diariamente se mueve? La creación de riqueza, impulsada desde el mundo de las finanzas, ha producido también una transformación en éste, y para nada se tiene en cuenta.

Muchas empresas mantienen su producción con un margen de beneficios muy mermados, pero necesitan mantener su productividad para que siga cotizando como negocio en la Bolsa, de cuya valoración obtienen grandes beneficios negociando con los capitales de los accionistas. Hay empresas que han llegado a falsificar sus resultados de venta de mercancía, para mantener y aumentar el valor de su cotización en Bolsa, que es por donde han recibido los beneficios.

En teoría la compra y venta de valores sucede en la Bolsa para lograr beneficios, dentro de unos riesgos que pueden hacer sufrir pérdidas. Sin embargo esta dinámica se ha transformado, de manera que los beneficios que se obtienen al invertir una parte del capital disponible de una empresa junto al de otras tienen tanto peso que determinan el mercado de valores, de manera que es la obtención de beneficios en sí lo que determina la compra y la venta de valores. Sobre todo desde que se opera con la suma de capitales de varios fondos empresariales. Es decir no se tienen beneficios por comprar o vender determinados valores, sino que el hecho comprarlos o venderlo influye en los beneficios, es decir el beneficio se reproduce a sí mismo. Es lo que hemos llamado en la obra anterior el pluscapital. De esta manera se ha pasado de un mercado de valores a una estrategia de valores. La cuantía de los capitales invertidos prefijan el resultado y condicionan el mercado de valores ¿Lo trucan? Hasta cierto punto. Se trata de una nueva realidad que no depende del mercado de capitales, sino de su poder, una de cuyas implicaciones es el control del poder político y mediático de los medios de comunicación, pero este ya es otro tema.

Los gestores del capital son los nuevos dueños del mercado y de las empresas. Negocian con millones de dólares y sus decisiones de compra o venta determinan los aumentos y beneficios de una empresa en el mercado financiero. Con la globalización y la informática se esté presente en cualquier Bolsa del mundo en tiempo real: "el mundo entero es un mercado en el que invertir".

La propiedad real de muchas empresas, su capital, depende de las empresas que gestionan su valor en el mercado de la Bolsa. De esta manera un capital se une a otros a través de las empresas que negocian con ellos. El empresario se ha convertido en un gestor que invierte el dinero y relaciona la economía financiera con la productiva, porque su beneficio está en otro nivel.

El capitalista fue dueño de su capital y de su valor en forma de empresa. Eran empresarios. En la actualidad es dueño de su capital, pero no de su valor, éste lo gestionan empresas financieras, las cuales se han creado desde mediados del s. XX y han ido adquiriendo un protagonismo y una fuerza que establecen el valor de las empresas con sus gestiones. Hay sociólogos que hablan de diversas clases de burguesía, la social, la trabajadora, la comercial, la desempleada, la parasitaria, la empresarial y la financiera.

Los fondos de inversión crean dinero (ya no hace falta que sea en forma de moneda) y no sólo lo cambian de manos. Es un modelo que funciona, pero que se desliga del desarrollo de la sociedad. tal separación de capital y sociedad puede ser el fundamento de una grave crisis en ciernes que, como siempre, será en forma de violencia. Un factor que evita que la riqueza revierta en el conjunto de la sociedad es que su función se potencia para impulsar el crecimiento económico y que éste se convierta en empleo. Como este modelo ya no sirve, si cambia se podrá aprovechar en el bienestar de la sociedad y en el progreso global, dejando que el empleo funcione por sí mismo.

A modo de ejemplo veamos que la mayor gestora de capitales del mundo, Fidelity Investments, gestiona activos por el valor de 1´02 billones de dólares. Este negocio nació en Boston en 1946. Surgió como asesoría de varias empresas que querían invertir su capital, con un patrimonio valorado en 13 millones de dólares. Empezó a actuar en España en 1998. Lo que quiere decir que la economía financiera de masas de capital es un fenómeno reciente, pero de una influencia decisiva. Por poner otro ejemplo, la tercera gestora que actúa en España, Unión Investment, fundada en 1956 gestiona en todo el mundo 730 fondos de inversión por valor de 11o.200 millones de euros.

El capital no se ha internacionalizado, sino que se ha globalizado, con un peso que determina, por sí mismo, el funcionamiento de la economía. Pero no es algo que se haya inventado, ni es una trama de cuatro ricos conspiradores, responde a una construcción social, resultado de la evolución del desarrollo económico. No se puede volar de un plumazo este modelo porque sea injusto o fruto de la sociedad capitalista, pero tampoco dejar que quede al margen del progreso social, pues gracias a éste es por lo que se desarrolla. La economía no funciona por criterios morales, sino por intereses, y es en el interés mutuo, entre quienes crean riqueza y la sociedad, en donde se puede intervenir. Se trata de pasar de la economía aplicada en beneficio de una minoría, a una aplicación de bienestar general y desarrollo global.

Las empresas productoras están en manos de gestoras financieras, y éstas necesitan de aquellas para existir, es decir para materializar sus valores en algo más que cifras, o sea, convertirlas en algo tangible. La materialidad de le economía sucede en el conjunto de la sociedad, con sus trabajadoras y trabajadores, encargados de las tareas domésticas, funcionariado, jóvenes, también la gente en desempleo. Algo que parece obvio económicamente no se tiene en cuenta. La relación fiscal y tributaria que es lo que relaciona la riqueza con la sociedad se mantiene en posturas pretéritas que poco tienen que ver con la situación actual. Ahora bien ese pasado no se puede anular, es necesario mantenerlo, para que siga funcionando la economía, y construir sobre él el futuro. Hay que añadir aquello que es necesario para ajustarse a los cambios sucedidos y que conforman la nueva realidad.

El peso de las empresas que manejan las finanzas tienen tal dimensión en el mercado que alteran con su intervención las cotizaciones. Es decir hasta hace casi una década las empresas dieron valor a las cotizaciones, pero ahora son las cotizaciones las que dan valor a las empresas. Simplemente por la dimensión del capital con el que se opera.

Podemos hablar de la creación de una auténtica industria financiera, en la que se fabrica valor que a la larga es dinero. Pero el propio mantenimiento de este sistema necesita mucho dinero. Suceden paradojas cotidianas como son que a pesar de la crisis que siempre susurra y del encarecimiento de la vida se gasta mucho en consumo de bares, regalos, ropa, fiestas. A la vez, y a pesar de la riqueza existente, un 30% de la población vive en precario y las deudas del consumo crecen. Es el movimiento de gasto lo que permite que funcione una parte de la economía. Pero no lo hace en su plenitud y la deuda de las familias está ajustada a un modelo de empleo cada vez más precario y escaso. A la larga se transformará en conflicto social.

Por otra parte cada año se producen beneficios en todos los bancos y sociedades de valores. Los grandes capitales absorben a los pequeños, pero a su vez este tipo de operaciones, y otras como las maniobras de capitales, en forma de concentraciones y ampliaciones aumentan el volumen del mercado financiero. Las operaciones de la Bolsa ya no esperan a tener una consolidación en la economía productiva, sino que negocian a muy corto plazo, con ganancias y pérdidas rápidas y muy grandes.

El mercado de la Bolsa es un intercambio de acciones. Ocurre que son 25 sociedades las que manejan los títulos, pues son las que están dentro del Consejo que rige su funcionamiento. Sus movimientos de capitales son negocios estratégicos, ya no es sólo una mera especulación económica, aunque se entienda de esta manera y tengamos que conformar una medida desde esta perspectiva. El apalancamiento en Bolsa consiste en que ya no se cogen contratos para que aumente su valor, sino que por el hecho de cogerlos aumenta. Es decir ya no se compran valores, sino precios de esos valores y tales se manejan posteriormente.

No voy a entrar en valorar este modelo financiero, sino comprender cómo funciona para saber cómo gestionar socialmente y de manera global esa riqueza que genera el sistema económico. Lo cual exige un análisis de la realidad sin maximalismos. Como escribiera en su obra "Panfleto contra el Todo", Fernando Savater, "no se necesita la igualdad para acabar con la explotación".

Se tiene la creencia de que los acontecimientos políticos o catástrofes de algún tipo afectan a la Bolsa. Esto fue así cuando funcionó realmente como un mercado de valores. Una crisis en un sector, un sabotaje grave afectaba al sector productivo, lo cual hacía resentirse al negocio financiero. Pasada la década de los ochenta se fue conformando una economía de valores de tipo estratégica, de manera que los acontecimientos los dirige la inversión en Bolsa. Los acontecimientos coinciden con bajadas de los valores, pero no porque éstos sean la causa, sino la excusa, para variar el precio de los valores. De esta manera se justifica la succión de pequeños capitales por parte de los grandes. Es lo que se conoce como "aprovechar la coyuntura".

El mercado de la Bolsa forma los precios de los valores, de acciones, futuros y obligaciones de manera que los marca por su propia cotización, dado el volumen de dinero con el que juega. Los pequeños accionistas entran en un juego de coincidencia con una determinada estrategia, sobre la que se puede hacer un seguimiento cuando se tienen las claves internas de cómo funciona, lo que no quita que haya movimientos fortuitos en un momento determinado para ajustar operaciones, sobre todo cuando se enfrentan parcialmente las grandes operadoras o capitales de empresas cuyo objetivo es aumentar su presencia en el Consejo de toma de decisiones.

Los inversores quieren rentabilidad. La inversión se asegura a medida que se hace a través de gestoras que manejan un amplio capital. Se supone que la base de todo esto consiste en comprar cuando ha bajado un valor y vender cuando tiende a subir y se alcanza así un cierto margen de beneficio. Quien opera con millones de dólares, euros o yen, provoca el alza o la subida del valor en el que cotizan por su sola presencia. Las especulación ya no consiste en comprar barato y vender caro, sino que la compra y venta provoca la subida y bajada de los precios no por la dinámica de mercado sino por la estrategia empresarial.

La fiscalidad en este tipo de economía funciona como si fuera una modalidad de ganancia industrial. Se ha establecido un impuesto sobre los beneficios, por ejemplo la retención de un 25% sobre el rendimiento obtenido por inversiones en títulos de renta fija, lo cual se deduce en el pago de impuestos de sociedades. Se pagan tasas de gastos de negociación, pero todo recae sobre el cliente. Las operadoras se llevan las comisiones, los porcentajes y el beneficio, el cual diversifican en empresas que están dentro de otras empresas, que forman parte del entramado financiero. Se supone que tales ganancias se obtienen a costa de un riesgo en la inversión, pero esto ha cambiado y el riesgo es mínimo, por no decir nulo. Exige una concentración y un seguimiento muy pormenorizado a la evolución diaria del mercado de valores, pero la ganancia está asegurada porque la provocan ellos mismos. Toda esta masa de dinero queda desvinculada del empleo, cada vez más, y por lo tanto de la sociedad.

En los ámbitos bursátiles la subasta de apertura de socios y de cierre se conoce como "robasta" porque los indicadores se marcan con premeditación. Este tipo de maniobras financieras pueden entenderse como robos legales. Lo fue el caso de Terra que salió con un valor 10, pasó a 160 y se desplomó a 2. Cuando los dueños de las acciones mayoritarias vendieron el 49% ellos mismos compraron, para incentivar la compra masiva, subió el valor como la espuma, y luego dejaron de comprar y pasaron a vender rápidamente, en una maniobra calculada para tal fin. Los bancos de negocios tienen colocadores de sus valores, es decir no compran y venden, colocan sus productos financieros estratégicamente. Para tal fin tienen un cuidador que rastrea el funcionamiento de dicha estrategia, lo cual funciona porque las empresas operadoras, aunque oficialmente manejan sobre un 3% de las acciones, en realidad son dueñas de cerca de la mitad de las acciones.

Los pequeños inversores pagan una comisión por cada operación que hacen. Sin embargo los miembros del Consejo que sigue el curso del negocio bursátil no. Cuanto más volumen se pone a funcionar se pagan menos comisiones. Si nos fijamos funciona como una especie de metalenguaje financiero: el negocio del negocio del negocio de manera que se llega a una economía abstracta, pero que se convierte en dinero y éste si afecta en lo concreto a la economía industrial y doméstica. De ahí que tiene que haber un enlace visible y claro entre ambas economías, la abstracta y la concreta, lo cual ya no sucede a través de la inversión y el empleo.

No deja de ser el negocio de la Bolsa un tráfico de capitales, que funciona de manera legal en la sociedad capitalista y que crea riqueza, pero cada vez más desligada de la sociedad. Es por ello que esta nueva economía requiere una nueva fiscalidad. También la sociedad porque del progreso de ésta depende el progreso económico. Cuando se plantea la Renta Básica como una medida económica se hace para que la economía funcione mejor y sirva para el desarrollo social, porque éste permite una mayor eficiencia económica, como históricamente ha sucedido en las economías emergentes. Cuando, a lo largo de la Historia, este beneficio social se ha impedido ha desembocado en violencia. Pasada ésta se acaba asentando la redistribución de la riqueza con una nueva fiscalidad.

Esta forma de funcionamiento ¿es justa? No voy a repreguntar, como haría Platón, sobre ¿y qué es lo Justo? Lo que hay que entender desde la teoría económica es que los mercados, del tipo que sean, no son una idea que se implanta en la realidad, ni la diseñan unos ambiciosos, aunque los haya entre quienes se benefician, pero también entre los que no. Se trata de una construcción que sucede a lo largo de la Historia. Por eso es muy importante tener en cuenta el sentido histórico de la economía. El nuevo mundo financiero es el resultado de su adaptación al progreso tecnológico, a los nuevos medios informáticos y a la compleja organización del mercado cada vez más amplio. Lo que hace falta es que la sociedad se adapte a este nuevo fenómeno, entre otras maneras desde una nueva fiscalidad, lo cual creará nuevas realidades a las que la misma economía se tendrá que readaptar y en eso consiste la evolución social, económica e histórica. A veces lo más utópico es lo que más se ajusta a la realidad y lo más lógico provoca desbarajustes que no tienen arreglo. Suele pasar en momentos de un cambio de paradigma, como ocurre actualmente en la economía.

CAPITULO 4

- SOBRE LA IDEA DE JAMES TOBIN

En las circunstancias mencionadas, al comienzo del desarrollo de la nueva economía, el economista James Tobin, asesor del presidente Kennedy y de la Reserva Federal de EE.UU, observó el funcionamiento económico en las transacciones financieras y propuso una tasación al respecto. Su teoría fue muy valorada, hasta el punto de recibir el premio Nobel el año 1981. Sin embargo reconoció que su tasa jamás se convertiría en realidad.

Tobin ideó un impuesto sobre las transacciones de divisas para amortiguar las fluctuaciones en los tipos de cambio, cuyo fondo propuso poner a disposición del Banco Mundial (BM) A cada cambio de moneda pretendió imponer una tasa, la conocida posteriormente como Tasa Tobin, de un 0´5 % del valor de la transacción. La economía financiera había entrado desde los años setenta en una etapa puramente especulativa, que se ha ido desarrollando. Dos acontecimientos económicos marcan el impulso de esta nueva etapa. En final de la convertibilidad del dólar en oro (1971) y la liberalización de movimientos de capitales en EE.UU. (1974) Ambos procesos sirvieron para evitar el estancamiento económico. La pujanza de las nuevas tecnologías y el incremento masivo de beneficios impidieron que circulase en inversiones productivas de su misma proporción. Se creó desde entonces riqueza directamente en forma de dinero y sobre esta base surgió una red de negocios financieros. Para que este modelo funcione tiene que socializar una parte de esa riqueza en pro de un bienestar global.

El objetivo de la medida que ideó Tobin fue originariamente disuadir a los especuladores, que comercian con los cambios de moneda a muy corto plazo, pues elevan el precio del cambio y distorsionan el valor de las monedas, con meras operaciones especulativas fuera del mercado monetario del comercio de divisas. La recaudación fue un objetivo secundario en su idea, siendo el principal frenar el tráfico de divisas de manera especulativa, lo cual ha ido en aumento debido al avance tecnológico de los medios de la informática. Pero ya no sólo en las transacciones monetarias, sino de otros valores. Propuso, en aquel entonces, una tasa para operaciones especulativas rápidas ante una nueva realidad económica en la que la especulación se convirtió en un fin en sí misma.

Según datos del Banco Internacional de Pagos el año 2000 circuló una media de un billón de dólares cada día laborable. El movimiento ATTAC de Madrid estudia como la liberalización generalizada de los movimientos de capitales ha hecho aumentar el intercambio de divisas con fines especulativos, siendo el 80% de las transacciones de ida y vuelta con una duración inferior a una semana laboral. Ha calculado que aplicando un 0´1% sobre operaciones de cambio se obtienen 150.000 millones de dólares al año. Si lo traducimos a unidades de distribución rb, vemos que equivaldría a 29.691.211 rentas básicas. Un ínfimo porcentaje supone la posibilidad de un reparto global de la pobreza, con la característica de que da estabilidad y mejora el sistema financiero, lo cual es algo que rechazan de antemano quienes usan la Renta Básica con un criterio meramente ideológico.

Años después surge un movimiento en favor de la Tasa Tobin, que pretende que los gobiernos implanten dicha tasa y su recaudación se utilice en ayudas al desarrollo en los países más pobres. El autor de la propuesta manifiesta su disconformidad con el uso de su idea que se hace desde el movimiento antiglobalización. Es evidente que cualquier descubrimiento o invento será usado posteriormente ajeno al autor. Seguro que Marconi, cuando inventó la radio jamás imaginó la cantidad de programas que se emiten, su uso publicitario y la cantidad de cadenas que hay, así como la transformación cultural que produjo en su momento.

Para Paul B. Spahn, economista financiero que trabajó para el FMI y defendió la Tasa Tobin, la medida de tasar los movimientos especulativos en el mercado monetario tiene un efecto de estabilidad, al menos teórico. Su planteamiento fue apoyado por el Ministro de Desarrollo alemán, Wieczorck-Zeul (Febrero 2002). Además de dar un objetivo concreto a la recaudación, este economista alemán, observó que su aplicación protege los flujos financieros tanto de maniobras especulativas, cuyo único fin es ese, como de ataques con grandes capitales para devaluar la moneda de un determinado país.

La medida que propone Tobin tiene un gran valor teórico porque plantea un mecanismo de adaptación a la nueva economía incipiente. El problema que tuvo es que no insertó un fin específico y se ha visto como un impuesto más añadido. La diferencia con la Renta Básica, es que ésta se inserta de lleno en la estructura económica para dinamizar su funcionamiento. El movimiento en favor de la Tasa Tobin quiso llenar de contenido tal medida con un objetivo concreto y solidario, pero lo convierte en una carga a la economía financiera, de carácter ético - moral. Algo encomiable, pero es necesario activar los mecanismos del funcionamiento económico actual, para que el objetivo de este movimiento en favor de aplicar dicha tasa suceda como desarrollo global de la economía. Y ahí es adonde apunta la Teoría Alternativa que explica la Renta Básica.

Según Karl Marx, el hecho de que el capital y su expansión fueran el origen y la finalidad del proceso económico industrial capitalista hace que se produzca simplemente para su incremento. Entiende que el crecimiento económico es fuente de desigualdades y de explotación, lo que previó sucedió cada vez más porque el modelo capitalista se ha convertido en el modelo dominante y hegemónico. Pero hay un factor que ha cambiado, la globalización. De las muchas interpretaciones que puede tener este fenómeno una de ellas es que la economía pasa de un sistema abierto a otro cerrado. Es decir los mercado pudieron expandirse mediante la guerra, el colonialismo, el comercio. Pero llega un momento en que el planeta entero es su propio límite. Se hace necesario un desarrollo sostenible, pasar a un crecimiento cualitativo como expresión económica del capital y desarrollar las partes más depauperadas de la economía global. Ya no crecen los mercados, sino el capital, de manera dominante. Ya no se puede redistribuir la riqueza desde los mecanismos del mercado, mediante el trabajo, pero sí el incremento del capital sobre el crecimiento de su valor. Es posible, pero además es necesario para el buen funcionamiento de la economía en su conjunto. Necesario para la economía y para la sostenibilidad, de forma que se encauce la riqueza a partir de una base que garantice la supervivencia individual con medios para vivir dignamente. La RB en el caso de los países desarrollados y mediante el trabajo en las economías en quiebra o en vías de desarrollo. Esto puede parecer una paradoja, que ya expliqué en mi obra anterior, pero al ser un criterio económico la RB define el crecimiento económico: crecimiento económico hasta que sea posible la Renta Básica. Antes de que lo sea es necesario el trabajo de los ciudadanos hasta llegar a hacer eficiente un desarrollo tecnológico óptimo. De nada servirá llenar de ordenadores una aldea africana si carece de enchufes. Éstos no funcionarán si no hay tendido eléctrico, éstos no servirán si no hay fuentes de energía. Y nada de aquello serviría si no hay una administración adecuada, etc.

Según la Teoría Clásica el desequilibrio de un sistema económico lo regula el mercado. La Teoría General de Keynes plantea la intervención del Estado para aumentar el consumo a cuenta de incentivar la demanda y que ésta exija producir más. También bajar los impuestos para propiciar la inversión y adoptar políticas sociales allá donde no llegue el mercado. Con la Teoría Alternativa que he estudiado se regula el mercado financiero, se estabiliza la función del mercado productivo con una red de demanda general activa de manera permanente, cuyo funcionamiento es impulsado por la tecnología. El trabajo ya no es el elemento central sino uno más, lo cual sucede no sólo como realidad económica sino como realidad histórica. El dinero que se emplea para crear puestos de trabajo inútiles y caros, puede sustentar la base del derecho económico. Permite un desarrollo sostenido, que dará lugar a la consolidación de la organización económica como resultado de la evolución histórica.

Entramos en un asunto muy controvertido en los debates sobre la Renta Básica y de concepto del pensamiento político: la especulación económica. El problema de los postulados enmarcados en la izquierda política es que mantienen posturas y posicionamientos basados en arquetipos teóricos de la sociedad industrial, que poco o nada tienen que ver con la realidad actual.

El diccionario de la Real Academia española define "especular" como efectuar operaciones comerciales o financieras basadas en las variaciones de los precios o los cambios, con la esperanza de obtener beneficios. Y seguidamente añade "frecuentemente con sentido peyorativo". Algo que es cierto, pero sobre todo porque no se entiende su contexto dentro de la nueva economía. Otra definición es: procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil. También, obtener beneficios por la diferencia prevista en las cotizaciones. O sea maximizar el beneficio en el menor tiempo posible.

En teoría especular consiste en prever la evolución del mercado para sacar beneficio del mismo, sin embargo cada vez es más una forma de influir en dicha evolución. Vemos que el incremento de valor sucede sin la función del trabajo. Por otra parte su resultado es una ampliación de capital que va a tener repercusiones financieras y forma parte del crecimiento económico.

En resumidas cuentas especular consiste en que alguien compra barato y vende caro. Pero vende caro porque hay alguien que paga el precio incrementado sin que nadie le obligue a hacerlo. Forma parte de la libertad de comercio y de la libertad de los individuos. Algo que nadie puede evitar, sólo coartar con medidas totalitarias. Únicamente en un modelo dictatorial el Estado puede intervenir en los precios o en poner condiciones, pero las dictaduras fracasan porque a la larga sus sistemas económicos no funcionan. Prohibir la especulación paraliza no solamente el crecimiento económico, sino la economía misma, todavía más en una situación en el que la economía financiera es la dominante y el motor de todas las demás.

El especulador se lucra a costa de empobrecer a otros. En parte es cierto, pero sólo en parte, pues entre ellos hay un riesgo, que es en lo que se basa el beneficio, ya que no en el trabajo, y más cuando cada vez se reinvierte más en el sistema financiero que en el industrial. Cada vez es mayor la proporción de beneficios que de pérdidas dentro de la misma negociación de capitales, porque se produce un efecto de expansión. No solamente se compra y se vende dinero, sino que se crea, lo cual hemos llamado pluscapital. Y además esta valor añadido del capital retroalimenta el sistema financiero, pues su inversión en el sector productivo, industria o agricultura, es limitada debido al avance cada vez más espectacular de las tecnologías.

Se supone que otra manera de empobrecer es que suben los precios en relación a quienes tienen un salario, pero la experiencia demuestra que lo que se consigue en una economía dinámica es aumentar el nivel de vida y extender la riqueza. Quedan fuera de este crecimiento las economías de países que no han desarrollado su aspecto financiero.

La negociación financiera basada en especular funciona económicamente. Hemos comentado que sólo es posible evitarla con modelos totalitarios, pero cada vez más el mercado se convierte en un poder social y político que se expresa como Dictadura del capital. Lo cual cada vez se afianza más. Ante esto no se trata de eliminar el capital o bloquear su funcionamiento, sino democratizarlo, lo cual es la función de la Renta Básica, una medida que regula y socializa la especulación.
Otra cosa es el acto delictivo en torno a la especulación, que se hace mediante la prevaricación de representantes de instituciones públicas que, a sabiendas y debido al poder que les da su puesto público, ejercen cambios e influencias con el objeto de obtener beneficios para negocios propios o a cambio de comisiones (las mordidas) o para favorecer a una empresa familiar o de alguien cercano a él. Fenómeno muy extendido que se camufla con la especulación, y hace que ambas cosas se confundan. Por ejemplo en la recalificación de terrenos, en cambios de planes urbanísticos, o inyectar capital a determinadas empresas mediante subvenciones. Cómo la especulación no se controla económicamente ¡ancha es Castilla! pero de haber un control económico, lo que se logra tasando sus operaciones, funcionaría como resultado de un mercado de valor, no como resultado de una decisión. Cuando la función política no dependa de crear empleo al precio que sea el bien público será una prioridad.

Analicemos un caso concreto, como es el de la vivienda. Sólo en cuanto lo que nos incumbe para este análisis, pues el tema sería muy largo de tratar. Podemos observar dos aspectos que deberían darnos qué pensar, para comprender el funcionamiento de la nueva economía. Por una parte las viviendas son cada vez más caras, pero se venden, incluso como forma de ahorro que produce capital con el paso del tiempo (especulación) El encarecimiento del precio no es proporcional al coste, que muchas veces disminuye, sino por el incremento de la demanda. En este sentido vemos que hay dos mercados, el de la vivienda y por otra parte el del dinero, mediante el cual se compra un crédito. El mercado de dinero es cada vez más barato y accesible, así como ofertas que dan facilidades de financiación. Y esto es debido a que la oferta monetaria es muy abundante y crece. De hecho es casi tan fácil pagar una hipoteca que un alquiler. El fracaso de la política de la vivienda consiste en no potenciar los alquileres y la participación pública sólo en este aspecto. La privatización del suelo no arreglara este asunto, sino que sirve para ampliar el mercado de las empresas constructoras, a las que se facilita sus operaciones inmobiliarias. Los partidos políticos acceden a este planteamiento para evitar el desempleo masivo, sin ver el equilibrio poblacional, de graves consecuencias en la conducta social. Pero este es otro tema.

La dificultad de conseguir una vivienda radica en que por regla general se exige un dinero contante y sonante no declarado. Mucha gente puede comprar un crédito para pagar una hipoteca valorada en lo que dice el contrato, pero no lograr los varios miles de euros, según el precio, que se exige en dinero negro. La vivienda social es más barata, pero también se arregla mediante préstamos bancarios. Lo que también hace que sea más accesible es que no se exige el pago de una cantidad previa.

Pero el dato relevante es que en las sociedades en que son más caras las viviendas, es decir, en las que ha habido más especulación, son en las que más se venden y más acceso a la compra hay. En España un 77% de las familias tienen acceso al mercado de la vivienda. En Rumanía, Perú, Senegal en que la vivienda es más barata no llega al 8% de la población. Al aumentar la riqueza se incrementa el poder adquisitivo de la ciudadanía mediante la redistribución y tal esponjamiento económico favorece la creación de riqueza. Lo cual depende de la organización social y de la organización económica, en gran medida. La especulación encarece la vivienda, pero la hace más accesible, porque permite que crezca y se extienda la riqueza.

El artículo 47 de la Constitución española establece que los poderes públicos regularán el suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. Algo que no se cumple, porque no se puede cumplir en una economía de libre mercado, pero seguidamente la Constitución establece que la ciudadanía participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos. O sea que a la vez se admite el aprovechamiento de la especulación urbana, que se resuelve con disponer de espacios públicos e "iglesias". Si se amplia el aprovechamiento de la plusvalía de la riqueza que en sí generan los mecanismos financieros y especulativos se garantiza el principio constitucional de promover el progreso de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida, ante el reiterado incumplimiento del artículo 35 de la CE sobre el derecho al trabajo y una remuneración suficiente para satisfacer las necesidades de cada sujeto. Lo cual llenaría de contenido el art. 128,1 del título VII sobre Economía y Hacienda: "Toda riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general".

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy partidario de dar mi opinión en foros ni nada. Soy profesor de economía en un Instituto de Granada. Llevo leyendo el libro de los fundamentos de la Renta Básica de D. Ramiro Pinto, varios meses. Y hago algún comentario en mis clases. Al ver este blog que me envia un amigo de Madrid, sinceramente: dejémonos de opiniones y dar vueltas a lo mismo. Hay que pedir el PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA para esta autor, de una vez por todas. Su teoría tiene mucho contenido y fundamento. Cuando se lo den los políticos y medios de comunicación harán caso. Y si no es como tocar las castañuelas en la plaza del pueblo. Antonio Castro.

Anónimo dijo...

Por favor, no hagamos excesos. Lo que leo en este blog me parece bien, pero no se estudian las consecuancias. la economía es la única ciencia en que 2 + 2 no son cuatro. Usted pone un negocio cree que va a ganar tanto y luego es cuanto. No dan un duro por un slor, y de la noche a la mañana vale una millonada. Como empresario les digo que no se dejen llevar por teorías. Yo al personal que contrato en la tienda les diría, a partir de la renta básica esa que os dan ¿cuánto os pago? Y si aumentan los impuestos pueden recaudar menos. Yo no me paso la vida trabajando para que se lo den a los demás. Repito 2 + 2 no son 4 en el mundo de los negocios. Yo daría trabajo básico a todos, con un sueldo básico. A barrer calles, o a atender enfermos. De todas formas gracias a quien me ha enviado esta página. De Salamanca.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo que especular es un mal necesario, pero hacer un impuesto sobre algo virtual y difícil de controlar. Si se logra entonces sí que habría que darle el premio Nobel, pero no de economía sino de la paz. Javi.

P.D.: Pedí el libro de este autor sobre la renta básica en la biblioteca, antes del verano, y leí una spáginas. Llevo desde hace tres semanas quiriendolo coger en la misma y me dicen que no está disponible. ¿?

Anónimo dijo...

¿No podéis hacer un resumen? Aprovecho un rato en el trabajo y son demasiadas letras. Os aconsejo que hagais un decálogo, en media cusrtilla, para que la gente lo lea. Soy funcionario y sé lo que me digo. Ernesto.

Anónimo dijo...

Amigo Ernesto, no hace todavía un año que leí el libro de Ramiro Pinto y, cada vez que me pongo a repasarlo, encuentro aspectos nuevos.Es como una enciclopedia. ¡Impresionante! Resulta difícil resumir un libro tan amplio en media cuartilla. Yo intenté hacer eso en cuatro páginas. Por eso,si te sirve, puedes leer la siguiente recensión sobre la obra:

Pinto Cañón, Ramiro: Los fundamentos de la Renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo. Teoría alternativa sobre economía política en la sociedad tecnológica y del bienestar, Entimema, Madrid 2003, 814 págs.

Ramiro Pinto Cañón nace en Madrid (1961). En 1987 fue candidato de Los Verdes al Parlamento Europeo. Participó en el Secretariado de este partido hasta su dimisión en 1995. Ha fundado varias revistas, como "Al Margen", "El Timo" y colectivos como Ateneo 89, Ideas para el Debate. Participó activamente en la resistencia contra el embalse de Riaño, luego contra el de Omaña. Ha sido Secretario de Acción Social de la CGT desde 1999, hasta el 2004 en que dimite. Es presidente de la Asociación Renta Ciudadana (ARENCI) desde el año 2001 hasta la actualidad. Tiene publicados varios libros, entre otros de ensayo: el que nos ocupa; La revolución del paro; Contra lo irracional (Prevención ante las sectas y lo demás).
El autor me llamó la atención ya hace años por sus tribunas en el Diario de León, también por su importante papel para destapar la estafa de Biomédica en los noventa. Luego tuve la suerte de conocerlo en persona y de debatir con él sobre diversos temas de actualidad, especialmente sobre su idea de la Renta Básica de Ciudadanía (en adelante RB). En principio fui muy reticente a este nuevo enfoque de la realidad económica. Luego leí su libro “Los fundamentos de la Renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo” y cambié de parecer.
La obra abarca más de 800 páginas, fruto de 8 años de investigación económica, política, histórica y social que explican la RB y su función. Actualiza los principios del modelo económico global, relaciona la RB con la historia y recoge la experiencia de los procesos sociales mediante el método histórico propuesto por el filósofo inglés Spencer (el “evolucionismo social”). Esta reflexión supone un giro en el punto de vista del autor respecto de un libro anterior (“La revolución del Paro”, Ediciones Cardeñoso, Vigo 1998, 68 pp.): ahora se aleja de planteamientos morales e ideológicos, sin despreciarlos pero incluyéndolos diferenciadamente, y se centra en el análisis científico de la economía a partir de los clásicos; piensa en las posibilidades técnicas y en las consecuencias de aplicar la RB como medida.
RENTA BÁSICA es aquella que, con carácter universal, individual e incondicional, tiene por fin garantizar unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos de pleno derecho residentes en una determinada zona económica, y que se constituye como el mínimo vital de subsistencia que toda persona necesita. Dicha renta deberá correr a cargo del Estado y ser técnicamente gestionada por la autoridad económica que corresponda a la zona de aplicación (el Banco Central).
En la perspectiva ramiriana, no debe permitirse que dicha renta sea transformada en capital: puede ser ahorrada, pero no servir de aval para un crédito. Tampoco debe ser embargable, ni contar como fondo de ninguna garantía de prestaciones (p. 206 ss.). La cantidad a percibir, individual y mensualmente devengada, será una constante al compás del PIB, y se establece en el umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia).
El libro va prologado por el conocido filósofo vasco Fernando Savater bajo el epígrafe “¿Progresará el progresismo?”. Según él, dicha renta “serviría para repartir el trabajo y aliviar las urgencias del paro, así como para dignificar distintas tareas imprescindibles pero que hoy carecen de salario (como las ocupaciones domésticas que llevan a cabo obligatoriamente todas las amas de casa). Sobre todo, convertiría el trabajo remunerado en una empresa optativa y graduable de acuerdo con las ambiciones de cada cual, para que deje de ser la tradicional maldición bíblica obligada por la subsistencia”. La RB, afirma: “es una idea que la izquierda debería comenzar ya a discutir seriamente, tanto en términos de viabilidad como de deseabilidad. Al menos si queremos que el progresismo no sea lo único que ha dejado de progresar en un orden mundial en el que parece que sólo los males tienen verdaderas probabilidades de avanzar...”
La exposición se divide en siete capítulos de extensión decreciente: I. La renta básica en la estructura económica; II. La evolución de la economía; III. Derecho de la cuarta generación; IV. Sobre la obra de John Stuart Mill; V. La perestroika de la economía de mercado; VI. Problemas que afectan a la renta básica; y VII. Inicio de una nueva historia.
El primero (344 pp.) reflexiona sobre el origen de la idea – en el contexto del I Congreso de Los Verdes del Estado Español, Cardedeu-Barcelona 1985- hasta su transformación en la Teoría Alternativa. Son ocho los epígrafes: 1. El encuentro con una nueva idea; 2. La sociedad del malestar; 3. La ecología como paradigma social; 4. Políticas de empleo (Situación actual; Incentivos para la inversión; Reparto del trabajo; Reparto de la riqueza); 5. Características de la Renta Básica; 5. Fundamentos económicos de la Renta Básica; 7. La cuestión agraria; 8. El mercado laboral.
El segundo (230 pp.) profundiza en la idea de RB como medida estrictamente económica que responde a nuevos modelos y planteamientos más acordes con el mundo en que vivimos que los nacidos de la mentalidad al uso, engañada por la ilusión del “pleno empleo”: 1. Formulaciones teóricas sobre economía (La globalización; El neoliberalismo; Teoría alternativa; Del mercado concreto al mercado abstracto; distribución del beneficio; Mercado de masas y mercado virtual; La Renta Básica como variable de la política monetaria; definición de la realidad económica; Los diversos modelos económicos; El Crac de 1929; La inflación como variable económica; Evolución sobre el término “valor” en economía); 2. La práctica del mundo financiero; 3. Retraso de la política ante los avances tecnológicos (Mentalidad y desarrollo; Evolución como cambio social; La influencia de la mentalidad judía; Los Estados nacionales ‘versus’ mundialización; Breve cronología del avance social).
El tercero (126 pp.) plantea la RB como medida estrictamente económica formulada, al mismo tiempo, en términos de derecho y de política social; que va más allá del mercado para que éste funcione correctamente e incorpore en su base a toda la sociedad, no sólo una parte de ella. Aborda los puntos siguientes: 1. ¿Cuestión ética o de Derecho? (Las bases para un nuevo derecho; Evolución de la ley hacia la Renta Básica); 2. El proyecto de la Tercera Vía; 3. Después de la II Guerra Mundial (Fundamentos de una nueva historia; El estado de Israel).
El cuarto (32 pp.) explica el entronque evolutivo de la RB con la teoría clásica perfeccionada por John Stuart Mill quién, a mediados del siglo XIX, vio la necesidad de una profunda transformación de la propiedad individual, introduciendo mecanismos de mejora del propio sistema económico para conseguir la completa participación de todos los miembros de la comunidad en las ganancias que de ella se derivan. El neoliberalismo olvida algunos de sus importantes descubrimientos, como por ejemplo: que las leyes del mercado dependen de la oferta y la demanda, pero no así la distribución, cuyas consecuencias incita a estudiar y lo conveniente que sea o no. La distribución depende de las instituciones humanas, de las leyes y de las costumbres de la sociedad (el reparto o no de la riqueza es opción ideológica). Por otra parte, la ciencia anticonceptiva evita la explosión demográfica, lo cual permite introducir sin temor la RB como criterio de distribución previo al mecanismo del mercado, para que luego la oferta y la demanda entren en una relación de intereses mutuos (Cf. p.703). En la estela del conocimiento creativo de Stuart Mill y del liberal español Santiago Alba Bonifaz, la RB permite superar la paradoja actual: aumentan los beneficios netos y las ganancias empresariales y, sin embargo, se prevé gente sin cobrar las pensiones o que éstas les bajen bruscamente. La salida a estas circunstancias no está en un “sistema mixto de pensiones” (cuya contrapartida es desplazar a un sector de la población a la pobreza y marginación), sino en un derecho de redistribución de la inmensa riqueza que hoy se derrocha por doquier. Hay que cambiar la manera de distribuir y financiar el crecimiento económico. Habrá que recoger dinero de la riqueza producida, a título particular y también público, en lugar de hacerlo de fondos de cotización. Incluso sería permisible crear un seguro social basado en una tasa para mantener la RB, dejando la posibilidad de fondos de inversión para quien los desee. “Porque dinero hay. Falta organizar ese dinero, lo cual requiere una reestructuración (perestroika) de la economía de mercado” (p.736). Los epígrafes son: 1. Evolución del capital hacia la Renta Básica; 2. El problema de la superpoblación; 3. Fondo de pensiones.
El quinto (32 pp.) insiste de nuevo en la idea de perestroika (reestructuración) de la economía de mercado bajo los epígrafes: 1. El cambio social; 2. De las masas a la opinión pública; 3. Herramientas para la transformación social.
La desaparición del comunismo soviético permite plantear una perestroika global del capitalismo. La reestructuración soviética fracasó porque se quiso hacer en bloque y de manera planificada, sin ofrecer una iniciativa real al pueblo. En realidad, se anuló el sistema para implantar el capitalismo. Este último logra adaptarse mediante una función espontánea de reestructuración parcial, permanente y progresiva que le es característica, en la cual encaja la RB.
Los problemas originados por el efecto globalizador del mercado y la primacía de la economía sobre la política son objeto de críticas concretas, pero que no aportan una salida. Se proponen soluciones alternativas que se quedan en meras entelequias teóricas por falta de base material para su realización. Sucede así con la idea de una triple transformación: política y económica para una eficaz socialización; social y cultural que logre humanizar el consumo; y moral que permita al ser humano legitimar su orden sociocultural. La RB, acorde con estos fines, se presenta como herramienta de la transformación concreta en el mundo del trabajo, de la cultura y la convivencia social (p.744). Además, la RB aparece como “eje para la perestroika del capitalismo”, como un punto equidistante entre los polos de la riqueza y de la pobreza, sobre el cual se puede establecer un equilibrio según la equidistancia de cada mercado y economía a dicho punto (p.749).
La implantación de la RB es inevitable que pase por movilizar a la opinión pública. En nuestra sociedad el cambio ya no viene acompañado de movimientos y revoluciones de masas, sino de las denominadas “revoluciones paradójicas” sin derramamiento de sangre (p.773). Éstas se proponen cambiar la mentalidad de la sociedad mediante mecanismos básicamente publicitarios, los mismos que utiliza la propaganda para formar la opinión pública y crear el alma de la sociedad. No va a ser necesaria una “toma de la Bastilla” sino mucho esfuerzo, diplomacia, y un sentido de la necesidad capaz de abocar los hechos a su justa medida. Pero habrá que evitar el juego deformador de la opinión pública aportando conciencia y profundidad, para que la idea de la RB no se diluya en un producto más de consumo. Además, será necesario, como advirtió el filósofo francés Emmanuel Mounier:“hacer la revolución dentro de la revolución”; para no degenerar en establecer meros mecanismos de poder que desarrollan la actitud del reaccionario amigo de buscar las soluciones volviendo al pasado (750).
El sexto (38 pp.) aborda dos de los grandes obstáculos que han de ser salvados, o al menos controlados, para poder implantar con éxito la RB: 1. Corrupción de la economía; 2. El fanatismo.
La corrupción es consubstancial a nuestra economía occidental y cumple su objetivo: crear riqueza. “Y cada vez se ajusta más a los intereses de crear beneficios. Hasta el punto de haberse llegado a formar un auténtico imperio de economía ilegal, paralelo a la oficial, en la que ambas están intrínsecamente relacionadas” (p.775). La globalización generada por la tecnología de la información incrementa la interacción entre terroristas, narcotraficantes y traficantes de armas, conectados mediante técnicas de financiación muy avanzadas. Según advirtió el grupo de acción financiera de la OCDE (22-6-2000) el mundo de los negocios está implicado en el blanqueo de dinero a través de 28 paraísos fiscales, que amparan a más de un millón de sociedades, con un depósito total de aproximadamente cinco billones de dólares. El problema es que dichos paraísos son utilizados por los estados y grandes compañías para eludir las leyes a favor de los beneficios económicos. Por otra parte, el engaño de la “contabilidad creativa” puede llevar a una hecatombe generalizada del mercado y suscita la desconfianza de los inversores. Así, las medidas de los economistas no son técnicas sino ideológicas; se trata de la degeneración lógica del capitalismo que, descontextualizado y convertido en poder, acaba actuando fuera de su función económica. El establecimiento adecuado de una RB permitiría controlar eficazmente la corrupción alterando estos mecanismos fundamentales del modelo, de manera que la economía ya no esté bajo el chantaje de fomentar el crecimiento económico y crear puestos de trabajo a cualquier precio. Evitaríamos que la economía de mercado, instrumento necesario, se deforme como herramienta de poder. Ello requiere un esfuerzo racional, de lo contrario la RB podría caer en la vorágine de otra irracionalidad más.
El fanatismo instrumentaliza el fenómeno del trabajo con intransigencia y cerrazón, más allá de su respuesta a las necesidades personales y sociales; lo convierte en una fijación ideológica de carácter trascendente con métodos muy variados. Porque, desde lo irracional, ofrece un modelo prescrito de sociedad, al que se deben someter todos los seres humanos si quieren salvarse, ser felices o alcanzar cualquier otra oferta del método fanatizante en cuestión. Las sectas, concreción del fanatismo, se abren paso en la economía. Realizan programas de gestión empresarial, que incluyen programación y control mental, para combatir el estrés y hacer más productivos a los obreros y ejecutivos. Consiguen “fabricar” prosélitos para lograr un coste laboral bajísimo, con el que no puede competir la empresa privada según las reglas del mercado, trastocando cualquier proyecto conjunto de la sociedad. Interesa resaltar su repercusión social en la economía y la función de los políticos, en ocasiones estrechamente relacionados con estas organizaciones de poder. La mentalidad fanática interpreta mediante la teoría conspirativa las novedades que son, en realidad, fruto de la evolución social; y se opone a la RB por intereses ideológicos y doctrinarios (“ganarás el pan con el sudor de tu frente”), no desde la razón económica. Usa los números para calcular, mas no para razonar. Tampoco son racionales los modelos de fanatismo que propugnan la RB, pero lo hacen como proyección de sus ideas, condicionándola a que todo el mundo se convierta a su montaje (Nonsiamosoli; o Benjamín Crémer, profeta de la New Age). La Teoría Alternativa propugna, por el contrario, que la RB sea a la economía “lo que ha sido la razón a las creencias e ideologías” (p.790). La RB deberá formar parte de la realidad para evitar una espiral creciente de lo irracional. Lo irracional de la economía nos lleva a la devastación del planeta y a la mayor canallada posible: dejar que, mientras se derrocha por doquier, mueran millones de seres humanos por falta de alimentos. Responder a lo irracional de ciertas acciones religiosas o ideológicas desde lo irracional del progreso es el gran error en un mundo que está pariendo la globalización. La solución está en armarse de paciencia e incorporar elementos razonadores en la política y en la economía: democracia y RB.
El séptimo y último (2 pp., a modo de epílogo) es una profunda reflexión sobre la percepción del pasado y la evolución social al hilo de una visita a la exposición “maravillas de la España medieval”, en la Colegiata de san Isidoro de León: es curioso el paralelismo del pensamiento económico contemporáneo con el de una época en la que el papel de las reliquias (la mayoría falsas) fue soporte material de los más profundos ideales. Hay una mentalidad que arrastra la economía, la política, y la cultura; “que da cuerpo a un soporte material que es nuestro mundo, custodiándolo como si fuera algo absoluto, cuando no es más que una página de la historia que se pasa para dar lugar a otra que tenemos que empezar a escribir”(p. 814).
La principal novedad que aporta Ramiro Pinto consiste en integrar su propuesta en la estructura económica actual. Analiza la evolución de la economía para mostrar el camino que conduce a la RB como fruto de esa evolución, lo cual ilustra con numerosos ejemplos tomados de “la economía de a pie” y de la historia reciente de León: pantano de Riaño, canal de payuelos, subvenciones de la PAC, Antibióticos, Lagún Air, La Minero-siderúrgica de Ponferrada, empresas pizarreras, FELE; APEMA, etc., etc. Lejos de planteamientos morales e ideológicos, el autor observa que la economía de mercado desemboca en la RB ineludiblemente y que esta medida es un instrumento económico necesario para el desarrollo sostenible y el progreso económico del tercer mundo. La RB no consiste en un modelo socialista reformado ni en un modelo liberal también revisado, ni es las dos cosas a la vez sino que, siendo una evolución de ambas, tiene entidad propia; surge del desarrollo evolutivo, mediante un proceso dialéctico en el sentido más estrictamente hegeliano, algo nuevo, diferente y diferenciado que no es la mezcla de las causas de que surge (Cf. pp. 223 a 347). Ante el debate sobre las medidas neoliberales, basadas en el monetarismo, como antítesis del keynesianismo, la RB aparece como la síntesis de ambas políticas económicas, superando a ambas e integrándolas al mismo tiempo, lo cual es el fundamento teórico necesario para enraizar la RB con la realidad económica de nuestra sociedad y su evolución en la historia (p. 475). La RB es el resultado del crecimiento económico y es el límite que permite hacer sostenible el desarrollo; pues “la racionalidad del mercado exige una base financiera repartida de manera general, una especie de plataforma económica en donde se instale y cimiente el mercado para que luego se desarrolle por sus propios medios” (p. 396).
El autor da a su propuesta un enfoque práctico y concreto sobre la implantación de la RBC:
• La “universalidad” de la medida se refiere a los ciudadanos de una zona económica suficientemente desarrollada como la UE; lo cual excluye a los inmigrantes, por diversas razones completamente ajenas a una injusta discriminación por raza, cultura y demás: “si a cada uno que llega de fuera se le diera una paga, más que básica sería de lujo ante el cambio de moneda y el nivel de vida inferior del país del que parte”. Sería deformar el contenido y el sentido técnico de la RB que, desde la perspectiva ramiriana, se entiende como “un ajuste del mercado, que sirve para equilibrar el desarrollo financiero del sistema productivo”. “Aplicar la RB ha de llevarnos a prevenir las causas de la inmigración, no a querer paliar sus efectos espectacularmente, pues haría fracasar tal medida”. Además, como indica Ramiro Pinto, el inmigrante recibe el equivalente a la RB “con todos los derechos de ciudadanía garantizados, y con un pluscapital mínimo que le va a permitir invertir y hacerse con una propiedad en su país, sin esfuerzo añadido, con el simple cambio de contexto” (pp. 155-157).
• La financiación de la RB correría a cargo de la Tasa Renta Básica (en adelante TRB), un pequeño porcentaje que se establecería sobre los beneficios originados en la economía especulativa, con un funcionamiento similar al de la tasa Tobin (pe. el 20% sobre los beneficios de las10.000 empresas con más beneficios de la nación, p. 273). La RB “requiere que los Presupuestos Generales del Estado se organicen en torno suyo”, pero “con un sistema recaudatorio que no altere ni merme el modelo fiscal” (p.151). El dinero necesario deberá obtenerse fuera de la fiscalidad, que debe seguir su camino sin arriesgarse a entrar en bancarrota. La gestión corresponderá a la autoridad monetaria de la zona económica (el Banco Central), en coherencia con su planteamiento que entiende la RB como una medida monetaria, como una forma de poner en circulación el dinero.
• La cantidad a percibir se establecerá en relación al umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia). Será la media de este umbral, para toda la zona económica de referencia. Será individual y mensualmente devengada a partir de los 16 años (con 1/2 RB hasta los 18, Cf. p.153). El conjunto de rentas básicas representaría un 20% del PIB, ó un 26,7%, distribuido por el Estado, mientras que el resto, el 73,3% lo sería por el mercado (p. 282). En la práctica la RB será una constante al compás del PIB.
• Fases de implantación: tres. “La primera sería para la masa de pobres, parados sin subsidio, para lo cual basta en España el 1,5% del PIB, según los cálculos realizados por el economista José Iglesias Fernández116. La segunda, amas de casa y estudiantes; y la tercera universalizar la medida a cada uno de los ciudadanos de la circunscripción administrativa que lo permita. La referencia para España es que en total equivale la segunda fase al 20% del PIB” (p.161). El proceso no puede prolongarse más de tres años, “pues aparecerían variables que afectarían al mercado laboral de manera contraria a la aplicación completa de la RB” (p.161).
El libro pretende recuperar la esencia de la economía política para dar sentido a la economía y a la política y, sobre todo, poder abordar nuevos modelos y planteamientos más acordes con el mundo en que vivimos. Su Teoría alternativa lo es respecto de la Teoría Clásica y de la Teoría General (p.372). Estimo muy positivo esto último, teniendo en cuenta que las respuestas usuales desde el paradigma económico vigente (“neoliberal”) nos llevan a un callejón sin salida, suponen más de lo mismo y agravar los problemas. Por ejemplo, crear puestos de trabajo artificialmente, como un producto más de consumo, resulta ineficaz y aumenta la inflación. Las propuestas de retrasar la jubilación y reformar las pensiones provocan la ira de la ciudadanía; y duplicar la inversión en innovación supondrá a la larga sustituir más mano de obra por máquinas, con la consiguiente exclusión social de más parados forzosos. Necesitamos medidas correctivas que, al mismo tiempo, respeten el libre mercado como hace la Renta Básica que propone Ramiro Pinto.


Observación sobre la Tasa Renta Básica (9-8-2005), por Horacio García Pacios, militante de ARENCI

Ramiro Pinto profundiza posteriormente su reflexión sobre la “TRB” en un folleto de 56 páginas editado por ARENCI: “Tasa RB (Estudio sobre la financiación de la Renta Básica)”, León, diciembre de 2004. Según explica dicho folleto, la RBC se financiaría a cuenta de la “Tasa Renta Básica”, también denominada “Tasa sobre la revalorización económica” porque consistiría en cobrar un pequeño porcentaje (en torno al 5%) sobre la revalorización económica generada sin que medie el trabajo productivo. Dicha tasa se aplicaría tanto sobre la revalorización que se produce en los mercados de transacciones financieras (ahí se queda la tasa Tobin) como sobre la que sucede de manera general en la estructura económica al aplicar un sistema de revalorización; ya sea a un terreno, a un piso, a la imagen publicitaria, o al caché de los artistas o deportistas, al margen de su producción literaria, mediática o discográfica (Cf. p.49 del folleto). Dicha revalorización, a la que también nos referimos en ARENCI como “pluscapital” o “sobreganancia”, actualmente no cotiza o lo hace a un tipo ridículo (como ejemplo las “Sicav”, sociedades de capital variable, que sólo tributan al 1%, ver El País 1-7-2005,70). Es más, esta “sobreganancia” acaba, por lo general, controlada por manos invisibles puramente especulativas, socialmente “muertas” para la solidaridad y el beneficio social. Como vemos, la idea de establecer la tasa Tobin le sirve a Ramiro de inspiración, pero la supera.
Ramiro repasa el análisis de Henry George sobre la realidad económica de su época -última mitad del s. XIX- en la obra Progreso y Pobreza (Ediciones CEDEL, Barcelona, 1978); toma de él el concepto de “pirámide de la producción de riqueza” y actualiza en forma de TRB su idea de establecer un impuesto único sobre la base de dicha pirámide, como método de ingreso público para evitar que los impuestos recaigan en el consumidor. Sostiene Ramiro que la idea de una osmosis de la riqueza hacia la base dominante de la economía (sector que impulsa y determina a todos los demás) es de un gran valor teórico para explicar la naturaleza de la TRB. Según él, la base de dicha pirámide ha variado paulatinamente, pasando de la tierra a los medios de producción, de ahí a la economía de servicios y se ha trasladado hoy a la economía financiera, adonde llega finalmente la riqueza del crecimiento económico. Allí debe llegar una nueva fiscalidad, para que la redistribución de la riqueza haga que funcione mejor la economía. Se trata de cambiar el modelo actual (riqueza privada-empleo-asistencia social) por otro en el que una parte del capital privado pasa a los fondos públicos y de éstos otra vez al capital privado, pero no para sumarse al capital empresarial con la excusa de “crear empleo”, sino en forma de rentas básicas. Ello revertirá en la dinamización económica, en el beneficio privado que retroalimenta el ciclo de creación de riqueza privada-social. No se trata, pues, de eliminar el capital ni de bloquear su funcionamiento castigando la especulación, sino de democratizarlo mediante una TRB que la regule y socialice.
Dicha tasa supone, además, la integración y aplicación práctica de ciertas ideas expresadas, entre otros, por David Rockefeller (El semanal, 13-12-2003), Paul B. Spahn y Wieczorck-Zeul (p. 36), Ryszard Kapuscinski (p. 46), Patricia Fernández de Lis (p.54), Henry Ford (p.22) o el economista alemán asesinado en 1922 Walther Rathenau (p.23). Asimismo, se han tenido en cuenta las observaciones aportadas por Juan M. Alarcón y José Miguel Sánchez (p.8), Santiago Rodríguez (p.24), Rosa Pérez de Asís (p.25) y la trabajadora social y diputada Carmen García.
Los técnicos discuten diversas vías de financiación: IRPF, IVA... y, más recientemente, la TRB. Ramiro insiste en la importancia de elegir bien. Según él, la fórmula que se elija incidirá decisivamente en el acierto o fracaso de la medida. Propone la TRB como la más idónea porque, a diferencia de las otras vías, está respaldada por un modelo teórico que integra y estructura la RB en la realidad económica como parte de la evolución social, en vez de tomarla como un añadido. Además, tiene en cuenta los mecanismos concretos de la economía y a qué responde la RB desde la economía política (Cf. pp. 4-7).
Sin embargo, ve posible llegar a una solución de consenso comprendiendo las distintas vías como complementarias, y no como excluyentes. Esta actitud de Ramiro coincide con lo que en Esthética Originaria denominan: “transformar los contrarios en complementarios”, “convertir los límites en orilla” (Santiago Pérez Gago y discípulos de la “Nueva Escuela de Salamanca”; Sociedad de la Comunidad Castellano-Leonesa de Esthética y Theoría del Arte, quienes recientemente se han sumado al estudio de la Renta Básica como medida para potenciar el “bien ser” de las personas y su autonomía en lugar del supuesto “bienestar” en la sociedad consumista).
Respecto de la cantidad a percibir en concepto de RB, se insiste en que ésta será una constante al compás del PIB, establecida en referencia al umbral de la pobreza; en concreto sobre la media de este umbral para toda la zona económica de referencia (421€ para la zona euro, en diciembre de 2003).

Anónimo dijo...

Gracias. Pero haced, os lo recomiendo, un decálogo muy sencillo. Hoy la gente no lee. os hablo con conocimiento de causa, ni Directores generales, ni secretarios generales. Si yo recibo un informe en mi trabajo, lo leo por encima, si es necesario tramitarlo a instancias superiores no puedo superar la cuartilla, si no no lo dan de paso. Creo que es una teoría coherente. Suerte. Ernesto.

Anónimo dijo...

Una gran idea, ¿pero real? parece que sí. Me ha gustado la forma de exponer la financiación. El problema es ¿quién pone el cascabel al gato? Voy a meterme en este tema, que me sorprendió, pero hay algo que me dice que ntiene futuro. Amancio.

Anónimo dijo...

Lo de la evolución fiscal me parece una idea brillante. En mi pueblo, Aranjuez, se recuadaban impuestos cobrando por polletes que se colocaban delante de las casas. Y los vendedores de este pueblo pagaban por el paso comercial a Madrid. ¿Se imaginan mantener la sociedad de hoy con estos impuestos? Sería de risa. Tienen razón. Y otra cosa. Trabajo en Torrejón, como gestor en una empresa de transportes. ëramos dos. Quedo yo. Tengo que estar ocho horas haciendo que hago algo. me sobran seis horas diarias, para hecer realmente lo que tengo que hacer. Por culpa de un programa que funciona casi automáticamente. Pero he comentado a algún amigo este tema y dicen que estoy loco. Quiero dar las gracias a Santy, por la información que me envió antes del verano.

Anónimo dijo...

Lo de la renta básica puede suceder en un grupo, nunca en una sociedad de masas. Hace falta una medida de represión, cuyos límites dan forma a la democracia. El y trabajo y la pobreza son factores necesarios, simplemente para que la especie humana fuera de su ámbito natural sobreviva. Os lo juro, soy biólogo. Aunque económicamente la enta básica sea posible, su aplicación supone un suicidio para la especie. No se trata de ver que mueren de hambre milels de personas, sino que otros tantos sobreviven. Es la ley de la supervivencia. Y en la civilización ha de aplicarse con la fuerza en forma ideológica. La iglesia católica no habría llegado a nuestros días de no haber quemado a los herejes. Cuantas menos especies queden en el planeta, más espacio nos queda a los humanos.

Anónimo dijo...

Página web de Ramiro Pinto:
http://www.ramiropinto.es