domingo, octubre 25, 2009

69 RAZONES PARA NO TRABAJAR DEMASIADO

Estimados amigos/as:

Por su interés y relación con la reivindicación de una Renta Básica de Ciudadanía, os remitimos reseña del nuevo libro de nuestro compañero del Observatorio, José Antonio Pérez, de reciente publicación en Ediciones El Viejo Topo.

Título 69 RAZONES PARA NO TRABAJAR DEMASIADO

(Novedad 14-09-2009) Autor Ciudadano Pérez
Ediciones Viejo Topo
ISBN 978-84-92616-32-9


Hay poco de frivolidad en la propuesta de trabajar menos. Tesis que, pese a su honda solera filosófica, parecía políticamente poco apropiada mientras estuvo vigente la promesa de crear un Estado del Bienestar. Sin embargo, la contrapartida que se ofrece hoy a cambio del esfuerzo laboral es precariedad creciente en el empleo, despido libre, contratos basura, salarios que rayan en el insulto, servicios públicos de salud deteriorados e incertidumbre en las pensiones de jubilación. En esas condiciones, entregar nuestra vida al trabajo por cuenta ajena parece cosa de tontos: vive para tí solo, si pudieres, pues sólo para tí, si mueres, mueres, advierte Quevedo.

Pese a los cuentos inventados por los ideólogos del sistema, el trabajo por cuenta ajena no otorga carta de ciudadanía. No puede hacerlo por la sencilla razón de que ningún ordenamiento constitucional vigente reconoce el acceso al trabajo como un derecho de obligatoria provisión. Un ciudadano puede exigir que las autoridades del Estado protejan su seguridad personal o su salud. Pero no existen vías jurídicas para exigir una colocación dentro del artefacto social del empleo. Para evitar desórdenes sociales, los gobiernos intentan favorecer lo que eufemísticamente denominan "creación de empleo". O sea, la contratación de trabajadores por parte de los empresarios. Pero éstos, a la vez que propietarios de los medios de producción, manejan también los mandos del artefacto empleador. En consecuencia, nadie podrá trabajar sin permiso de otro, como observó Karl Marx. Mientras el capitalismo perdure, los seres humanos no tenemos la menor obligación ética de sacrificar el corto tiempo de nuestra existencia en aras de un sistema injusto.

Razones para no trabajar demasiado las hay seguramente por miles. En este librito se presenta una breve selección que recoge lo que filósofos y pensadores de diversas épocas han dicho sobre lo que el impagable Paul Lafargue denominó "el vicio del trabajo". Para entender el concepto es preciso leer a maestros del pensamiento como Sócrates, Epicuro, Séneca, Tomás Moro, Henry D. Thoreau o Bertrand Russell, entre otros.

Si una mayoría de ciudadanos leyese a estos maestros y actuara en consecuencia, posiblemente el capitalismo caería sin necesidad de revoluciones. El experimento vale la pena. Esta guía de lectura va dedicada a quienes se atrevan a intentarlo.

Ciudadano Pérez (Madrid, 1948) es periodista e inventor de libros tales como: Manual Práctico para la Desobediencia Civil (Pamiela, Pamplona, 1994); Itoiz: de la desobediencia civil al ecosabotaje (Pamiela, Pamplona, 1996); Política para los muertos civiles (Primer premio Certamen sindical 1º de Mayo, 1997); Crítica de la labor pura (Monografías Cedesc, Barcelona, 1998); Rebelión en la sociedad civil (Flor del Viento, Barcelona, 1999); Diccionario del Paro y otras miserias de la Globalización (Debate, Madrid, 2002); Manual del Manifestante (De Bolsillo, Barcelona, 2005).

http://www.elviejotopo.com/web/libros_novedades.php

http://www.elviejotopo.com/web/libros_detalle.php?idLibro=242

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que van de graciosillos. No me hace gracia que usen el problema del pario y no pongan 70 razones, que sería lo lógico. Nos provocan a quienes somos mujeres honradas y creyentes y no guarras, como nos quieren los machistas e inmorales. Reniego de este libro y viva la moral. Y no quieran trabajar poco, para que se lo hagan todo las criadas sudaméricanas y a darlas razones con ese numerito. Vergüenza les debería de dar. Cerdos.

Anónimo dijo...

¡Pero, mujer! Reniegue de las "pompas de Satanás" y del pecado... ¿pero de este libro? ¿Leído lo ha, doña? ¡Qué manía de buscarle tres pies al gato! ¿Insinúa Ud. que el título es una inmoralidad de tipo sexual? ¿y en qué se basa? No dudo de su honradez, como tampoco dudo de su patológica tendencia "orgasmofóbica". Si alega motivos religiosos cristianos, puedo asegurarle que ha recibido Ud. una mala iniciación al cristianismo. Pues el sexo es un don de Dios, no hay nada moralmente sucio en él. La suciedad del sexo y de la carne es doctrina platónica y gnóstica, no cristiana. Recuerde: "caro cardis salutis" (la carne es el quicio de la salvación)...
Le recomiendo que lea, del Dr. Albert Ellis: "El camino de la tolerancia. Filosofía de la Terapia Racional Emotivo-Conductual" (Ediciones Obelisco,Barcelona 2006). El acto sexual, copulación, polvo o como quiera llamarlo,es, normalmente algo condenadamente bueno. Por lo tanto, sería mejor que no se usara de una manera negativa, insultante... Además, es de suponer que las mujeres honradas también joden jodidamente bien, en posturas muy diversas y que también ejercen su sexualidad de una manera racional y lógica, más allá de la típica posición del "misionero", ¿no le parece?
Y vuelve Ud. a errar, Sra.; pues los cerdos, tan genéticamente próximos al ser humano, no practican ni el 69, ni la postura del misionero... y usted puede.

Salustiano de Castro

Derecho a no hacer nada dijo...

Para aquellos/as que critican este libro y no han llegado a leer más allá del título:
Propongo otra razón para no trabajar demasiado, que hará el redondo número 70.
Debería ser derecho y obligación el acto de no hacer nada. No es de recibo que alguien sea juzgado por no gustar del trabajo, del agobio, de los malos ratos en el acto de enriquecer a quien más tiene.
Vivir con poco es posible y da libertad al individuo. Pero, a quien le guste trabajar, que lo haga; siempre hay un roto para un descosido.
Salud.

currante, pero poco dijo...

Hola, aunque ya hace tiempo de los anteriores comentarios, no he podido, ni querido, callarme.
A la señora del primer comentario: jajajajjajjaajajjaja, perdone que me ria, pero ¿acaso ha leído el libro?, aquí se hace evidente el famoso: "qué atrevida es la ignorancia". Por favor, ha leído el número 69 y lo de no trabajar y lo ha asociado a sexo y que trabajen los demás, aunque en este caso ha pensado que se está refieriendo a los sudamericanos, no me lo puedo creer de tan ridículo que puede ser el comentario, me voy a reir otro poco, con su permiso: jajajajajajaajajaa.
Saludos... y no trabaje tanto, que hay muchas cosas en la vida que nos perdemos mientras estamos trabajando.