domingo, noviembre 16, 2008

La crisis tiene solución

INMERSOS como estamos en una crisis sin parangón se suceden declaraciones sobre la necesidad de refundar o regenerar el capitalismo (Sarkozy); o Establecer un nuevo contrato social (Teresa de la Vega). Hay un común acuerdo institucional sobre la conveniencia de controlar los flujos financieros y regular la economía especulativa. Ahora que el dinero deja de circular en los mercados nacionales se empieza ver conveniente prohibir los paraísos fiscales. El problema es cómo se lleva a cabo todo esto, porque hasta ahora las medidas que se toman no funcionan. Sucede lo contrario, agravan la situación. En lugar buscarse otras soluciones se insiste en una peligrosa huida hacia delante.

Asistimos a una crisis de modelo, no de ciclo, lo cual hace más delicada la situación. Podemos salir del modelo, pero no de la crisis. Lo que se presentan como las causas de la misma son excusas. Es preciso clarificar algunos procesos que están sucediendo para entender posibles soluciones.

1. Asistimos a una reubicación de capitales, que necesitan fusionarse ante la competencia global. No es la crisis la que provoca las quiebras o fusiones de los bancos, sino que aumentarán en un futuro convirtiéndose en uno de los desencadenantes de la crisis que vivimos. Los capitales compiten en una economía global, diferente a la anterior etapa que fue internacional. Como dice un refrán africano «cuando pelean los elefantes mueren las hormigas».
2. El reajuste empresarial es lo que lleva a la crisis y no es la crisis en sí la que provoca los despidos. Ya el año 2004 Sony despidió a 20.000 trabajadores en todo el mundo. Sucede un fenómeno nuevo: aumentan los beneficios y la productividad con menos trabajadores. Las nuevas tecnologías sustituyen mucha mano de obra.
3. Hay una pugna entre el poder económico que quiere imponer sus condiciones (OMC) y el poder político que realiza normas necesarias que frenan o encarecen las inversiones, como normativas medioambientales, derechos laborales, etc. Están echando un pulso para posicionarse en el nuevo escenario global, por lo que hacen falta nuevas estructuras políticas de las dimensiones de las multinacionales, por ejemplo la creación de un Estado europeo, pues de lo contrario: divide y vencerás. Todo esto, y más asuntos particulares de cada economía producen un reajuste: la «crisis». La subida del precio del petróleo, el impago de hipotecas que ahora se legisla para retrasar su vencimiento, porque a la banca no le interesa embargar inmuebles que se han devaluado y buscan el apoyo del dinero público para hacer frente a dichos pagos, mientras que nada se hace para pagar los alquileres de los parados o de los trabajadores precarios.

Las políticas económicas que se están aplicando para paliar la crisis son contraproducentes. No sirven. Pero se basan en un concepto esencial del modelo económico: la relación del capital con el trabajo. Algo que ha cambiado radicalmente. Se bajan los tipos de interés con la intención de abaratar el dinero, de forma que sea posible facilitar créditos que permitan invertir y crear puestos de trabajo y beneficios, y mediante el salario que se active la demanda, para lo cual también se pide el impulso del Estado para que invierta dinero público en el mismo sentido de las inversiones. Pero al no estar relacionados capital y empleo tales medidas no funcionan. Baja la capacidad de consumo y las inversiones productivas tienen que cerrar y aumenta el paro a la vez que la inflación.

El mercado de valores carece de posibilidad inversora y bajan los precios de las acciones. Y suceden cosas tan asombrosas como en León que se invierten 9,2 millones de euros en una planta de biocombustible que creará 14 empleos. A parte del desastre humanitario en el Tercer Mundo que supone dedicar alimentos para producir energía, habiendo energías más eficientes, como la solar, y la devaluación de los precios agrarios que sucederá como con la leche, es que desde el punto de vista de la eficiencia inversora cada puesto de trabajo cuesta más de 100 millones de las antiguas pesetas. Con ese mismo dinero esos 14 trabajadores ¡podrían cobrar 3.000 euros durante más de mil años! Esto es absurdo desde la economía política. Y lo pagaremos en un futuro próximo.

Hay, sin embargo, una solución que consiste en activar la llamada demanda marginal, creando las unidades básicas de consumo: dar a cada ciudadano una Renta Básica, para actuar desde el otro lado del mercado impulsando el consumo, en lugar de hacerlo desde la oferta que incentive la producción como se hace ahora. Al no tener en cuenta el empleo el capital se relaciona directamente con la demanda, que es como realmente funciona hoy en día, y por mucho que se quiera forzar la creación de empleo no puede ser. Los puestos de trabajo se crearán en el nuevo modelo en función de las necesidades de la demanda, empleo real, y el déficit salarial queda compensado al dotar a cada ciudadano de una cantidad de dinero valorada sobre el umbral de la pobreza. Equivale sólo a un 5% más del PIB de lo que se ha puesto a disposición de los bancos, pero beneficia al 97% de la sociedad. El 3% que se beneficia exclusivamente ahora no sale beneficiado, pero su perjuicio es mínimo, con la ventaja de que se dinamiza la economía y van a poder seguir funcionando sus capitales.

De no plantearse esto nos vemos ante un peligro inminente, como es querer que todo lo que se está haciendo tenga un sentido y sirva para algo, lo que llevará a emitir moneda por parte del banco central, el último paso de esta huida hacia delante, entonces sucederá un desastre, el colapso de la economía de manera irreversible para muchos años. Es algo que debemos de evitar a toda costa. Evidentemente esta solución requiere que se aplique bien la renta básica, no que se falsifique, ni que se haga de manera incompleta, pues si se diera sólo a los más necesitados supone una carga presupuestaria que acaba bloqueando la economía. Se petaría. Consiste en ordenar la circulación de dinero de otra manera más eficaz y acorde con la nueva realidad. Lo cual requiere un nuevo modelo fiscal, que hace inútiles los paraísos fiscales y sirve para regular la economía financiera, de la que se socializa una parte de la riqueza que genera, como se ha hecho hasta ahora con la productiva, al incidir en una fiscalidad desde el consumo: un impuesto a la especulación, la tasa RB y aumentar el IVA, reduciendo al máximo los impuestos de sociedades y el IRPF, lo cual facilitará el desarrollo de la economía financiera, en equilibrio con la productiva y de una manera sostenible.

La crisis económica tiene solución, lo que no sé si la tendrá es la incapacidad de nuestros gobernantes y políticos, que defienden el pleno empleo cuando es imposible. O la indiferencia de las instituciones académicas, universitarias especialmente, al servicio de las empresas y no del bien público lo cual se certifica ya con el plan Bolonia. Vale.

RAMIRO PINTO CAÑON

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante este artículo. Debería ser publicado en la prensa y darse a conoc er más. fectivamente, hay una base teórica que es lo que hizo Ford cuando subió el salario a sus trabbajadores para que se convirtieran en consumidores, pues de otra manera su fábrica tenía que dejar de producir. Es vdecir se incentiva el consumo. Hoy en día debería hacerse lo mismo, lo cual de alguna manera se ha intuido con los viajes del Inserso, por ejemplo, o faciliutrar el consumo de propiedades abaratando el dinero y facilitando los créditos, pero tiene razón el señor Pinto, que hay que limnitar este proceso en los márgenes de la sostenibilidad y de la cada vez más escasas materias primas: agua y petróleo fundamentalmente. Los empresario invierte para sacar beneficios, no para crear puestos de trabajo, lo cual para ellos es un efecto secundario, o sea como consecuencia de. Efectivamente el pleno empleo no e sposible. Por eso una política encaminada a ello y basada en ese objetivo carece de sentido. Se usa como demagogia. Feliciades por esta aportación, que trataré de divulgar. Fdo.: Alberto E.

Anónimo dijo...

Efectivamente, el capital en relación al consumo, sólo así se reconstruirá la economía. ¿Trabajo para todos? Con salarios muy baratos. Hoy ya no se plantea. ¿Políticos? sólo piensan en ellos. Abelardo (Alicante).

Anónimo dijo...

Muy señores míos: la economía es un tema muy complejo del que ustedes no entienden demasiado, con sus idales, más que ideas. Seguro que son ustedes jóvenes. La economía se fundamenta en intereses, ¡intereses! y el que tiene quiere tener más y el que no tiene que buscarse la vida. esa es la economía, guste o no. El problema de la crisis es que nos lleva a un equilibrio necesario. Hace falta eliminar a 1/5 de la población, que sobra, no hay medios materiales para ellos. es tyrágico, es una pena, pero es como un barco, en pelibro, o se elimina a una parte o se hunden todos. Ahora no queda bien matarlos, sino que se les ha de dejar morir de hambre, enfermedades y de formas disimuladas, con guerras que permitan ocupar los recuros energéticos, y a los fanáticos que se han vuelto locos eleminarles cuanto antes. da lo mismo lo que se haga. Rentas básicas o bajar los tipos de interés. Y cuando se quiera acerlerar el proceso de salvación se acometará una guerra mundial, que ya toca para el equilibrio poblacional y fuera lo que sobre. ¿Voy a dejar de tomar mi café caliente a la orilla del mar, y el pescadito frito? No. Ni leo la prensa, para no ver nada. Y los pol´ñiticos viven a todo lujo, como yo, y dicen ay que pena, vamos a hacer y no hacen nada, eso sí sus buenas mansiones y comidas que nadie se las quite. es así. No perdáis el tiempo. Francisco S.

Anónimo dijo...

Felicidades al autor, lo mejor que he leído sobre la crisis y sobre todo con una aportación positiva. Y el comentario sobre los políticos y universidad es cierto, es una pena. Este año termino la carrera y si pides una investigación sobre algo, te dicen que están ocupados y están ocupados en lo que les pagan. Y los políticos igual.

Anónimo dijo...

Estimado Francisco S.

Debo de agradecerle, la molestia que se ha tomado en contestar a nuestro articulo. Al menos ha demostrado interes aunque quizas no comparta nuestra opinión. Espero que disfrute de su pescaito mientras pueda.

Un saludo

Jose Miguel