jueves, septiembre 11, 2008

Renta Básica, “inyección” para todos

La «inyección» del Gobierno de EE UU a Freddie y Fannie, es noticia. Ya ven cómo practican los «neocons el libre me»rcado si se trata regalar dinero público para salvar ciertos negocios... Es una canallada en toda regla, un agravio comparativo que consiste en regalar dinero a los ricos, mientras que al ciudadano corriente, y a los pobres, se les niega hasta lo necesario para vivir.

¿Y quién protesta ante semejante canallada? ¿Qué opina en España el PP de la liberalización masiva? ¿Y los sindicatos, «la izquierda», el PSOE…? Aquí se hizo algo parecido en su día para «tapar el agujero de Banesto con la anuencia general de los políticos y sindicatos, salvo la de aquella Izquierda Unida de Julio Anguita y pocos más.

No han cambiado mucho las cosas con Zapatero en el poder. Hoy, el mismo PSOE que “saneó” Banesto se muestra remiso a abrir en el Congreso de los Diputados la subcomisión sobre

«Renta Básica de Ciudadanía que prometió y votó constituir (¡debate sobre el estado de la Nación de 2005!). Más tarde, el Sr. Presidente votó junto al PP contra sendas leyes de Renta Básica, propuestas en octubre de 2007 por ERC e IU. ¿Por qué Zapatero no dio su propuesta alternativa? Al menos, podría haber abierto la subcomisión para estudiar el tema y sacarlo a la opinión pública. En la campaña para las pasadas elecciones generales (9/3/2008), el candidato del PSOE descalificó al Sr. Pizarro porque éste advertía de la crisis. El PSOE presentó la promesa del «pleno empleo» como una de las «Razones para creer» (en Zapatero, no en Dios...).

En la presente coyuntura, prometer «pleno empleo» y perseguirlo es inútil; lo sabe hasta el que asó la manteca. El propio Zapatero anunció que la tasa de crecimiento y el empleo serán menos favorables que los últimos cuatro años. La mejor política social sería una economía más racional, pero aquí se estila la «fuerza del cambio» de ZP: falsa «renta básica de emancipación»en vez de la «Renta Básica de Ciudadanía que reclamaba el nº 87 del documento “Ciudadanía, Libertad y Socialismo: Un partido en la España del s. XXI”. Decía así: «Nuestro objetivo y nuestra propuesta, será hacer realidad una Renta Básica de Ciudadanía, es decir, garantizar unos garantizar unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos con carácter universal e incondicional, que se constituya como el mínimo vital de subsistencia que toda persona o familia necesita para vivir». Como todos sabemos, fue una propuesta estrellada. ¡Qué lejos queda esta falsa «renta básica de emancipación» de aquella definición congresual!

Desde ARENCI, hemos planteado hasta la saciedad la cuestión de fondo que se ventila en noticias como la que hoy comentamos: la privatización de beneficios (a favor de los «agentes sociales» del capitalismo) y la socialización de las pérdidas de los capitalistas a costa del dinero de todos. Se justifica, dicen, en aras de la «estabilidad” económica y del «mantenimiento del empleo»... No estamos de acuerdo con tal planteamiento obsoleto que nos lleva de fracaso en fracaso y de error en error: las crisis se suceden unas a otras y el paro sigue aumentando; lo cual permite al empresariado utilizar el empleo como chantaje contra el trabajador y ante los gobiernos renuentes a subvencionar. Es que la tecnología moderna permite multiplicar la productividad y prescindir de mano de obra humana, requiriendo muchos menos puestos de trabajo de los que destruye, y más especializados. Unamos esto a la permisividad objetiva de los gobiernos frente a la economía sumergida y el tráfico de inmigrantes ilegales (para abaratar costes laborales...), y ya tenemos caldo de cultivo para el racismo, la xenofobia y el fanatismo de todo pelaje «porque los extranjeros nos quitan el pan»Lástima que, en pocas líneas, no podamos analizar cabalmente el tema; lo hacemos más ampliamente en la web: http://rentabasica.blogspot.com. También les recomiendo el libro de Ramiro Pinto Cañón, con prólogo imprescindible de Fernando Savater: Los fundamentos de la Renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo (Madrid 2003). Hay que leer para saber; y no seguir confundiendo la Renta Básica con la política de rentas mínimas para pobres y marginados, o con una subvención generalizada y paternalista del Estado para sostener la impotencia de los pobres a rebelarse y mantener a los ciudadanos en la inmadurez.

Nuestra propuesta es divergente: sólo el empleo necesario, más mercado y menos subvención. Pero, eso sí: con Renta Básica de Ciudadanía; para que entre nosotros, miembros de una sociedad opulenta, ninguno pase necesidad; no de lujos, sino del mínimo indispensable para vivir. La naturaleza de la misma es muy distinta de la que corresponde a la subvención. Supone una «inyección” de dinero para todos y cada uno de los ciudadanos, con una cuantía modulable según la edad y directamente referida al límite de la pobreza, no más. Se plantea como medida estrictamente económica, que ha de traducirse en un nuevo derecho ciudadano universal como el voto, la educación o la sanidad; sin perjuicio de que quienes quieran puedan renunciar a cobrarla el tiempo que deseen, de modo similar a quienes deciden usar los servicios privados, sin perder por ello su derecho a la enseñanza pública, o al centro de salud. Con ella no se perjudicaría a nadie: los pobres serían cada vez menos pobres y los ricos cada vez menos ricos (pero ricos). Se podría evitar que ciertas personas se vean obligadas a rebuscar en el contenedor de basura del supermercado o del hotel.

ARENCI lleva promoviendo ante la opinión pública y las instituciones el estudio de la Renta Básica, desde su fundación en 1996. Somos los primeros en presentar una teoría económica alternativa capaz de insertar la Renta Básica en el engranaje de la economía real. Hemos sido los primeros en llevar al Congreso de los Diputados una propuesta para estudiar su aplicación en España dentro de la Zona Euro, con el apoyo de D.ª Carme García (IU). También somos los primeros en presentarla al Parlamento Europeo, con el asesoramiento de Dª Elena Valenciano (PSOE), etc., etc. Nuestra campaña hacia el mundo político e institucional nos ha llevado a tratar con diversos partidos, sindicatos y asociaciones. Nuestra idea va llegando a la gente gracias a los periódicos que nos han brindado sus páginas y, en menor medida, a otros medios de comunicación. Diario de León y El Faro Astorgano merecen un agradecimiento especial. Hemos concretado nuestra propuesta explicando qué hacer y cómo. La discusión avanza, y la próxima cita será con Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía el jueves 18 de septiembre, para un debate en su sede de la calle Carranza (Madrid). Les mantendremos informados.

Basta ya de «inyección económica» sólo para ricos, y de quemar dinero en «crear empleo» a cualquier precio. Porque esto alimenta la espiral del consumo, no es sostenible, nos lleva al agotamiento de recursos y al suicidio global. Como señalamos desde ARENCI, la racionalidad del mercado exige una base financiera repartida de manera general, una especie de plataforma económica en donde se instale y cimiente el mercado para que luego se desarrolle por sus propios medios. Hay otro modo de redistribuir una mínima parte del excedente de riqueza generado por la tecnología y la especulación, sin interferir en el libre mercado y que posibilita más libertad individual: la Renta Básica. Pero para ponerla en práctica, amén de buenos fondos, se necesitan los estudios técnicos y la voluntad política concretada en decisiones institucionales y leyes adecuadas. Muchas gracias por su atención. ¡Políticos a trabajar!

Horacio García Pacios (presidente de ARENCI)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y quiénes son Uds. para darnos lecciones de economía? Este es un tema muy complejo, que ni los catedráticos universitarios saben resolver. Y vienen Uds., Sr. Horacio, y ya nos lo arreglan todo regalando todavía más dinero: ¡A todo el mundo, nada menos! ¿El "excedente de riqueza" que, según Uds., se deriva de la tecnología da para tanto? Además, el dinero es de su dueño; es decir: de los ciudadanos que arriesgaron en su inversión. ¿Se lo van a robar? Uds. sólo hablan de ganancias; ¿y lo que se invierte, y los créditos y los salarios que hay que pagar, incluso a los malos trabajadores...? ¿y los cuantiosos impuestos que ya pagamos...? ¿Eso no cuenta? ¿Nos los van a aumentar? No le digo que, ahora haya empleo para todos, ¿pero cómo sabe Ud. que el “pleno empleo” no se podrá conseguir pasada la crisis? Pobres, siempre los habrá, a pesar de su hipotética renta básica ¿Y si se gastan el dinero de la renta básica en el tragaperras, qué van a hacer?
La solución está, donde apuntaba un señor en el Diario de León, don Afrodisio Ferrero Pérez
(20/08/08): “sin la presencia de hombres de talento, y sobre todo, de las generaciones emergentes de empresarios no habría futuro prometedor. El esfuerzo, y casi siempre el riesgo, son los elementos más valiosos para crear y estimular valores económicos y sociales”. Y terminaba diciendo: «para que la crisis no se agrave en el tiempo, y afecte lo menos posible a la comunidad autónoma de Castilla y León, el Gobierno de la nación -administración general del Estado- debería, sin más dilaciones, elaborar un cuadro de medidas inteligibles por los ciudadanos para que desaparezca el clima de desconfianza existente. Se necesita, a mi juicio, un programa urgente -sin demagogia- de equilibrio y de reformas que conduzcan a reducir o eliminar, en su justa medida, los efectos de la crisis social y económica. Lo que importa con las ideologías, como nos recuerda Borges, es lo que se hace con ellas». Estas me parecen ideas con fundamento, no lo que Uds. proponen. Hablan muy bien, pero la realidad va por otro camino. Pisen tierra. Me van a perdonar, pero me parecen Uds. un poco charlatanes y presuntuosos. Seguro que valían para vivir del cuento, como Zapatero, y de la subvención.Va a tener Ud. razón, sr. Horacio: “leer para saber”. Un saludo.

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Anónimo dijo...

Señora que lee, una servidora también. Seguro que es usted rica y si no es que no quiere que las cosas se arreglen. ¿Es usted filóloga? Si no lo es porque escribe? .... Ese sería su argumento para desprestigiar una reflexión que no critica, sino que la empaña de frases maledicientes. Lea, ya que es una señora que lee, más artículos de este blog. Yo lo he hecho hace tiempo y al volver de vacaciones me encuentro con su misiva y hacía mucho que no digo nada, pero creo que hay que participar. Hola a todos y señor Horacio, ¡ánimo! Maribel.