sábado, marzo 24, 2007

FIN DE LA POBREZA

Fin de la pobreza y nacimiento de la Renta Básica

De un tiempo a esta parte encontramos libros voluminosos que nos hablan de «La Revolución de la Riqueza», «El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste», incluso de «Cómo cambiar el mundo. Los emprendedores sociales y el poder de las nuevas ideas». Hasta el hambre se han transformado en ocasión de negocio. A pesar de ello, ¿Cuántos políticos y «expertos en humanidad» no aplican recetas archifracasadas contra el paro y la pobreza, novedades de impacto social reducido, como los microcréditos, o se limitan a recitar la necesidad de nuevas soluciones imaginativas sin apuntar un perfil claro de las mismas?

Los columnistas rebosan buenas intenciones, afirmando que debe mejorarse el conocimiento «para que el bienestar de una sociedad tecnológica alcance a todos y se reduzca la pobreza». Pero, mientras sesudos doctores gastan el tiempo en describir síntomas y causas de un mundo que se derrumba, y en exhortaciones morales para afrontar los problemas, la Asociación Renta Ciudadana (ARENCI) aporta al debate público una medida estrictamente económica de amplio impacto social: La Renta Básica de Ciudadanía. Consiste en dar a cada ciudadano residente de pleno derecho -no a los extranjeros- un dinero para la subsistencia, independientemente de su situación laboral o de cualquier otra circunstancia. La cantidad a percibir, individual y mensualmente devengada, se modulará según la edad del perceptor y será una constante al compás del PIB que se establece sobre el umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia, 421 para la zona euro en diciembre de 2003). Tan pocas líneas no dan para detallar el papel del sistema de bancos centrales en la propuesta, ni la estrategia de financiación a través de un IVA europeo homologado y de una tasa sobre la especulación (al estilo del impuesto que propuso recientemente Nicolás Sarkozy, candidato a la presidencia francesa). Nos basamos en la Teoría Alternativa, un nuevo planteamiento de economía política que supera, incluyéndolos, conocidos razonamientos tanto socialistas como liberales.

Hemos elevado nuestra propuesta al Parlamento Europeo, donde han empezado a estudiarla en las comisiones de Empleo y Asuntos Sociales; en la de Presupuestos y, más recientemente, en la de Medio Ambiente. En España, empantanados con el nacionalismo, el terrorismo de la ETA, y próximas las elecciones municipales, todavía no se ha iniciado en el Congreso la comprometida Subcomisión de estudio sobre la Renta Básica. Y eso que, a tenor de la resolución nº 85 del debate sobre el Estado de la Nación (11/05/2005): «El Gobierno deberá colaborar con el funcionamiento de esta Subcomisión aportando la documentación e información necesaria para el desarrollo de sus trabajos».

Los políticos de aquí hablan mucho de investigación, desarrollo e innovación, pero no han podido estudiar nuestra propuesta económica; ni siquiera la presentada en 1986 por los belgas Philippe Van Parijs y Robert J. Van der Veen (Universidad Católica de Lovaina) desde un criterio filosófico-moral. Les falta tiempo para anunciar innumerables inversiones que traerán cientos de puestos de trabajo, pero sin discernir si se corresponden con las necesidades de producción, si son rentables o meramente parasitarios. Por no renovar la mentalidad, están ofreciendo humo y persistiendo en el error: «el empleo por el empleo» fuera de la función económica (crear bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas). Desconocen la nueva teoría, según la cual es más razonable, fácil y eficaz implantar la Renta Básica para erradicar la pobreza que seguir dando subvenciones a fondo perdido con tal de crear empleo. Se crea así más dependencia, rentable en «voto cautivo» para quienes conceden o tramitan las «ayudas y favores». El coste es muy alto, en desarrollo sostenible, en igualdad de oportunidades, en transparencia política, en paz y bienestar social, y hasta en felicidad. Por el contrario, la Renta Básica anularía la «dependencia económica» de parados, mujeres y jóvenes; eliminaría el sinsentido del sufrimiento por miedo al despido (Delphi, Enervisa, Antibióticos…), y el enorme coste de oportunidad que supone la lucha por mantener miles de empleos innecesarios en la banca, la minería, la siderurgia, o en ciertos sectores de la administración. Con ella se haría realidad el compromiso del Sr. José Luis Rodríguez Zapatero, en su carta electoral para marzo de 2004: «el crecimiento económico equilibrado, no para beneficio de minorías, sino para lograr una sociedad más justa y próspera para todos». Un compromiso, por otra parte, perfectamente asumible por todos. Quedamos a su disposición en arenci@hotmail.com Dense prisa, señores políticos: ¡Viajeros, al tren!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que se pongan las pilas los políticos de turno. ¿No cobran? Pues que hagan algo, y ya que sus medidas no funcionan, a parte de hacer propaganda, al menos que estudien. ¿Por qué no se debate? Si no tenéis razón que os la quiten, pero no que vayan a lo suyo, que es su sillón. Cada vez dais más datos y argumentos. Animo a gente a que os visite en el blogs. Suerte. Julio.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo, parece que el único tema de este goberno es ETA y de la oposicón ETA y ETA. Ya eta bien. es hora de dar respuestas concretas a nuestra vida, a la de los ciudadanos de a pie. Mi vida es trabajar y volver a trabajar. Tengo una hija ¿compatibildad de horarios? Con una renta básica podríamos negociar nuestro horario laboral. Maribel.

Anónimo dijo...

No os canséis. Soy una persona mayor, jubilado de la banca. las personas y las sociedades no se rigen por la razón, sino por el egoísmo. Lo vuestro es un sueño. Mi nieto insiste en que mire esta página, pero me da pena que perdáis el tiempo en estas ideas que son , eso, sueños.

Anónimo dijo...

Gracias amigo jubilado. Pues no nos cansamos de dar la vara con el tema, sobre todo a los políticos; que no hacen caso (casi todos los del PP) o que nos dan el parabién y largas (lo más corriente por lsa izquierda). Hoy nos enteramos que Izquierda Socialista, corriente organizada dentro del PSOE, instará que el partido estudie la Renta Básica. ¡Bienvenidos abordo!

Un saludo desde Astorga

Horacio García