martes, septiembre 12, 2006

RECURSOS NATURALES Y RENTA BÁSICA


Quiero traer a colación en este espacio un articulo publicado el 17 de Mayo de 2006 en la Vanguardia, donde su autor une economista español de prestigio, el Prof. D.Xavier Sala i Martín propone para Bolivia una Renta Básica para todos sus ciudadanos, que se podría instrumentar al igual que la existente en Alaska.


Yo estoy de acuerdo con la argumentación de la necesidad de una renta básica para todos los ciudadanos de Bolivia, puesto que lo que se trata es de dinamizar la economía y erradicar la pobreza y eso se consigue mediante la creación de riqueza a través del consumo. Y sin la materia prima que es el dinero no se puede realizar. Quisiera debatir con los queridos lectores el tema, bien es cierto que tengo compañeros que son de la opinión de que la renta básica solo es viable cuando se tiene una infraestructura publica y un nivel de desarrollo suficiente que permita la implantación de esta medida.

Yo soy partidario de la teoría contraria en países donde su fuente principal de ingresos son sus recursos naturales. La distribución de la riqueza entre todos sus ciudadanos hace que estos puedan comenzar a desarrollarse, hace que las propias personas adquieran la iniciativa de formarse, de montar empresas en definitiva de poner en movimientos los engranajes de la rueda de la economía. Se da por hecho que para que exista la Renta Básica es necesario que exista un sistema fiscal adecuado que la pueda soportar, y que los poderes públicos apoyen y garanticen los servicios ciudadanos esenciales como son la educación y la sanidad.
A mayores existe un muy buen articulo sobre le tema de Repsol y Bolivia publicado recientemente en rebelión. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=37138 , pero como se trata de otra cuestión más politica, solo queremos entrar en el tema que nos concierne como es la Renta Básica.




Articulo del Prof. Xavier Sala i Martín



La Maldición de Los Recursos Naturales

"A partir de este momento, quedan nacionalizados todos los hidrocarburos. Se acabó el saqueo de los recursos naturales por parte de las empresas internacionales. El petróleo y el gas natural pasa a ser propiedad de los bolivianos", Evo Morales Ayma, Presidente de Bolivia, 1º de Mayo 2006.

Con estas tajantes palabras, el líder del Movimiento al Socialismo presentó el decreto supremo 28.701 de nacionalización al tiempo que ordenaba a las fuerzas armadas que “tomaran” las multinacionales. Quizá pueda sorprender el odio a lo extranjero que destilan las palabras y las acciones de Morales, pero no hay que olvidar que los indígenas de Bolivia han sido explotados y discriminados sistemáticamente desde que los invasores españoles llegaron a América hace cinco siglos. No en vano Evo Morales es el primer presidente indígena de la historia de Bolivia.
Ahora bien, que las mayorías indígenas hayan sido explotadas por las minorías españolas no implica que la expropiación de empresas sea deseable. No porqué me importe el dinero de las multinacionales sino porqué no conseguirá mejorar la situación económica de los ciudadanos.
Tiene razón Morales cuando afirma que los recursos naturales son de los bolivianos. De eso no debe haber (y me parece no hay) ninguna duda. Pero eso no quiere decir que las empresas que los han estado extrayendo estén “saqueando” el país. Que se sepa, las empresas como Repsol están comprando (repito, comprando) el derecho de explotación y lo están haciendo a un precio que acordaron con el gobierno de Bolivia. No era el gobierno de Morales, pero era un gobierno tan democrático y tan legítimo como el suyo. Es posible que el precio no sea el que el actual presidente cree que es justo. Si es así, lo que debería hacer no es expropiar sino renegociar los contratos de acuerdo con la legislación internacional.

Que los recursos sean de los bolivianos tampoco quiere decir que deban ser extraídos por empresas públicas. Digan lo que digan los demagogos europeos (como el intelectualoide francés Ignacio Ramonet) que tanta influencia tienen en América Latina, las empresas públicas no funcionan ni en Europa ni en Latinoamérica. De hecho, sabemos que no funcionan en Bolivia porqué Bolivia ya nacionalizó el petróleo en 1937 expropiando a Standard Oil y cuando vio que el sector público no conseguía producir nada tuvo que privatizar. Y volvió a nacionalizar en 1969 (esta vez fue la Gulf Oil) y el correspondiente fracaso llevó a la privatización de 1996. Y se dirá lo que se quiera sobre las privatizaciones de los noventa, pero lo cierto es que no sólo aumentaron la productividad sino que fueron esas empresas las que descubrieron las reservas de gas natural que ahora se quieren expropiar.

Bolivia necesita tecnología extranjera. Sin ella, no sólo no podrá extraer el gas de su subsuelo sino que no podrá desarrollar su economía. Cierto: el gobierno debe asegurarse que las empresas cumplen la ley. Pero si éstas la cumplen, expropiarlas ahuyentará la inversión exterior y los más perjudicados no serán los accionistas de España sino los consumidores bolivianos que se pueden quedar sin teléfonos, sin ordenadores, sin maquinaria industrial y sin posibilidad de progresar.
Finalmente, que los bolivianos sean los propietarios de los hidrocarburos no quiere decir que el gobierno deba ser el destinatario de los ingresos que éstos generan. Es sabido que los recursos naturales tienden a arruinar a los países que los tienen ya que, al ser fáciles de “robar”, generan peleas y corrupción entre los políticos que intentan apropiarse de ellos. Bolivia todavía está a tiempo de evitar esta “maldición de los recursos naturales” que afecta a tantos países pobres. Para ello, el gobierno de Evo Morales podría tomarse en serio su propio discurso y dar a los bolivianos lo que es de los bolivianos. Es decir, en lugar de quedarse él (y sus ministros) con el dinero de la venta y explotación de los recursos, que lo reparta entre la ciudadanía: que cada año todos los bolivianos reciban en una cuenta corriente la parte que le corresponda del dinero generado por la venta de gas. Esta propuesta no es una locura: actualmente el gobierno ya regala unos 250 dólares anuales provenientes de los hidrocarburos a cada jubilado a través del programa “Bonos Solidarios Bonosol”. El estado debería generalizar este sistema a toda la riqueza del gas y a toda la población. Además de permitir que las madres escolaricen a sus hijos, inviertan en sus negocios o gasten el dinero libremente, eso evitaría que una parte importante de la riqueza acabara en Suiza. Si, una vez distribuido, el gobierno quiere recursos para financiar obras públicas, que ponga impuestos como todo el mundo. Al menos de esta manera los ciudadanos sabrán lo que se saca de los hidrocarburos… y lo que malgastan sus dirigentes.
Resumiendo: hacerse el machote y expropiar a las transnacionales puede dar muchos votos en la Latinoamérica populista de principios del siglo XXI, pero es una estrategia que no va a traer nada bueno. Bolivia debe buscar un equilibrio entre la justicia (es decir, unos ingresos razonables por la venta de hidrocarburos) y la eficiencia (que las condiciones impuestas no ahuyenten a unas empresas con las que el estado boliviano debe colaborar). Una vez encontrado el equilibrio, que el Presidente Morales demuestre que realmente defiende a los bolivianos, renuncie a los ingresos derivados y reparta el dinero entre los ciudadanos. Eso contribuirá a evitar... la maldición de los recursos naturales.


17 Maig 2006

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Un buen artículo de Sala-i-Martín, que su intención no es defender la renta básica per se, sino defender que los políticos saquen sus asquerosas manos de la riqueza social.

Un saludo,

hoyu

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Anónimo dijo...

Estimado Hoyu:

Es cierto que la intención de Sala i Martin, sea quizas defender el mal uso que suelen hacer los politicos de los recursos naturales de un pais. Pero lo que el propone ya existe en Alaska y no es menos cierto que se trataria de una especie de Renta Básica.

Me parece importante que un economista de la talla de Sala, proponga como alternativa una Renta ciudadana.

Un saludo

José Miguel

Anónimo dijo...

Sí, a mi tambien me sorprendió cuando lo leí.

Tienes razón, sería el equivalente a una renta básica que cae del cielo claro.

Creo que en Arabia Saudi tienen algo parecido, y en Noruega también. Claro que si te toca la lotería del petroleo no pongo pegas a un reparto.

Un saludo,

hoyu

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Anónimo dijo...

El progreso tecnológico es una lotería. He vivido tres años en África. Sinceramente creo que la Renta Básica es necesaria, pues ya no hay distribución mediante el empleo. Y creo que habría que convertir el capotal en emigrantes de los países ricos a los pobres, como desarrollo de una economía global. La trampa de Sala u Martin, en la que cae Hoyu es que acepta esa especie de renta básica en caso de.., o para... Bien, en caso de la sustitución del empleo por la tecnología, o para lograr un desarrollo sostenible, que hoy por hoy es un peligro global, veánse los informes de la ONU, entonces la Renta Básica es una necesidad y es el paso que debe dar el liberalismo, para adaptarse al mundo actual y también el modelop keynesiano, para dar lugar a una nueva realidad. me gustó mucho la idea de la dialéctica, como construcción de la realidad de la que han hablado Parodi y Ramiro. De Gabriel.

Anónimo dijo...

¿Pero qué tiene que ver la RB con el desarrollo sostenible? ¿O es que acaso con el dinero que me de el Estado por rascarme la barriga no voy a llenar con gasolina mi coche?

Que alguien me lo explique por favor.

Un saludo,

hoyu

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Anónimo dijo...

Estimado Hoyu, tiene más que ver de . La Renta Básica es un seguro a favor de la sostenibilidad.
En primer lugar, el dinero no te lo da el Estado. Te lo da realmente el exceso de riqueza creada por el sistema productivo de la sociedad que sostiene a dicho Estado.
El pago y demás, según nuestra propuesta, lo haría la autoridad económica de la zona en cuestión (el banco central). La Renta Básica no se te da para que rasques la barriga, sino para cubrir las necesidades básicas y, si quieres y puedes, te la gastas toda en gasolina, pagando el IVA correspondiente (que también servirá para pagar rentas básicas). Un pobre sensato, al menos, tendría para comer sin necesidad de someterse al chantaje del empleo. Hay empresarios desaprensivos (públicos y privados) que fomentando el miedo a la exclusión y a no comer, no hacen más que sostener la impotencia de los pobres a rebelarse. ¿La RB no sería, así, un mecanismo efectivo e imprescindible para ejercer nuestra democracia económica a favor de actividades respetuosas con el desarrollo sostenible? ¿Qué mejor garantía para la sostenibilidad que asegurar que podamos ejercer en ese sentido nuestra libertad? ¿Con Renta Básica en el bolsillo, quién nos podría obligar a trabajar en actividades que atentaran contra la sostenibilidad? ¿No estaríamos mejor que como ahora? Pero la Renta Básica no es “Magia Borrás”: Garantiza unos ingresos, pero no la sensatez del ciudadano para usarlos. Son imprescindibles, además, la educación cívica y la sensibilidad social y medioambiental. No sólo es cuestión de que haya riqueza disponible en forma de dinero, es también problema de mentalidad, ¿No crees? La mentalidad que fomentan actualmente los dirigentes de nuestro sistema económico capitalista tampoco garantiza la sensatez del ciudadano ¿O sí?. En eso quedamos igual. Lo malo es que el capitalismo dominante fomenta un consumismo insensato y depredador, que, como afirma Leonardo Booff, es incompatible a largo plazo con la vida sobre la faz de la tierra. Ante esto, ni el fascismo ni un régimen de tipo soviético son alternativa deseable... Por eso, saldríamos ganando si pasamos del capitalismo depredador a un régimen de “economía social de mercado” con Renta Básica. ¿No te parece? Así, al mismo tiempo que garantizamos la libertad y la igualdad básica de oportunidades (que no de resultados) garantizamos la libertad real de mercado.

Un razonamiento más amplio lo da Ramiro Pinto Cañón en su libro: La renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo. Entimema, Madrid 2003.

Horacio García Pacios, militante de ARENCI, con los pobres de la Tierra.

Anónimo dijo...

Estimado Hoyu, tiene más que ver de lo que parece. La Renta Básica es un seguro a favor de la sostenibilidad.
En primer lugar, el dinero no te lo da el Estado. Te lo da realmente el exceso de riqueza creada por el sistema productivo de la sociedad que sostiene a dicho Estado.
El pago y demás, según nuestra propuesta, lo haría la autoridad económica de la zona en cuestión (el banco central). La Renta Básica no se te da para que rasques la barriga, sino para cubrir las necesidades básicas y, si quieres y puedes, te la gastas toda en gasolina, pagando el IVA correspondiente (que también servirá para pagar rentas básicas). Un pobre sensato, al menos, tendría para comer sin necesidad de someterse al chantaje del empleo. Hay empresarios desaprensivos (públicos y privados) que fomentando el miedo a la exclusión y a no comer, no hacen más que sostener la impotencia de los pobres a rebelarse. ¿La RB no sería, así, un mecanismo efectivo e imprescindible para ejercer nuestra democracia económica a favor de actividades respetuosas con el desarrollo sostenible? ¿Qué mejor garantía para la sostenibilidad que asegurar que podamos ejercer en ese sentido nuestra libertad? ¿Con Renta Básica en el bolsillo, quién nos podría obligar a trabajar en actividades que atentaran contra la sostenibilidad? ¿No estaríamos mejor que como ahora? Pero la Renta Básica no es “Magia Borrás”: Garantiza unos ingresos, pero no la sensatez del ciudadano para usarlos. Son imprescindibles, además, la educación cívica y la sensibilidad social y medioambiental. No sólo es cuestión de que haya riqueza disponible en forma de dinero, es también problema de mentalidad, ¿No crees? La mentalidad que fomentan actualmente los dirigentes de nuestro sistema económico capitalista tampoco garantiza la sensatez del ciudadano ¿O sí?. En eso quedamos igual. Lo malo es que el capitalismo dominante fomenta un consumismo insensato y depredador, que, como afirma Leonardo Booff, es incompatible a largo plazo con la vida sobre la faz de la tierra. Ante esto, ni el fascismo ni un régimen de tipo soviético son alternativa deseable... Por eso, saldríamos ganando si pasamos del capitalismo depredador a un régimen de “economía social de mercado” con Renta Básica. ¿No te parece? Así, al mismo tiempo que garantizamos la libertad y la igualdad básica de oportunidades (que no de resultados) garantizamos la libertad real de mercado.

Un razonamiento más amplio lo da Ramiro Pinto Cañón en su libro: La renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo. Entimema, Madrid 2003.

Horacio García Pacios, militante de ARENCI, con los pobres de la Tierra.

Anónimo dijo...

Así que si lo he entendido bien tu argumento básico es que si tenemos un sustento garantizado vamos a rechazar empleos que sean contrarios al ecologísmo, ¿no?

No estoy muy de acuerdo con este planteamiento, si la gente usa coches no es porque esté manipulada, sino porque le son utiles.

Dices:

"Son imprescindibles, además, la educación cívica y la sensibilidad social y medioambiental."

Esto es ingeniería social y una manipulación tremenda. La propaganda del ecosolidarismo es insoportable y si de mi dependiese no se financiaría con dinero público.

Un saludo cordial,

hoyu


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Anónimo dijo...

Estimado Hoyu:

Nuestra propuesta de financiación de la Renta Básica hace que esta convierta a la nueva economia social más sostenible.

No obstante debes de pensar que la medida economica que proponemos actua en dos vertientes, la primera es encarecer relativamente a través del IVA, los productos más contaminantes. Y la segunda es aminorar el consumo de la gente que desee no trabajar. Se que lo que estoy diciendo entra en cierta contradición economica. Por ello,
debido a la importancia del tema, permiteme que te conteste dentro de un mes mediante el desarollo tematico del mismo en un articulo del Blog. De manera que lo podamos discutir más abiertamente.

Recibe un cordial saludo

Jose Miguel

Anónimo dijo...

La RB en sí misma no tiene nada que ver con la sostenibilidad. Lo estáis metiendo en un mismo paquete, pero no tiene nada que ver. Son dos cosas distintas.

La RB no implica sostenibilidad, porque la subvención sistemática a los ciudadanos es una cosa y los impuestos especiales sobre bienes que consideres contaminantes es otra cosa.

"Y la segunda es aminorar el consumo de la gente que desee no trabajar."

Me alegra que aceptes que la RB disminuiría la oferta de trabajo y la producción :)

Un saludo cordial,

hoyu

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Anónimo dijo...

Amigo Hoyu: que la RBC no tiene nada que ver con la sostenibilidad queda bien patente por la discusión que aquí se trae, no hablamos para nada de ella, ni sabemos lo que es, ni la mencionamos, ni mucho menos relacionamos ambos conceptos... Ramiro Pinto jamás ha escrito un libro sobre renta básica que la mayoría de nuestros críticos no necesita leer. Total para qué, si ya sabemos lo que va a decir ¿A que sí?

¿Resulta que si tenemos un sustento garantizado vamos a rechazar empleos que sean contrarios al ecologísmo? Pues no necesariamente, habrá quien sí, habrá quién no y habrá quien ni se lo plantee. El ciudadano, que ya es capaz de ejercer su libertad y, en cuanto ser libre, está sujeto a responsabilidad por sus actos ¿no será más libre si puede decidir liberado del empleo como chantaje, sea ecologista o amigo de quemar el bosque para dinamizar la economía de ciertas empresas? Esto último es lo que yo planteo, no una ingeniería social para encadenar las libertades ajenas al sentido que marca mi libertad.

Sobre la utilidad del coche, que la tiene, pero no absoluta: ¿El coche da más libertad, o esclaviza más? ¿No es, en realidad un nuevo bien y un nuevo mal? El problema, para mí, no es el coche en sí, ni siquiera la contaminación que ahora causa (solucionable por el desarrollo tecnológico...), el verdadero problema es el ser humano libre abocado a decidir y a optar. ¿Con qué referentes axioteleológicos contará? ¿Contará con los valores y fines del ecologismo y la sostenibilidad o con los del capitalismo actual, muy similares en la práctica a los que tuvo la Unión Soviética cuando practicó el desarrollo a costa de acabar con el mar de Aral, o de convertir ciudades enteras en basurero nuclear...? A mí me gustaría que una mayoría obrara de acuerdo con el ecologismo, pero la gente hará lo que quiera. Es humano equivocarse, pero tanto o más es acertar. ¿La grandeza del ser humano no está en usar con acierto su libertad? La renta básica, si algo impone es, paradójicamente, una nuevo marco de relaciones sociales, un nuevo “clima”, donde el ciudadano rico o pobre, ecologista o antiecologista puede actuar, de hecho, con un margen mayor de libertad respecto de la situación actual? ¿Dónde ves tú en esto, querido Hoyu, “ingeniería social”?

¿Son imprescindibles, además, la educación cívica y la sensibilidad social y medioambiental? ¡Claro que sí! Es una perogrullada, porque no entro en los contenidos específicos de esa “educación”, ni de esa “sensibilidad social y medioambiental”. En los contenidos es donde podemos discrepar. Se pueden enseñar verdaderas barbaridades, como en la época nazi, o en la china de Mao. La sensibilidad también puede ser la de un cardo borriquero, o ecofascista; como hay quien no sabe dónde tiene la mano derecha, y no distingue fácilmente el bien del mal. Así es la condición humana: “una caña agitada por el viento”, que diría Blaise Pascal.
Por otra parte, dinero sólo no basta. No somos economicistas. Es cierto que nuestra fundamentación de la Renta Básica se hace a partir de planteamientos estrictamente económicos. Pero esa no es toda la verdad. Hay más. Nuestras señas de identidad como estudiosos de lo social no están en la economía sino en la básica y común humanidad. Por eso practicamos la interdisciplinariedad y vemos la sociedad desde una perspectiva transversal. La economía es, para nosotros, la base, el punto de partida que nos permite sobrevivir, afianzar nuestra identidad como personas, y caminar hacia la integridad. Hacemos nuestra la máxima “primero es vivir, luego filosofar”. Pero, siendo lo básico para el sustento de la vida, la economía no es lo único importante ni siquiera lo más fundamental, porque “sobrevivir no es vivir”. Tener las necesidades básicas cubiertas nos permite seguir caminando en lo animal, pero no basta para cumplir nuestro destino en la vida y alcanzar la felicidad de llegar a ser quienes somos; ni para dar con generosidad lo mejor de nosotros mismos, de nuestro mejor fondo, y recibir, como bien nacidos, lo mismo de los demás. Para esto, y no para tener más, ¿no sigue siendo necesario educar, no seguimos necesitando “astros para caminar”?

Quisiera saber a qué dinero público te refieres que, según tú, financia el "ecosolidarismo"; y cuál es el contenido de ese "ecosolidarismo" que lo hace tan repelente a tu parecer. A o mejor coincidimos en criticar ciertas campañas que, en vez de a la reflexión, indoctrinan e incitan al fanatismo ecológico... Pienso que, si existen empleos innecesarios de indoctrinadores ecologistas financiados con dinero público es, precisamente, por esa mentalidad del “todo vale con tal de crear empleo”...
Hay gente que lo mismo haría propaganda ecologista que nazi, prosoviética, o liberal... con tal de cobrar; unos movidos por la avidez de ganancia, otros por rédito electoral, otros por pura y simple necesidad: “que de algo hay que vivir, y si no lo hago yo, otro lo hará...” ¿no te parece que, en estos casos, la existencia de la renta básica, sería una garantía eficaz de la libertad?
Si de mí dependiese, tampoco se financiarían con dinero público agujeros como aquel famoso de Banesto, ni los braguetazos de la Corona, ni el santo clero, ni los viajes de Zapatero a Londres para comprar, ni aquella medallita que le colgaron al señor Aznar... Apreciado Hoyu, tenemos que hacer tú y yo, con los amigos, causa común para protestar por tanta subvención y despilfarro sin utilidad social...

Horacio García Pacios, militante de ARENCI