viernes, mayo 11, 2012

Un Sindiós


Queridos lectores:

Tras mantener un cierto abandono por motivos personales este blog, intentaremos seguir en la medida de nuestras posibilidades publicando lo que podamos.



Estamos sufriendo un ataque desmesurado al estado del bienestar. La Ola reformadora del nuevo solo implica un asalto al país, un ataque de derribo de todas las estructuras, que conducen a la liquidación a precios de saldo del sudor y trabajo de muchos ciudadanos honestos cuyo único delito ha sido comprar una vivienda y quedarse sin trabajo por la crisis.



Las soluciones que se plantean son erróneas en concepto y método, el fin último perseguido es liquidar las Cajas como sea y al precio que sea. De momento la sociedad ha perdido la obra social de la mayoría de ellas, pero ahora se pretende reducir su valor intrínseco a 0. Para que los fondos buitre compren a precio de saldo. Con esto no se pretende exonerar a los ejecutivos de esas entidades, pero al igual que la reforma laboral no ha servido para que haya más trabajo.



La pretendida reestructuración no servirá para que fluya el crédito. Las regulaciones incluida la publicada hoy mismo fomentan todo lo contrario.



Es el precio que hay que pagar cuando nuestro actual gobierno no gobierna, solo hace lo que tiene que hacer (lo que se le ordena).



¿Quién? No creo que sea la Sra. Merkel, pero digamos que el mismo que hizo que el Sr. Berlusconi, dimitiera en 5 minutos cuando toda Italia no lo consiguió en años.



Desde estas páginas celebramos con simpatía el avance del 15.M y les apoyamos a favor de una mejor democracia.



Hoy os proponemos un artículo de Juan Jose Millas titulado Un sindiós que refleja con mejores palabras las actuaciones del actual gobierno. Que recorta 10.000 millones en sanidad y educación pero no tiene problemas en inyectar esa misma cantidad en una entidad Bankía. Mientras se atacan a los liberados sindicales, se nombran asesores a dedo con un gasto superior a lo que se critica. Así nos luce el pelo.



Lo dicho, os dejamos con el articulo




Un sindiós


Juan José Millás

viernes, 27 de abril de 2012

Desde que los ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor. He aquí un resumen, claro como el agua, de sus argumentos: Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal. Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables. En cuanto a la educación, ponemos las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública. No es todo, ya que al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una farola. Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin mentir, de
modo que mentimos, sí, pero al modo de los novelistas: para que la verdad resplandezca. Dentro de esta lógica implacable, huimos de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para responder a todo. Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en duda por tanto que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que resulten
más baratos y que obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía. A no tardar mucho, quizá dispongamos que los aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales.

Convencidos de que el derecho a la información es sagrado en toda democracia que se precie, vamos tomar RTVE al asalto para mantener la pluralidad informativa. A nadie extrañe que para garantizar la libertad, tengamos que suprimir las libertad

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