sábado, enero 23, 2010

Entre Descartes y Pascal

Recientemente Neil Asmtrong, el primer hombre en pisar la luna, declaró: "Los avances en ciencia, tecnología e informática han mostrado un asombroso progreso humano. Si queremos sobrevivir tendremos que hacer el mismo progreso en la mente humana, lograr que sea la gran mejora que marque el s. XXI. Si no podemos conseguirlo nos esperan días muy oscuros".
Con la Renta Básica aplicamos a navaja de Ockham, en el sentido de no multiplicar los entes sin necesidad, mediante subsidios, ayudas, salarios de inserción, pensiones, que se darán a lo que haya derecho por cotizaciones y demás. Pero es a partir de que se desarrolle su implantación se evitará poner en riesgo las arcas públicas y habrá la posibilidad de incrementar la inversión en mejoras sociales sanitarias, educativas, infraestructuras, etc. Ocurre que todo modelo económico responde a un modelo de pensamiento.
Con la física de Newton se explica que una manzana se desprende del árbol y cae, por el efecto de la gravedad. Nada tiene que ver con los postulados de Einstein. Las teorías de ambos son verdaderas, pero cambia la realidad en la que suceden sus análisis. Cada una vale en la medida en que se aplique a un determinado contexto. Si la manzana se suelta fuera de la atmósfera no cae. Para entenderlo hace falta un nuevo método.
La economía se razona desde hace casi un siglo con las coordenadas cartesianas, como forma de razonamiento. Ha evolucionado pero sobre un mismo modelo de razonar, que ha permitido comprender un modelo de realidad. Pero ahora no sirve. Hay una dualidad entre dos pensadores, científicos y matemáticos, René Descartes y Blaise Pascal. Al segundo apenas se le estudia. En el sistema educativo español ni se le nombra en filosofía, cuando es necesario para comprender la realidad cambiante.
Tal como analiza Jean Mernard, Descartes hace surgir la totalidad del saber de una primera verdad, indudable y de absoluta seguridad, de ahí su famosa frase de su obra “El discurso del método”: "pienso, luego soy": "Es tan firme y segura esta verdad que los escépticos no eran capaces de conmoverla, juzgué que podía aceptarla sin escrúpulos como primer principio de la filosofía que buscaba". Descartes no sólo quiso descubrir un fundamento para establecer un método de razonar, sino que pretendió pensar por sí mismo y salir del férreo control del pensamiento que ejercieron los escolásticos, de manera que un principio le permitiera contrastar las opiniones y teorías de las autoridades. Su fundamento supuso un adelanto en el cálculo geométrico y matemático, pero sirvió para una realidad estable, o establecida, sobre la que introdujo el razonamiento. Superó el modelo aristotélico del silogismo, cuyo razonamiento parte de principios generales alcanzados por la fe o fundados en una autoridad, como la de Aristóteles. De esta manera era imposible descubrir nuevas verdades.
Su contemporáneo Pascal, con quien Descartes mantuvo un arduo debate, entendió que el progreso depende de la acumulación de descubrimientos científicos. Su planteamiento concibe que hay que buscar la verdad a partir de principios diversos y mediante una multiplicidad de métodos. Lo cual da lugar a una cadena de deducciones, dotadas de igual solidez y permite plantear conclusiones contradictorias, lo que origina la posibilidad de encontrar nuevos principios. Encontramos un germen de la dialéctica en este pensador. Su metodología permite superar teorías y realidades cerradas en sí mismas. Actualmente el pensamiento económico, desarrollado sobre el modelo cartesiano, se estanca en una serie de errores irreparables que no se pueden ver dentro de ese modelo y menos aún aplicando una lógica construida sobre una realidad pretérita.
El modelo cartesiano llevó a errores ante nuevas realidades e interpretó mal fenómenos físicos demostrados empíricamente, por mantener un principio único como fundamento de su pensamiento. Pascal verificó la hipótesis de Torricelli sobre el vacío y admitió, por lo tanto la existencia de éste. Descartes, junto a Noël, un jesuita, lo negaron, pues va en contra del principio sobre el que se construye su razón o creencia. Negaron el vacío por su concepción cartesiana de la realidad. Descartes se preguntó ¿cómo pasa la luz? y basándose en una lógica apriorística y en su autoridad intelectual boicotearon el descubrimiento de Pascal. Según su lógica es imposible que exista el vacío. Explicaron que un misterioso éter era lo que había en la probeta y no el vacío. Y tal fue la opinión dominante. Descartes tampoco admitió que la tierra gira alrededor del sol. Para mantener que la tierra está fija y admitir los datos que empezaban a aparecer, estableció que un torbellino de éter es lo que gira alrededor del sol y no la tierra.
Es fundamental ver esta situación, con cierta perspectiva, pues es lo que está ocurriendo hoy con el pensamiento económico. Las excusas se convierten en argumentos y se inventan realidades de éter para explicar fenómenos que no tienen sentido en la nueva realidad.
Para Philipp Lersch, una de las consecuencias de la racionalización cartesiana es que el pensamiento se ha reducido a números y cantidades cuyo uso particular es el pensamiento en dinero, convertido en la medida básica de todos los valores prácticos. Esto me lleva a comentar un efecto de la RB que no es tangible, pero muy necesario de cara al futuro, o de lo contrario se incrementará la agresividad ciudadana. Hace falta recobrar la vocación, para evitar que profesiones amparadas en la oferta pública de empleo en la justicia, la enseñanza, la medicina y otras con una proyección social y de servicio se conviertan en meros puestos de funcionarios, o que trabajar con un oficio sea una forma de saquear al cliente con la única meta de ganar más dinero. El afán por ganar simplemente, hace que se estudie para obtener un título y buscar un empleo, con éste cumplir las horas y cobrar. Crece cada vez más la violencia en los centros de enseñanza y sanitarios. En la justicia y la política la corrupción.



Ramiro Pinto

3 comentarios:

Oroel dijo...

Debéis revisar vuestro concepto de las teorías de Newton y Einsten. Ambas son verdaderas, pero la de Newton es incompleta. La de Einsten explica los fenómenos que explicaba la de Newton, y otros que éste ni siquiera abordó.

Anónimo dijo...

Gracias Oroel. tiene razón, mejor decir que ambas son verdaderas aunque incompletas. He visitado su blog. ¡Cómo pone Usted a ZP! Hace bien en criticar. El uso de la razón y el sentido común nos acerca a los seres humanos por más que vengamos de mundos políticos aparentemente muy distantes, de la "derecha" de la "izquierda" o del "centro"... Razón y sentido común son dos virtudes que le adornan, por lo que se desprende de sus escritos. Da gusto encontrar gente de esas características. ¡Ánimo! y un fuerte abrazo desde León.
Salustiano de Castro García , ciudadano de a pie

Anónimo dijo...

Descartes fue envenenado por un clérigo que le dio una hostía envenenada con arsénico. A la hermana de pascal la mataron los cartólicos por janseista. Amen